El comienzo del reino de Adanos

vitali escribió:

xD yo leo rapido pero esto es mucho leer mejor lo pongo con loquendo (programa en el que escribes un texto y te lo reproduce con una voz sintetica (como la voz del aeropuerto de barajas : estimados señores pasajeros con destinos a Estados Unidos......)) xD que me ahoro lectura xD (soy vago desde nacimiento xDDD )

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Muy buen capítulo, me gusta que ahora describas mucho más que antes (será influencia de mi relato? xD) y la escena de acción mola muchísimo. Sólo una cosa: ¿porqué cada vez que abre la boca pysok es para decir un comentario gay? Es patológico!! jajajaja

Sigue así tío

Y ahora me vuelvo bueno?? Vayan ustedes a la m*****
en lo demás, este es uno de mis capitulos favoritos, y de los mas largos
Lo digo sinceramente, continua en esta linea
PD: De verdad consideras a Xardas como a un estafador??eh, eh??

Esta muy buen el capitulo.
Ja ja ja ja Mercenas el nuevo amor de Pysok.

Otro cap mas:

Capitulo 16: El bosque de Coedwing

Cernunnos se encontraba en un gran bosque, lleno de árboles que nunca había visto. Estaba amaneciendo, y la luz salía por el horizonte, iluminando el bosque. La luz cálida y anaranjada pasaba entre las hojas, y estas, por su naturaleza mágica, hacían que la luz se volviera verde y húmeda, dándole al bosque sensación de mágico. Cernunnos pasó a contemplar los árboles. La mayoría eran árboles de hoja perenne, y más bien pequeñitos, excepto uno. Un gran árbol estaba al final del camino, con flores rosas y primaverales, pequeñas, y con el centro amarillento. Estas caían continuamente, dejando un suelo rosado. Un hueco yacía en el centro del tronco del árbol, donde seguramente millones de animales mágicos vivirían. Cernunnos estaba asombrado con el árbol, y se acercó lentamente hacia él. No miraba a ningún sitio menos al árbol. Estaba ya pisando el rosado suelo, con los pies desnudos, porque habían desaparecido sus zapatos. Cuando andaba por ese suelo tenía una sensación de alegría, ya que el rocío estaba en los rosados pétalos, pero la hierba que había debajo estaba blanda. Si no hubiera sido porque un gigantesco árbol estaba allí, Cernunnos se habría revolcado por el suelo como un cerdo.
-Me pregunto donde estoy –dijo en voz alta. Cuando casi pudo tocar el árbol, una música extraña, tocada con una flauta de pan o una flauta hashishin (flauta india), salió de dentro del árbol, hipnotizando a Cernunnos. El aire levantó los rosados pétalos, y formó a unos elfos que bailaban en son de la música, y Cernunnos contempló su baile. Mientras escuchaba la música, Cernunnos iba durmiendose lentamente, bostezaba y se le cerraban los ojos. Sin que Cernunnos se diera cuenta, una raíz iba hacia él, arrastrándose como una sinuosa serpiente. Agarró a Cernunnos del pie, y le echó hacia atrás, alejándole del árbol. Otras raíces salieron y agarraron a Cernunnos, y lo comenzaron a tapar, empezando por la boca- ¡Afrodita, Tëmpar, Anu, ayuda! –gritaba como podía. Al final, las raices le taparon entero, y la canción le durmio. El remolino de aire se levantó y los elfos desaparecieron

-¡Cernunnos, donde estas! –gritaba Afrodita, porque no aparecía- Si él no sale, entraré yo
-¡No! –gritó Pysok- Entro yo que soy su amante –Afrodita miró mal a Pysok
-No, entro yo. Vosotros sois de más ayuda que yo –dijo Anu, apunto de tocar la fuente
-No –dijo Tëmpar parándole- Entrará Mercenas. Es el nuevo, y a matado a Finn –Afrodita miró con una mirada asesina a Mercenas
-Vale, entraré yo –dijo, acercándose a la fuente- Si no vuelvo, venid a por mi –tocó la fuente y desapareció el también

Entró, y el Sol estaba frente a él, dándole con su verde luz en los ojos, viendo todo el mal que había causado. Una lágrima, puede que la luz le cegara, del árbol, o de lo que había hecho, recorrió su mejilla, cayendo al suelo. Allí, un nuevo árbol nacería en el futuro. Vio el hermoso árbol, y se quedó con la boca abierta, al igual que Cernunnos hizo. Caminó hacia el árbol, pero se tropezó con algo y cayó. Vio un montículo de plantas, que salían entre las flores, y decidió romperlo. Se encontró a Cernunnos dormido, y con una marca en el brazo derecho, con forma de esfera y dentro un ojo. El asesino dudó ante la marca, pero cogió a Cernunnos y se lo llevó al final de rosado suelo. Se acercó a la fuente y desapareció.

-Vas a morir… -dijo una voz en la cabeza de Cernunnos- Un mago traidor engañó a un héroe, y ese suceso ha vuelto a ocurrir, como Hecate dijo –Cernunnos podía ver a alguien con su misma cara pero con una túnica diferente a la suya, y otra persona, pero la cara no la vió. Estaba en un círculo de piedra, después del amanecer…
-¿Cómo lo sabías? ¿como sabias que Hecate dijo eso? –dijo una voz que parecía ser la de Cernunnos. Hubo una larga pausa y cambió de lugar. Ahora estaba en un claro, rodeado de árboles como el que había visto. Un lago cristalino en el centro, el suelo cubierto de flores rosas. Una hermosa canción, compuesta por coros femeninos se escuchaba, mientras las flores caían, y las hojas, marrones, también. Era un hermoso lugar. Cernunnos podía sentir el suelo tan cómodo, y también el agua, que estaba fresca y sabrosa. La imagen se distorsionó, y vio a Dagda contándole historias, pero esta vez las podía escuchar…

-¡Cernunnos esta en el bosque de Coedwing, lo se por el árbol! –gritó Mercenas cuando vio a los demás
-¿Coedwing? –dijo Afrodita, con miedo- ¡No puede estar allí! ¡Es un lugar prohibido para los mortales!
-Estaba dormido –dijo Mercenas, intentando calmarla
-¿Cómo…? –Afrodita se echó a llorar- No habrá sido… no puede ser. Si el árbol le ha dormido, no podrá despertar mas, según donde halla llegado la… pero aún a si–se arrodilló- Oh, Adanos, por favor... por favor… -no podía acabar la frase porque no dejaba de llorar- Vamos allí –cogió a los demás y tocó la fuente. Desaparecieron de Myrtana…

-¡Por Adanos! –gritó una voz familiar en la cabeza de Cernunnos
-Por Adanos –dijo otra tranquilamente. Un montón de gritos se oyeron, y después una luz azul cubrió el cielo, deslumbrando todo.

Encontraron a Cernunnos tirado. La marca que tenia en el brazo se había extinguido al otro, y al cuello
-Si llega a la frente ya no habrá posibilidades de que vuelva a despertar –dijo Afrodita, con una mano secándose las lágrimas y con otra tocando la frente de Cernunnos- yo se quien puede curarle en este estado. Espero que cuando lleguemos a él no haya empeorado.
Se abrieron paso entre unas plantas. Afrodita iba delante, con una espada cortando la maleza. Mercenas, que cargaba con Cernunnos, iba detrás de la elfa. Tëmpar iba detrás, y Pysok delante suya. Anu iba atrás del todo, cubriendo la retaguardia. Llegaron a una cabaña. Llamaron a la puerta
-¿Quién es? –gritó un hombre con una voz vieja dentro de la casa
-Soy yo, abuelo –gritó Afrodita, mientras que alguien abría la puerta
-¡Afrodita! Hace mucho que no te veía, desde que te fuiste a la misión esa del rey…veo que tienes compañía –dijo esto último con asco, viendo a los demás- Son mortales…oye, ¿y Finn, tu hermano?
-No…ha muerto –dijo Afrodita, con cara triste- Bueno, chicos, este es Merlín, mi abuelo. Es mago. Abuelo, estos son Mercenas, Pysok, Tëmpar y Anu. Ah, y este es Cernunnos –dijo mirando con ojos de cordero degollado a su abuelo
-Entrar –dijo Merlín, reteniendo a su nieta la última. Todos entraron y se quedaron sorprendidos al ver la casa- ¿Qué le ha pasado al… al chico? –preguntó señalando a Cernunnos
-El Árbol del Sueño –susurró Afrodita a su abuelo
-Si es que, no tendrías que haberlos traído
-¡Pero si yo no los traje! –gritó en bajo, como un susurro- Estábamos en la búsqueda de las runas, cuando el mapa decía que…
-Ah, ¿Qué teneis un mapa?
-Shhh, si. Como te iba diciendo, el mapa decía que la runa estaba en la Fuente, y Cernunnos la tocó y… y ya.
-Veré lo que puedo hacer –el viejo mago miró la frente del druida- veo que todavía no ha llegado… vale, mientras intento curarle, ve con tus amigos a la ciudad a comprar acedera –el viejo mago entro en la casa murmurando “Un bosque tan grande y no hay acedera… en todos los lugares tiene que haber algo malo”.
La casa era enorme. Aunque por fuera parecía una simple cabaña, luego por dentro tenía 5 plantas. Había un montón de estanterías, con muchos ingredientes diferentes. También había muchos libros, como “La magia de los elfos I”, “Criaturas de las Islas del Norte” o “Los bosques de Coedwing”. Por órdenes del mago, subieron a las habitaciones de arriba. En una pudo ver un montón de armas y armaduras. Anu, con permiso de Afrodita, cogió dos espadas con la empuñadura azul, con zafiros incrustados en la empuñadura, y de una hoja. Mercenas cogió una gran espada, a dos manos, con la empuñadura negra, de doble hoja. Afrodita cogió un sable, de empuñadura roja y rubís incrustados, de doble hoja también. Pysok vio un bastón hermoso de mago de fuego, y lo cogió. Una gran piedra naranja en la punta, y hecho de mineral mágico, poco inusual en bastones. También cogió una túnica nueva de mago de fuego, de los altos elfos. Tëmpar se llevó con la alta túnica de agua de los altos elfos, y una imitación del bastón de Cernunnos. Afrodita, sin que nadie, incluido su abuelo, supiera, se llevó el mayor tesoro que Merlín había conseguido: la Túnica de Adanos, para Cernunnos. Siguieron subiendo, y en la última planta se encontraron las camas. Durmieron, para descansar del duro día de mañana. El amanecer era más bonito allí, el Sol parecía más grande. A Cernunnos le estaba saliendo la marca en la frente…

Gran capítulo Adanos, has mejorado mucho en tu prosa. Sigue escribiendo .

Bufff grandioso capítulo Adanos, te felicito, me gusta mucho el nuevo estilo literario que has adoptado, a mí por lo menos jejeje. A ver qué le pasa al muchacho Cernunnos xDDD

PD: Por Dios, escribe bien la forma imperativa del plural, que me da un infarto cada vez que lo veo xDDD ("Si no vuelvo, venir a por mi " ¡¡¡Venid!!! xD)

2PD: Me sorprendió mucho, toda la descripción así tan poética y pura y de repente metes esto:

Spoiler:

Diosss xDDD

wow, me extraña tan buena recepcion del capitulo, a mi no me ha gustado ni la mitad que los otros. Personalmente, creo que le faltaba accion, eso es todo.
PD:

pues ami me a gustado bastante.


P.D: me encantan las armerias

De momento esto sigue mejorando, buen trabajo, Adanos Coincido con Psico y Dragoon en que ahora el estilo literario es bastante más detallado y mucho menos enrevesado, eso está realmente bien

¡Es excelente! Me gusta tu historia, cada vez mas interesante.

Nuevo capitulo:


Capitulo 17: La marca de Cernunnos


Se despertaron, entre cantares lejanos y gritos del mago. Al levantarse cogieron sus nuevas armas, desayunaron, y salieron. Habían dormido mucho, por eso bostezaban continuamente, y los ojos se les cerraban, también, como había pasado con Cernunnos. Vieron un poco el amanecer: el cielo preparaba la llegada del Sol. Colores rojos, amarillos y azules cubrían el cielo, pero cuando se mezclaban también creaban otros colores, como el verde y en naranja. Un gran resplandor amarillo se salió de una montaña, que era la montaña del Bosque de Adanos, y se mezcló entre los colores del cielo, volviéndolo todo mas claro, e incluso haciéndolos desaparecer. El cielo hizo desaparecer sus colores en un gran resplandor del Sol, que nunca antes habían visto (excepto Afrodita), y se elevó más rápido, hasta que llegó a darle a Pysok en la cara, y se fueron. Un largo camino se habría para ellos. Una señal escondida y mugrienta yacía a la derecha, entre enredaderas y setos. Se podía leer algo: “Hacía Coedwing, cuidado con loa wbwfxagsafbnbo”, pero había una parte escondida. Siguieron el camino
-Juraba que esa señal no estaba ahí antes –decía Afrodita mientras cortaba una gran rama, de un árbol, que tapaba el paso a los visitantes
-¿Cuándo te fuiste de aquí? –preguntó Tëmpar, con curiosidad
-Hace 4 años –respondió esta, dejando a los demás con la cara abierta- Tenia que unirme a los magos negros, ganar su confianza, ser asignada, de entre los mejores, para la misión de las runas, y después ir hacia Cernunnos –dijo intentando explicar.

Cernunnos se había quedado con Merlín tumbado en una camilla que tenía el mago en la primera planta, a la derecha. La habitación estaba llena de estanterías con pociones y libros, incluso más que el salón. Era tratado con mucho cuidado, ya que Merlín había sentido como su nieta le amaba. Este intentaba atrasar todo lo posible la maldición, ya que sin la acedera no podría hacer nada. Le daba rocío de la mañana machacado y mezclado con un agua fresca y cristalina, o pociones viejas de curación, maná y resistencia, aunque estas no funcionaban.
-Ajam, puede que con esta… -dijo el mago, cogiendo una ampolla con un líquido azul claro, casi blanco.
Abrió el frasco, y de él salió una crema, viscosa, que se echó en la mano. Se acercó al druida y le untó la crema en la frente, mientras decía unas palabras en un extraño idioma, que, si Cernunnos hubiera oído, no hubiera podido averiguar. Seguramente fuera algún antiguo idioma elfo. Tapó la marca, y esta, por arte de magia, desapareció
-Bien… -dijo el elfo apretando el puño- Ya esta… -contempló otra vez la frente de Cernunnos. La viscosa crema había desaparecido, pero la marca de la frente se había completado- No puede ser…no… Afrodita… El druida… El árbol… -dicho esto, una lágrima recorrió su mente- Afrodita… -Salió de la cabaña corriendo, aunque con un movimiento de mano cerró la puerta y tapó las ventanas.

Habían recorrido ya mucho camino, cuando de pronto, escucharon la voz de un hombre detrás de unos setos. Se acercaron hacia los setos, pero no vieron nada. Siguieron su camino. La misma voz, pero en los otros setos se volvió a escuchar. Se sintieron observados, y un bandido los asaltó… La imagen se fue difuminando en la cabeza de Cernunnos hasta que desapareció.
-Hola, ¿quién eres? –una voz infantil sonaba en la cabeza de Cernunnos- Yo soy Cernunnos, ¿y tu?
-Yo soy Epona –una voz infantil y femenina sonó- ¿quieres montar en mi caballo?
-Si, porque no
Cernunnos solo podía escuchar las voces, pero las imágenes estaban muy borrosas. Por un momento pudo ver la cara de la chica. Una niña pequeña, de unos 10 años, estaba hablando con alguien que parecía ser él de pequeño. La niña, hermosa, con cabellos largos y rubios, tan dorados como el oro mismo, y con ojos azules, hermosos como ella misma, estaban presentes en su rostro. La imagen se difuminó, y las voces, un poco mas maduras, sonaron
¡Hola Epona! ¿Quieres venir al lago con mi padre? –parecía la voz de Cernunnos a sus 15 años (él tenía 24)- Lo pasaremos en grande, venga
-Vale –la voz de Epona, mucho mas madura, sonaba. Llevaba una larga túnica dorada, con unos brazales de oro- Espero que no nos aburramos
La borrosa escena cambió. Los niños andaban junto a un caballo y a un viejo mago por el bosque. La chica, mas bella aún, seguía teniendo los ojos azules, pero esta vez los tenía azules como el mar de Nodmard, oscuro y frío; aunque su corazón no decía lo mismo. Los largos cabellos rubios se habían ondulado, rizando el pelo. Cernunnos la llamaba “Ricitos de Oro” cuando ella no estaba presente; se acordaba, a pesar de estar dormido. Los sueños se borraron, y por un momento vio a alguien viejo, con orejas largas, y una larga barba plateada que le caía de la barbilla. Llevaba una túnica color verde oscuro, con adornos; raíces y ramas siempre, y en el centro una tira verde claro con un gran árbol, que parecía ser el mismo árbol con el que se había encontrado. Un colgante idéntico al suyo yacía en su cuello, aunque la estrella se tapaba por la túnica. Llevaba un gran bastón hecho de madera de roble, y, en la parte de arriba, el extremo formaba el pico de un águila, y su cabeza. Del pico, un poco curvado, había un collar de oro colgando, y una esmeralda en el centro, que formaba un circulo. Si lo mirabas fijamente, podías quedar hipnotizado. Después de esos pocos segundos de visión, un dolor insufrible salió de su corazón, pero aunque no se movía, su mente luchaba contra aquel sufrimiento. Al final, acabó durmiendo, escuchando la misma melodía que había escuchado en el árbol. Aunque no podía oír, pudo sentir un gran portazo.

Siguieron caminando durante un largo rato. La flora no había cambiado mucho, y algunas veces parecía que veían lo mismo. Un ruido, entre los arbustos, sonó. Afrodita, que sabía más sobre criaturas de Coedwing que los demás, se acercó. No vio nada. El mismo ruido se escuchó en los arbustos de en frente, y esta vez Anu se acercó. Un grito sonó frente a Afrodita y una espada corto el brazo de esta y la hizo un rasguño. Ella desenvainó su espada y dio un mandoblazo al contrincante
-Son bandidos –susurró Afrodita a Anu, mientras saltaba, porque el enemigo quería darle un golpe bajo
Afrodita amagó un golpe vertical, pero luego, con un mandoblazo rápido al frente, clavó su espada en el enemigo.
Anu tuvo menos suerte que Afrodita. Luchaba con dos bandidos, con lo que le resultaba difícil. Hubo una vez en la que el primer bandido intentó darle un golpe bajo, como a Afrodita, y el otro, un golpe alto. Anu saltó, y vio la espada del otro bandido. Echó la cabeza hacia atrás, y piso la espada del primer bandido, haciendo que este se cayera. Anu, con una de sus dos espadas, se la clavó en la parte central de la espalda, haciendo que este soltara un gemido y muriera. Pysok, que se había librado de su contrincante con una gran vola de fuego, disparó al bandido que le quedaba a Anu y le mató. Tëmpar, con su nuevo bastón, aprendió a defenderse de los ataques mágicos y no mágicos, haciendo que su contrincante le resultara fácil. Llegó Merlín corriendo y matando a los bandidos que quedaban, es decir, el de Mercenas, que no había conseguido matarlo, con una luz azul que salió de su mano en forma de onda
-Es Cernunnos… -dijo fatigado

que diablos le pasara ahora a cennuros

Buen capítulo, aunque me ha costado entenderte en algunos tramos, sobre todo con Cernunnos y todo eso que le está pasando.
De todas formas, sigue así, porque has ido mejorando bastante

Spoiler:

Repuesta spoiler de Dulcepsicópata

Spoiler:

ya decia yo xd, lo lei y me quede: ¿WTF lo entendi mal o que?

Lo voy a tener que leer otro día porque ahora no puedo.

Edit: Very good. Cada vez esta peor Cernunnos. ¿Y quen sera esa Epon? Voy a tener que esperar hasta el proxio capitulo.

Good. Es cierto que has mejorado las formas aunque me gustan capitulos con mas accion
igualmente, no hay prisa para ello, yo no valoro eso en los relatos

Weno, weno, weno, aquí continuo yo, despues de unas largas vacaciones. He escrito un poco para que vayais viendo lo que pasa. He dicho un poco... No me acuerdo mucho sobre lo que pasó, y no tenía ganas de leermelo todo otra vez, ademas de que nadie se acordara, asi que puede que haya muchos errores:

Capitulo 18: Un corto capitulo

Corrieron hacia la casa del mago. La marca de la frente del joven druida estaba completada, y empezaba a brillar de un modo extraño. Afrodita, con miedo y sollozos, se acercó y observó la marca durante un segundo. El brillo era de un morado oscuro y hacia que la extraña marca pareciera un tanto bella.
-¡¿Qué ha pasado?! –grito Afrodita, histérica. Se acercó a su abuelo, y, amenazándole con un cuchillo, le grita- ¡Qué coño has hecho!
-¡Afrodita, tranquila! –grito Mercenas mientras sujetaba el brazo que tenía el cuchillo
-¡No quiero estar tranquila! ¡Está como una cabra! –gritó, le dio una patada y, mientras Mercenas caía hacia atrás, Afrodita lanzó el cuchillo hacia la dirección donde este estaba. Por suerte, se clavo en el suelo a unos pocos centímetros- ¡Dame el cuchillo!
-¡No quiero! –coge el cuchillo, sale fuera, y lo tira con todas sus fuerzas- Ahora tranquila…
Mientras Afrodita se tranquiliza sentada en el suelo, Merlin, temblando, se acerca a Cernunnos y le toca la marca con el índice y el corazón, mientras habla en un idioma extraño. Al segundo, la retira
-¡Esto está ardiendo! –grita chupándose los dedos- Esto es peor de lo que me pensaba… Esperaba no recurrir a esa opción –Afrodita se levanta inmediatamente
-¿Qué opción? –pregunta, con tono firme
-Utilicé un poco para intentar retrasarla, aunque me dijeron que lo quitaba por completo…
-¡¿Quién te lo dijo?! –preguntó, otra vez histérica
-Pues… Beliar…

-¡Cernunnos, espera! –decía la voz de Epona mientras reía. Estaban en un pequeño bosquecillo, y cerca había un pequeño lago- Mira, jeje, mira –no podía parar de reírse
-¡Que pasa! ¡Quiero verlo! –reía el también.
Epona, que está junto a su caballo, coge una piedra del suelo
-Será mejor que te quites de detrás del caballo –cuando Cernunnos se aparta, levanta la piedra y la mira- Que fea es… nos puede servir- acto seguido, mete la piedra en el trasero del caballo. Este da una gran coz hacia un árbol que tiene detrás y lo parte, con lo que cae hacia otro árbol, que se rompe y cae. Así hasta que 20 árboles caen- A que es divertido, jeje
-Siiiiiii –se cae hacia atrás, cayendo a un lago
-Jajajaja –se ríe Epona. Ayuda a salir del lago a Cernunnos, y, con una siniestra mirada, hace que su caballo se tranquilice- Bueno, me voy. Adios
-Adios –Epona desaparece. Con lo que la escena también.
Ahora están en medio de una batalla, en un paso hacia el antiguo Nordmard. Unos asesinos han asaltado a Epona y a Cernunnos. Epona va montada en su caballo, y luce un gran martillo dorado. Cernunnos, que también monta en el caballo de Epona, y no es tanto de cuerpo a cuerpo, lucha con lo poco que sabe sobre magia. Están a menos de un kilómetro de un refugio de cazadores, distancia corta en caballo, distancia larga a pie. Cuando va a matar al último asesino, siente un dolor insoportable en la cabeza, como si le fuera a estallar. La escena desaparece, pero ya no aparece nada, excepto la oscuridad que hay en el mundo que le espera…




Edito: ¡¡¡¡¡Feliz verano y felices vacaciones!!!!!

Oh, el otro dia pensaba en ti y este relato... La verdad es que ya no posteas tanto y dejaste este tema muy abandonado. Es buen ver que sigues con ello, ésta es una de mis narraciones favoritas!!

Hacia tiempo que no posteabas
Ya me olvide quien es el personaje principal

Weno, aqui otro capítulo, que acabo de escribir. Cuando tenga ahora el tiempo que quiero, porque ahora me he vuelto a liar con una cosa, escribiré mas y mejor

Capitulo 19: Cernunnos

-¡¿Queeee?! –entonan Tëmpar, Anu, Pysok, Mercenas y Afrodita al mismo tiempo
-Si… -dice Merlin, como arrepentido. De repente, una flecha se clava en la puerta de madera- ¿Qué ha sido eso? –otra mas y otra, hasta hacer un circulo.
Todos miran hacia la puerta. ¿Qué será? Un golpe suena en la puerta, haciendo caer varias flechas. Otro golpe, otro, otro, hasta que la puerta cae. Una mujer de unos 60 años entra en la sala. Aunque es vieja, tiene mucha fuerza. Afrodita levanta la espada: no está para bromas
-Quien eres –dice, firme
-¡¿Dónde está?! –gritó desesperada la mujer- ¡¿Qué le habéis hecho?! –se quita la espada de en medio y busca por la habitación con la mirada. Pasa el cuerpo de Cernunnos… Vuelve a mirarlo- ¡Cernunnos!
-¿Eres su madre? –pregunta Pysok
-¡No, subnormal! –de un movimiento de pupilas, lanza al mago de fuego contra la pared. Se dirige al anciano mago, Merlín- ¡Qué, le has hecho!
-Nada… nada…
-Mientes –grita la mujer, y le da un bofetón- Dimelo, o te juro que…
-El Árbol… -interviene Tëmpar
-Si, claro… -lanza a Tëmpar esta vez. Afrodita interviene:
-Te he dicho que quien eres…
-Soy Epona, la antigua Epona, bruja blanca
-Si que eres antigua, parece que tienes mil años… -dice Pysok desde el suelo. La bruja realiza un movimiento con la cabeza y tira a Pysok fuera de la casa, junto al trozo de pared que acaba de romper… Afrodita se pregunta quien es esa misteriosa Epona, pero prefiere preguntarlo cuando las dos, tanto ella como la bruja, estén de mejor humor…
-Mi casa… -dice el anciano mago
-¡Calla! -grita Epona. Se pone los dedos en los labios, y estos se vuelven azules. Mas tarde, se acerca a Cernunnos y le planta un beso. Afrodita estalla y le clava la espada a Epona, por la espalda. La espada la traspasa, y la bruja da media vuelta- Tu… tu… tu no estás bien, ¿no? Menos mal que soy lo que soy, y que acabo de resucitar a mi amigo, porque si no te metería un guantazo que flipas, muchacha –Afrodita se estremece, y piensa que Epona se a criado en el pueblo mas miserable que hay. Aparece Pysok, con un rastro de sangre- A, el gay…
-¿Que te ha pasado? –se acerca Anu, que levanta a un inconsciente Tëmpar, le reanima. Tëmpar, un poco aturdido, pero consciente ya, cura a Pysok
Merlin se acerca a Epona, y la congela entera, menos las orejas. Entoces, empieza a explicar lo ocurrido. Cuando a terminado, la descongela.
-Te crees que soy gilipollas, ¿no? Si no le ha pasado nada, excepto que lo habéis matado y yo lo he resucitado –Merlin vuelve ha hacer lo que acaba de hacer, y se lo vuelve a explicar. Después de 20 veces, la bruja se lo cree, mas o menos, y dice:
-¿Y no hay otra opción?
-Si –hace un movimiento de muñeca y las cabezas de todos giran hacia donde está él- Mañana será Luna Llena. Asi que mañana iremos al Reino de Beliar y cogeremos el antídoto –todos sueltan un grito de asombro
- ¿Y como piensas hacer eso?- dicen la mayoría
-Con una entrada que hay –suelta una risa malvada. Todos se quedan mirándole, perplejos, y se echan hacia atrás lentamente
-Pero –dicen Afrodita y Epona, dejando a los demás a lo suyo- ¡Cernunnos no sobrevivirá!
-Hum… no había pensado en eso… -hace una pausa- ¡Por cierto!, ¿teneis la acedera, no? –todos asienten y Tëmpar la saca
-Aquí tienes la planta y su extracto –le dice enseñando un botecito.
Esa misma noche, salen fuera de la estancia, con el cuerpo de Cernunnos. Van a un área despejada. Dejan el cuerpo de Cernunnos sobre la hierba, y Merlín, mientras coloca unas extrañas runas alrededor del cuerpo de Cernunnos (cerca, pero detras de los demás), habla con Epona en susurros. Esta, mientras Merlín pone una segunda hilera, coge un frasquito de extracto de acedera y moja sus dedos en el. Luego, repasa la marca de la frente de Cernunnos, dejándola un poco brillante. Pide a los demás que se sienten, y coge otras runas y las pone alrededor de Cernunnos.
-Esto era el remedio para la marca… -dice la bruja- Ahora que la marca esta completa, seguramente retrasará su muerte. Mientras todos os cogéis las manos y decís esto –lanza una bola azul al cielo, que estalla y forma un pequeño texto- nosotros, Merlín y yo, realizaremos el conjuro. Lo que pasa que es mas eficaz si hay runas y varias personas conjurando otro hechizo, sea cual sea… -dice, y luego piensa “como molan las leyes de la magia…”
-¿Puedo hacer una pregunta? –levanta la mano Pysok. La bruja atiende, y aparece Merlín, que acaba de terminar- ¿De que trata ese hechizo?
-Pues es un hechizo que activa las runas. Esas runas mas alejadas son de protección. Las que están mas cerca pero también están lejos son una especie de iluminador de pociones (brilla, pero ese brillo solo lo reflejan las pociones o los extractos). Estas de aquí son necesarias para el hechizo, por lo que siempre que realices este hechizo va a ser eficaz, porque hay gente activando estas runas… Bueno, da propiedades curativas y mágicas a la luz de la Luna, asi que es mas o menos necesario. Bueno, empecemos.
Empiezan los que están sentados, activando las runas. Mas tarde, los magos empiezan. El ritual-hechizo conlleva una hora. Cuando ya han terminado, la marca de Cernunnos parece estar menos visible. Luego, sin que nadie se de cuenta, Epona se acerca a una acedera y se la bebe. Su piel rejuvenece, dejando una joven hermosísima de pelos rizados del color oro. Vuelven a casa, donde dejan a Cernunnos en un sillón y se acuestan. A la mañana siguiente, Epona ya no está, pero nadie se pregunta donde se ha ido, excepto Afrodita, que iba a preguntarle quien era… Llega el crepúsculo, y salen todos de la casa, llevando a Cernunnos al lugar donde quedó dormido. La música vuelve a empezar, pero Merlín da un grito y todo se calma… el árbol ya no es peligroso. Se acercan a este, y le rodean. Anu piensa que debería tener unos 100 m de diámetro, porque estuvieron, según él, andando 4 horas (aunque solo estuvieron unos 10 minutos). Mercenas se entera, el primero, de qué la parte de detrás del árbol está toda muerta y putrefacta. Dejan a Cernunnos en el suelo. Merlín se acerca al árbol. Dan 2 golpecitos. La madera se cae, y deja libre un hueco hondísimo.
-Aquí estamos… -dijo Merlin, un poco cansado- Cuando hay luna llena, la barrera entre las esferas esas es menos fuerte y resistente, por lo que podremos pasar con facilidad. Hay portales como estos esparcidos por todo el mundo… Bueno, entremos.
Merlín, con toda la delicadeza posible, se tiró por el tronco. Todos se tiran. Mientras caes, primero verías corteza de árbol, pero a medida que vas avanzando, verías todo el mundo, todo el Reino de Adanos, verias… todo. Después, todo se enfriaría y se escurecería, hasta ver el sitio mas desagradable de todos. Un trono enorme, para alguien de mas de 10 m, donde, si Beliar estuviera, gobernaría todo. Todo carbonizado, y no para de caer rayos a las pobres almas atormentadas. Una negrura, parecida a la niebla, pero negra, cubre todo, por lo que casi es incapaz ver, excepto ese gran trono. Entran en una gran sala, donde un mago caído esta estudiando. Entra un gran demonio y se carga al mago
-Quienes sois vosotros –dice en un tono espeluznante
-Venia a por una reclamación –dice Merlín, cortante
-A ver si averiguo. El Gran Árbol del Señor. A ver la crema –Merlin le entrega la crema. El demonio la examina- Esta bien. Ademas, no podría darte mas porque el Gran Señor no está. Hay que matar a alguien antes… idiota. Alguien que odies… ahora fuera –el demonio coge a los muchachos y se los lleva a la puerta, pero Afrodita, al la que el demonio a manchado el vestido cuando iba a escupir, se harta, da una voltereta y, en el aire, le da una patada en la cara al demonio.
-¡Guardias!

Una bruja salvaje a aparecido, que bien que sigas con la historia, hacia rato que estaba plantado.

jajaj ya me había olvidado de Pysok xDD Me gusta mucho, has mejorado la narración!!
PD: Este relato procuraré seguirlo