El comienzo del reino de Adanos

Excelente, coincido con Mercenario, también me intriga lo de la bola de fuego.

Aqui va otro capitulo, extraño y corto:


Capitulo 11: La runa de Innos


-Vamos a buscar la runa -dijo Cernunnos
Se adentraron en el desierto. Anu fue el primero que entró al desierto, y cuando entró, sintió que era peligroso estar alli. Los demas entraron y sintieron lo mismo. Siguieron caminando. Cada vez que se adentraban en el desierto el calor iba aumentando, y, cuando miraban hacia atras, parecia que siempre habian estado en el desierto, porque no se veía la tierra seca y rocosa. Continuaron andando. Y siguieron andando. Cada vez la sensación de que algo peligroso habia iba aumentando. Hacia cada vez mas y mas calor. Vieron un brillo a lo lejos.
-¿Puede ser eso? ¿Eso será la runa? -dijo Afrodita
-Yo creo que si -dijo Pysok- Vamos
COntinuaron andando. Pysok, que iba el primero, parecia mas pequeño que antes. Continuaron andando. El último, que era Finn, vió como todos los demas parecian mas pequeños. Cada vez que se acercaban a la runa, se hacian mas pequeños, y, cuando miraban hacia atras, parecia que habia mucho mas desierto. Estaban ya muy cerca, y vieron como la runa brillaba mucho, con un resplandor cegador. Distinguieron un pequeño monte de arena que sujetaba a la runa. Llegaron al monte.
-Voy a escalarlo -dijo Cernunnos
-Pero ten cuidado -dijo Afrodita, asustada
Cernunnos comenzó a intentar escalar. Había unos peldaños de arena. << Será fácil>>, se dijo Cernunnos a si mismo. Pisó un peldaño, y otro, y otro. Ya iba por la mitad, cuando la arena se "escurrió" y Cernunnos fue cayendo
-¡Cuidado, Cernunnos! -dijo Afrodita, mordiendose los labios
Cernunnos vió como salió otro peldaño, y se agarró a él.

Mientras tanto, los otros 5 iban menguando hasta que Finn vió lo que pasaba
-Chicos, estas arenas son...crecen -dijo Finn
-¿Como que crecen? -preguntó Anu
-Son como arenas movedizas, pero crecen...-intentó explicar Tëmpar
-Pero...¿porque? -preguntó Pysok
-Será algún hechizo para proteger la runa

Cernunnos ya casi habia llegado. Ya casi podia tocar la runa. Ya casi la tenia en su mano. Pero el monte se cayó y Cernunnos quedó atrapado en la arena
-¡Cernunnos! -grito Afrodita
-¿Que ha pasado? -preguntaron Anu, Pysok, Tëmpar y Finn a la vez
-No se -contestó Afrodita.
Un meneo sacudió el desierto. Los 5 se cayeron. Cernunnos salió de la arena, y sacó su bastón. Los otros 5 se pusieron de pie y comenzaron a buscar. El monte volvió a levantarse, con la runa encima. Pero la arena comenzó a crecer, y el monte tambien, formando una rampa para subir a él. Como Cernunnos estaba subiendo el monte no le pasó nada, mientras que los demas se estaban "ahogando" de tanta arena.
-¡Ayuda, ayuda! -gritaron los 5 al unísono, y Afrodita sacó la mano, e intentó sacar la cabeza.
Cernunnos miró hacia atras. Iba a cojer la runa y se iban a ir. Afrodita sacó su cabeza, pero la arena aumentó y se la tragó, y Cernunnos la miró, furioso por lo que pasaba. La rampa comenzó a enpinarse, haciendo mas dificil la subida. Cernunnos seguía subiendo, con mas dificultades. La rampa se empinó y se quedó como estaba al principio, una pared vertical. Cernunnos todavía seguia escalando, y de vez en cuando miraba hacia atrás para mirar como estaban los demas. Solo se podia describir con una palabra: vivos. La cuesta fue echandose hacia atras, aciendo que Cernunnos colgara. Quedó como un cuarto de una circunferencia. Cernunnos ya estaba en la punta, y de haber seguido la pared vertical, habria cojido la runa.
-¡Cernunnos, ayuda! -gritó Afrodita- Los demas estan muy abajo, y dicen que se estan quemando.
-Ya casi tengo la runa -dijo, y la arena comenzó a subir, tapando a Afrodita e intentando alcanzar a Cernunnos- Mierda
La arena subia y subia. Tocó los pies de Cernunnos y este se apoyó en ella para intentar cojer la runa
-Ya esta casi.... -dijo, tocando la brillante runa, y cojiendola
Todo volvió a su normalidad. El monte volvió a su forma vertical y un gran viento se llevó la arena, que seguramente que formaría una tormenta de arena. Cernunnos cayó del monte
-Ufff, menos mal -dijo Pysok mientras se levantaba y se quitaba la arena, cayendo por unas grietas formadas por lo seco que estaba el suelo. Lo mismo hicieron los otros 5
-¡Tengo la runa! -dijo cernunnos, y un estruendo se oyó bajo tierra
-¿Que ha sido eso? -preguntó Finn
-No lo sé -contestó Tëmpar, mientras la arena que el viento se había llevado volvía y rodeaba a los heroes, haciendo una cúpula
-¿¡Que esta pasando!? -dijo Afrodita alterada.
Los huecos de las grietas comenzaron a iluminarse con una luz naranja/roja/amarilla, pero no cegadora. Otro estruendo se oyó, y un temblor recorrió el suelo a la vez que un escalofrio recorria el cuerpo de Cernunnos. La arena que flotaba cayó, atrapando a los humanos. Se oyó un rugido de entre las grietas, y la luz fue aumentando, a la vez que el calor allí
-Tengo miedo -dijo Pysok- parece que Caronte existe de verdad
-¿Caronte? -preguntó Tëmpar
-Si, Caronte, es un animal que creó Innos para proteger un templo, que estaba atacado por Beliar, unos meses despues de la primera batalla entre los dioses.
Poco despues se volvió a oir otro gruñido. Esta vez mas fuerte. Las grietas se agrandaron y se unieron, haciendo asi que el suelo se rompiera.
-¿Pero que.....? -intentó preguntar Anu, pero se resbaló y se cayó en una placa de tierra que se habia soltado.
Se sujetó con los brazos y las piernas y pudo observar como un animal llameante, con una cabeza de pajaro, otra de lobo y otra de leon, intentaba soltarse de unas cadenas que lo mantenian prisionero. Cernunnos y Afrodita ayudaron a Anu a levantarse. Se colocaron los cuatro en una placa, y todas las demas salieron volando. El animal salió, con unas inmensas alas.
-Yo no vi ningun ala -dijo Anu, y la cabeza de pajaro y la de lobo desaparecieron- y tenia dos cabezas mas...
-Como el animal es fuego se puede modificar -dijo Pysok, pero el Caronte fue a por ellos.
No podian salir, por la arena y porque solo habia una placa: la de ellos; y una bestia gigante iba a por ellos. Antes de que la bestia llegara hacia los heroes, un dragon azul surcó el cielo y lanzó un chorro de agua al leon, que se dió media vuelta para ver que había pasado. El dragon desapareció y apareció bajo la placa de los jovenes. Ellos saltaron al dragon y salieron volando.
-Ufff, nos hemos librado -dijo Tëmpar, pero una llamarada pasó cerca del dragón- Me olvidé de que Caronte tenia alas....

Bufff este capítulo ha sido super emocionante. Mis felicitaciones, me ha gustado mucho

Excelente. Afrodita se preocupa demasiado por Cernunnos. ¿Estas sacando varios nombre de la mitología? Caronte es que que remaba por el rió Estigia.

Como ya dije al principio del relato, como se me da muy mal inventarme nombres pues los saco de la mitologia, y las ciudades las saco del traductor google

Siento hacer doblepost. Aqui va otro capitulo:

Capitulo 12: El viaje a Khorinis


Otra llamarada pasó al lado del dragón
-¿¡Que podemos hacer!? -preguntó Anu a Ymir
-No lo se, probar a debilitarle con hechizos de Adanos y de Beliar -contestó este, mientras esquivaba otra llamarada
-Vale -dijo Afrodita, y lanzó un rayo a Caronte, y este gruó y lanzó otra llamarada. El cielo se cubrió de nubes y empezó a llover. El cielo estaba oscuro, y las nubes aumentaron- No funciona. Oye, ¿porque el cielo esta asi?
Justo cuando Afrodita preguntó, Caronte lanzó una llamarada que impactó contra la cola del dragón. Este comenzó a descender. Rápidamente, la luna comenzó a verse mejor, era luna llena.
-¿Como es que ha caido tan rapido la noche? -dijo Pysok, mientras Tëmpar intentaba congelar a Caronte- Estabamos a mediodia...
Cernunnos lanzó un gran chorró de agua que impactó con el animal llameante, y este cayó en picado hacia el mar que tenian debajo
-Ya esta, ya esta muerto -dijo Finn- ahora, a Irdorath
Continuaron su trayecto. Las nubes cada vez se volvían mas negras y llovia con menos frecuencia. Ymir estaba dolorido por el golpe en la cola que había recibido. El dragón escuchó un gran ruido detras suya, y giró la cabeza, molestando a todos sus acompañantes. Afrodita se fijó en una gran sombra que habia a lo lejos. Esta se movió hacia abajo, y, rápidamente, una gran bestia carbonizada se posó delante del dragon, que como intentaba descubrir de donde procedia ese ruido, estaba dado la vuelta y no se enteró. La bestia carbonizada tenia alas, cabeza de aguila y cuerpo de león. Pysok, que no sabia de quien se trataba, le lanzó una gran bola de fuego. La bestia entonces comenzó a arder y se convirtió en fuego. Este fuego comenzó a aremolinarse, y despues se formó un gran circulo (parecido al Sol pero sin nada en su interior). Los humanos contemplaron lo que pasaba, y el dragón dió la vuelta a su cabeza. Entonces, la gran bola explotó, hechando al dragon y a sus acompañantes hacia atras. El dragón cayó hacia el mar, pero antes de llegar retomó el vuelo y volvió a las nubes. El fuego de la gran explosion formó un gran anillo alrededor del dragón. De este fuego, comenzaron a salir formas de animales, con alas, que se lanzaban contra el dragón. Afrodita, ya harta, levantó las dos manos, y las colocó paralelamente una de otra. Lo que parecía un pequeño relampago salió de la mano derecha y rápidamente llegó a la izquierda. Despues, aunque el relampago seguia saliendo de la derecha, un relampagó salió de la izquierda y fue hacia la derecha. Afrodita tenia dos relampagos en sus manos, que unió, y estos empezaron a formar una pequeña bola. Mientras tanto, el dragón esquivaba a los animales, y Cernunnos lanzaba grandes bolas de lo que parecia barro hacia los animales, mientras que Tëmpar lanzaba grandes bolas de agua tambien a los animales. Finn prestó su antiguo arco a Anu, y los comenzaron a lanzar flechas. Pysok se conformaba con ver a Cernunnos lanzar bolas de barro. Una de estas bolas alcanzó a un animal, y con el calor de este, el barro se endureció, con lo que el animal cayó hacia abajo. Tëmpar, por su parte, lanzó una bola a un animal, y este, como si el agua le hacia sufrir, empezó a descomponerse y a formar pequeñas llamas que se quedaban detras del dragon. Afrodita, que ya habia terminado su hechizo, se puso de pie, con vertigo y algo de dificultad, y lanzó esa pequeña bola a un animal cercano. Por suerte, la bola impactó contra el animal, y comenzo a "electrocutarse", con relampagos que recorrian todo su cuerpo de fuego. El relampago fue hacia otro animal, pasandole lo mismo. Y asi sucedió con todos los animales, menos uno. Este tenia forma de lobo, y por algún casual, el relampago no habia llegado a él. Entonces, una de las flechas de Finn le alcanzó y le congeló. El hielo formó como una capa resistente a todo, porque el lobo no hacia mas que arder, hasta que el hielo comenzó a congelar su cuerpo, comenzando por las alas. Inmediatamente el animal cayó al mar, donde se reunió con el resto de animales.
Estaban, aproximadamente en Khorinis, y el dragón comenzó a descender lentamente. Antes de llegar a la orilla tiró a los humanos y el giró, se elevó, y se perdió por las nubes. Los humanos nadaron hasta el puerto, y allí, antes de subir una pequeña rampa, se secaron mediante un hechizo de Pysok. Ademas, Finn y Afrodita se taparon sus largas orejas.
-Ha sido un viaje muy dificil -dijo Cernunnos- y silencioso. Hoy tendremos que dormir en alguna posada de estas y mañana iremos a Irdorath. No creo que Ymir nos quiera llevar, a si que iremos en barco. Buscar alguna posada, y nos veremos en la puerta del lado contrario al nuestro.
Pysok fue hacia una taberna muy cercana al puerto, y Cernunnos a una llamada "La antorcha roja". Los demas subieron una gran cuesta y se metió Afrodita en la primera que vió. Finn, Anu y Tëmpar, como no encontraban otra, asi que se metieron en la misma que Afrodita.

-¿Hay camas, para dormir? -preguntó Pysok
-No -contestó un hombre, ya viejo, que estaba detras de la barra
-Vale, gracias -dijo Pysok, diriguiendose a la taberna donde estaba Cernunnos

-¿Hay camas? -preguntó Cernunnos
-¿Que si hay camas? Pues claro que hay. Mira, dile a esa chica de allí, Nadja, que te acompañe arriba
-Vale
-Chhhhs, el dinero
-¿Cuanto es?
-Con 50 monedas de oro sobra
-Espera que tengo que cambiarme -gritó la chica
Cernunnos se sentó en una butaca a esperar a que la chica se cambiara, pero cuando la chica volvió, empezó a sentarse encima de Cernunnos (vamos, que le hizo un estriptease de esos). Este se quedó asombrado cuando vió las mamas de la chica. Pero entonces Pysok entró por la puerta y vió lo que pasaba. Con un movimiento de mano quitó a la chica de encima de Cernunnos y se puso él a hacer lo mismo
-¡Quita! -dijo Cernunnos dandole levantandose y dandole una patada en sus partes nobles- Vamos con los demas -dijo como si no hubiera pasado nada
Los dos subieron hacia la puerta del lado opuesto, actuando como si no hubiera pasado nada. Los otros 4 les conducieron a la posada que habían encontrado, y alli pasaron la noche
Cernunnos volvió a soñar con el Durmiente, pero tambien con un lago, un bosque, y un beso mas húmedo que el anterior, y en un lugar mas fresco y frio.
-Te pareces mucho a tu padre... -dijo un eco en el sueño de Cernunnos, y el vió un hombre pero no podia ver bien la cara- igual de fisico y de estupidez -esta vez con mas fuerza- Vas a morir -un susurro- Oh, si es el viejo Dragda......pero que mayor esta -dijo la voz en la cabeza de Cernunnos, y se vió un destello de luz azul
Luego vió el tornado de fuego de Milten y el suyo de agua, que explotaban. Entonces vió un sitio, lleno de muertos y quemado, con unico superviviente, pero no se le veia la cara. Entonces el sueño terminó con una gran bola de fuego. Cernunnos despertó. Era de dia, una mañana fresca y luminosa. Nada podia estropearla.

Este capítulo también me ha gustado aunque, como crítica constructiva, he de reconocer que hay partes en las que uno se pierde. En concreto, cuando aparece

Spoiler:

me ha costado esfuerzo comprender lo que quieres decir.

Por todo lo demás, muy buena historia y muy divertida. Lo del

Spoiler:

desternillante xDD aunque me sienta relativamente ofendido al ser un personaje basado en mí

Muy bueno, concuerdo con Psico. Como me rei.

dulcepsicopata escribió:

Por todo lo demás, muy buena historia y muy divertida. Lo del [spoiler]

Guau que historia tan divertida y emocionante -aunque va a una velocidad que cuesta un huevo seguirla, la verdad xD- Buen trabajo, Adanos

Gracias a Loco me lo he leido ( ya lo habia olvidado jeje )
En fin, muy bueno, sobretodo lo del srtiptease xDDDDDDDDDDDDD Muy bueno, si señor!

Psico, es un personaje con un nombre parecido al tuyo (si, algo basado en ti), pero no tiene tu "personalidad", ya que el es may gay que tu, y, bueno, tanto como obeso no, pero el esta un poco gordo, y tu, segun nos cuentas que haces con la bici, no.

Bueno, gracias por pelotearme ^^

Siento otra vez hacer doblepost. Aqui va un nuevo capitulo, corto (que puede herir a dulcepsicopata, que le pido disculpas):

Capitulo 13: Un dia en Khorinis


"Mas sueños extraños, me pregunto que serán" se dijo a si mismo Cernunnos "Ademas, como Afrodita descubra lo de la posada esa... la he cagado. Bueno, dejemonos de preocupaciones, Finn esta despierto, le diré que me voy a dar un paseo en esta hermosa mañana". Cernunnos salió de la habitación en la que dormian todos, bajó las escaleras y encontró a Finn fuera, sentado en unas escaleras.
-Oye Finn, voy a pasear fuera de Khorinis, que hoy es un dia muy luminoso y bonito. Ademas, cazaré algo y traeré comida, para desayunar
-Vale, vuelve pronto. Nos vemos -dijo Finn dedicandole una sonrisa
Cernunnos se dió media vuelta, entró otra vez en la posada, subió otra vez las escaleras, cojió una pequeña bolsa de cuero, y saltó por la ventana. Antes de llegar al suelo, Cernunnos habia desaparecido, y aparecido en la puerta de la gran ciudad. Salió de esta, abriendo la bolsa de cuero y sacando lo que parecia el antiguo arco de Finn. "Haber que tal se me dá el uso del arco" dijo para sus adentros "Intentaré dar a ese árbol" pensó, mientras colocaba la flecha en el arco. Tensó la cuerda, apuntó y disparó. La flecha golpeó el árbol, y lo atravesó.
-Guau, si que tienen poder las antiguas flechas de Finn -dijo Cernunnos asombrado, acercandose al árbol y cojiendo la flecha- Valdrá, para algún animal débil
Siguió un sendero que tenia a su derecha, cuando de repente le empezó a doler la cabeza. Cerró los ojos, y vió ese mismo sitió, algo cambiado, con una persona identica a él, luchando con un mago extraño, de capa negra y una mascara rojiza. Cuando el misterioso hombre mató al mago, la cabeza dejó de dolerle y abrió los ojos. Comenzó a buscar una respuesta a esas visiones, a esos sueños, pero no encontró ninguna. Otra vez le sucedió lo mismo, pero esta vez le vino la imagen de 3 magos, uno de fuego, otro de agua, y otro negro, haciendo un ritual en un circulo de piedra, en un bosque. En el centro de ese circulo habia un amuleto, un poco viejo y roto. Cernunnos volvió a ver al hombre de su otra visión, el que era identico a él. Despues abrió otra vez los ojos y vió que no estaba en el sendero, si no que estaba en el lugar de su última visión.
-¿Pero que estoy haciendo aqui? -preguntó Cernunnos, como si hubiera alguien mas alli- ¿Y ahora como vuelvo? -dijo, pero se quedó mirando una piedra que había en el centro del circulo, y la cojió- Que extraña piedra, no parece una runa, y... y parece que tiene mucho poder, me pregunto que será. Oye, ¿y eso? -dijo corriendo hacia un lado del circulo- ¡Pero si son unas escaleras! Vamos hacia Khorinis otra vez
Cernunnos bajó por las escaleras, con la extraña piedra en la mano, hasta que se encontró un lobo, al que rápidamente mató y cojió su carne <> pensó. Volvió a dolerle la cabeza, cerró los ojos y vió a un hombre con una antigua armadura de paladin, hablando con el extraño hombre de siempre, en un cuartel. Hablaban de un amuleto llamado "el Ojo de Innos". Volvió a abrir los ojos y estaba en ese lugar.
-Que cosas mas extrañas -dijo en voz alta, mientras que un puñado de gente le miraba- Em...hola, soy Cernunnos.
-¿Cernunnos? ¿Habeis oido?, ¡es Cernunnos! -murmuraron todos
-Danos el mapa, o sufriras las consecuencias -dijo un hombre con una armadura de lo que, por lo que le habia contado Dagda, de hashishin
-¿Que mapa? -preguntó Cernunnos, sin saber a lo que se referia- No tengo ningun mapa
-Danoslo por las buenas, o lo cojeremos nosotros -dijo el hombre apretando el puño. Se quedó esperando a que el druida le entregara "el mapa", pero no hizo nada, asi que, el hashishin, cansado de esperar, gritó- ¡A por el mapa, por Beliar!
Todos los hombres allí presentes, a excepción de Cernunnos, se cubrieron de un humo negro, que rápidamente se disipó. Las armaduras que teneian habian desaparecido, pero en su lugar tenian unas de mago negro. De la mano de todos los nigromantes, salió un humo negro, y Cernunnos, empujando a los que impedian la salida de Cernunnos, intentaba salir de aquel lugar. Los nigromantes lanzaron el extraño hechizo, y Cernunnos se agachó, con lo que el humo chocó, formando una calavera. Cernunnos se puso de rodillas e intentó pasar entre los magos, que no dejaban de lanzar ese hechizo. La calavera formada comenzó a perseguir a Cernunnos, de una manera lenta. Un gritó se oyó a lo lejos, y un gran proyectil de hielo impactó contra la casa, que heló a todos los que había dentro, excluyendo a Cernunnos, que salió de la casa. Era Finn, que había lanzado una de sus flechas. Estaba acompañado con el resto. Volvió a lanzar otra flecha, para asegurarse de que se quedaria bien metidos en la casa
-¡¡Cernunnos, como te atreves...!! -dijo Afrodita gritando. Por el rostro que tenia parecia furiosa. Entonces le dió un golpe a Cenrunnos- ¿¡¡Como te atreves a........a......hacer lo que has hecho!!?
-¿Que he hecho? -dijo Cernunnos, asustado y dolorido
-¡¡Pues lo de.......lo de la taberna!! ¡Pysok me lo a contado todo!
-Ademas de ser gay tambien es chivato, lo que faltaba -dijo Cernunnos para sus adentros- Pero, yo creia que...dormir, hoy...¡Y Pysok me hizo otro! -dijo Cernunnos intentando que no lo diera otra vez. Afrosita miró a Pysok con cara de asesina
-¡Parar ya, que si no nos van a cojer! -gritaron Anu y Tëmpar a la vez
-Vamos al circulo del Sol, allí estaremos seguros -dijo Finn, mientras Tëmpar cojía a todos y desaparecian. Un segundo despues, el hielo de la flecha de Finn desapareció de la casa, liberando a todos los magos. Aparecieron en el mismo sitio en el que Cernunnos habia estado antes.
-Pero como.....que.... -dijo Cernunnos, sin comprender lo que pasaba- Ah, Tëmpar, tuve unas visiones muy extrañas de un hombre identico a mi, y aparecí en este lugar. En el centro de esa piedra estaba esta piedra -dijo y la sacó del bolsillo- No parece ser una runa
Tëmpar cojió la piedra, y junto a Anu y Finn, la examinó. Mientras ellos descubrian que era esa piedra, Cernunnos y Pysok tuvieron una larga charla con Afrodita, llena de gritos y bofetadas.
-¡No puedes hacer eso, ya sabes lo que paso! -gritó Afrodita a Cernunnos, dandole una bofetada
-¿Que paso? -dijo Pysok, que no entendia nada
-¡¡Calla!! -gritó Afrodita, dandole una bofetada a Pysok- No te vuelvas ha acercar a mi mas -dijo y le dio una bofetada a Cernunnos- Y en cuanto a ti, estúpido gay obeso, ¡deja de chivarte! -y le dió una bofetada a Pysok- ¡¡¡Adios!!! -dijo, dando una bofetada Pysok y a Cernunnos junta.
-Que tia, me ha dejado la cara roja, dudo que vaya a dejarme de doler -dijo Cernunnos mientras se tocaba la cara
-Ya te digo, aunque...¿que pasó? Ella dijo que pasó algo -dijo Pysok, tocandose la cara y tocando la pierna de Cernunnos
-Nada, solo que...nada, no pasó nada -dijo Cernunnos, que no sabia si contarselo o no. La mano de Pysok se deslizó de la rodilla de Cernunnos hasta la entrepierna, haciendo que Pysok se sobresaltara- ¡Que haces, puto maricon!, ¡deja de ser tan gay y vete! -dijo cojiendo una piedra y tirandosela a Pysok, que se intentaba escabullir
-Jajajajaja, que grande, jajaja. Otro dia lo volveré ha hacer -dijo mientras corria. La piedra le dio en la cabeza y se calló- Au, me has hecho daño, aunque con lo que he hecho -dijo, y se puso a la espalda de Anu
-Dejar de pelearos -dijo Tëmpar, que parecia saber que era esa extraña piedra- Esta piedra es un tipo de runa, que en el continente se llaman: "piedras de teletransporte". Parece que lleva a Irdorath, con la que la usaremos para ir a por la runa de Beliar. En cuanto a tus visiones, no he conseguido averiguar nada.
-Yo he descubierto una cosa -dijo Finn- Los magos negros no quieren que vayamos a por las runas porque creen que en vez de despertar a los dioses los vamos a destruir, no se de donde se sacaron la idea
-Yo tambien he descubierto una cosa -dijo Pysok- Que Cernunnos me pone mas de lo que me ponia antes -dijo, mientras Cernunnos se pasaba la mano por la cara, pensando lo gay que era Pysok- Jajajaja, porque le toqué sus partes -todos pensaron lo mismo que Cernunnos, y con asco miraron a las partes de Pysok.
Afrodita se sobresaltó y le dió 4 bofetadas a Pysok: 1º Por ser gay, 2º por ser chivato, 3º por tocarle las partes a Cernunnos y 4º por ver sus partes. Dejaron el asunto para despues y se pusieron a entrenar para el combate en Irdorath. No sabian lo que pasaria, pero tendrian que estar preparados para lo peor. Cernunnos y Afrodita entrenaron juntos, conviertiendose en entrenamiento en un combate a muerte, con muchos gritos. Tëmpar y Anu entrenaron tambien juntos, y hablaban sobre que harian despues de todo esto. Y por último, Finn y Pysok entrenaban juntos, y el combate se convirtió en un infierno para Finn, porque Pysok queria hacerle lo mismo que a Cernunnos. Pasadas 2 horas, todos estaban cansados, asi que se todos se cojieron de Tëmpar (ya os podeis imaginar de donde intentó cojerle Pysok), y desaparecieron.

Gran capitulo, y por cierto que personaje más deternillante es ese mago de fuego con tendencias homosexuales xD por cierto, ¿qué significan las <> que aparecen en tu capitulo cuando Cernunnos está pensando para sí mismo?

pysok es tan gay que es poco creible que exista alguien asi xd

Lo siento, pero al parecer no sale lo que decia Cernunnos. Ahora lo cambio.

Este pysok, tan homosexual que ofende a psico.

Adanos97 escribió:

Afrodita se sobresaltó y le dió 4 bofetadas a Pysok: 1º Por ser gay, 2º por ser chivato, 3º por tocarle las partes a Cernunnos y 4º por ver sus partes.

Muy buen capítulo Adanos, es bastante llevadera la lectura de tu relato, lo único que crispa un poco es el personaje de Pysok, ya me entiendes xD .

Sigue escribiendo, saludos!

Aqui va otro capitulo, mas largo que los demas, sobre el Comienzo del reino de Adanos


Capitulo 14: La runa de Beliar



Aparecieron en una orilla, rodeada de orcos y otras criaturas extrañas. Un camino se hayaba delante de ellos, e iba a parar a una cueva. Todo el camino estaba infestado de orcos y hombres-lagarto. El camino estaba rodeado de estalagmitas y estalactitas, que hacian casi imposible la huida del camino. Todavia ningun ser se habia dado cuenta de que alguien aparte de ellos estaba en ese lugar. Pero los orcos no eran orcos normales: tenian la cara deforme y llevaban armaduras extrañas y desgastadas. Pero a los heroes no les parecio importarles mucho. Despues de un rato contemplando el lugar, como si nunca lo hubieran visto, continuaron su camino. Anu iba delante de todos, para matar a los enemigos con un rápido corte de espada antes que nadie, y Finn el último, cortando el paso. Afrodita, dandole envidia a Anu, era la que protegia a los demas, porque mataba antes a esas extrañas criaturas de Beliar antes que Anu. Llegaron a la entrada de la cueva, con ciertas dificultades. Siguieron delante, sin importarle los caminos y tuneles que hubiera. Entonces a Cernunnos comenzó a dolerle la cabeza, y paró en seco, molestando a los que iban detras de él. Cerró los ojos y volvió a ver a un hombre identico a él, pero en un patio porticado, que luchaba con dos magos negros, igual que la vision anterior de la anterior, y unos cuantos esqueletos. Mientras Cernunnos estaba agachado, y Anu y Finn luchando con unos orcos, Afrodita se acercó a Cernunnos
-Deja de hacer el tonto y vamos, que perdemos tiempo -dijo Afrodita mientras le agarraba. Despues, soltó un brillo cegador y Cernunnos y Afrodita desaparecieron, apareciendo en el lugar en el que Cernunnos veia.
Cernunnos abrió los ojos, ya que le habia dejado de doler la cabeza. Ese sitio estaba vacio
-Me pregunto donde estarán todos los magos negros, aqui parece no haber nadie -dijo Cernunnos mientras subia las escaleras
-¿Donde estamos? Bueno, eso da igual, tendremos que ir con los demas -dijo Afrodita cojiendo la mano a Cernunnos y llevandoselo hacia abajo- o explorar -y soltó la mano.
Decidieron continuar, asi que subieron las escaleras. Continuaron andando, hasta que el camino se dividió en dos. A la izquierda tenian una sala con unas estatuas con armaduras negras, probablemente alguna armadura extraña de los antiguos guerreros de Beliar, mientras que ha su derecha habia una puerta. Afrodita observó la cerradura, que parecia que habia sido forzada por alguna ganzua, pero al intentar abrir la puerta no consiguió hacerlo.
-Vamos a ver lo que hay aqui dentro -dijo, haciendo un movimiento hacia la izquierda con la mano, y un destello morado salió en la cerradura de la puerta- Vamos a ver que hay dentro.
Cuando entraron se llevaron la sorpresa de que no habia nada, a excepcion de un libro, con unas escrituras muy extrañas, y unos huesos en el suelo, probablemente de alguna lucha.

Mientras tanto, los otros cuatro heroes no tuvieron tanta suerte como los otros. Ellos tuvieron un camino lleno de orcos y hombres-lagarto.
-Oye, ¿cuando va ha dejar de haber criaturas? -preguntó Pysok, lanzando una gran bola de fuego a un orco
-No lo se, pero sigamos luchando. Seguramente sea pronto -dijo Tëmpar, mientras le daba un puñetazo a una gran araña que venia hacia él
-Creo que ya no hbrá mas criaturas en cuanto lleguemos alli -dijo Anu señalando con la espada al lugar en donde estaban Cernunnos y Afrodita, y con la otra luchando contra un hombre-lagarto.
-Oye, ¿y Afrodita y Cernunnos, ahora que me acuerdo? No los he visto desde... -dijo Finn mientras se rascaba la barbilla intentando recordar- ... desde aquel extraño brillo

Mientras Afrodita intentaba encontrar algo debajo de la cama o escondido entre los libros, Cernunnos escuchó un grito y un sonido extraño, como un grito de guerra de algun orco, apagandose en un grito de agonia y dolor. Cernunnos salió de la habitación y bajó las escaleras. Para su sorpresa pudo ver a los demas: Tëmpar, Anu, Pysok y Finn. Estos fueron hacia la habitacion donde estaba Afrodita, acompañados por Cernunnos, que les guió. Afrodita pudo ver, debajo de la cama, un pergamino, y Afrodita se puso a leer
-"Milten, como ya sabras, el joven druida, Cernunnos, esta en la busqueda de las runas de los dioses. Han cojido la piedra de Innos, por lo que tu dios esta en peligro. Un asesino, Mercenas, descubrió que el mago Tëmpar era un..."esta parte no se puede leer porque esta manchada de tinta "destr..... di..... Como nuestros dioses corren peligro, podriamos unir nuestras fuerzas y acabar con Jharkendar, y matar uno por uno a sus amigos, para así, cuando el druida no tenga ayuda, se rinda y deje de buscar esas piedras. Seth." Esperar, hay una contestacion "Seth, acepto vuestra alianza. Por lo que me dices, hay que hacerlo. Luego, cuando todo esto alla acabado y Adanos y sus siervos no tengan fuerzas para detenerme, iré a por ti. Milten" Que contestacion mas rara. Bueno, sigamos adelante.
Y asi hicieron, pero cojieron la carta. Fueron a la otra sala, y Afrodita abrió la puerta con un giro de muñeca. No la abrió del todo, y por el hueco de la puerta, metio la cabeza, miraba lo que pasaba. Millones de magos negros estaban torno a una mesa, rezando a Beliar. Habia una puerta abierta, con dos magos negros cuidandola, que parecia conducir a una sala grande, donde el gran Seth conversaba con el asesino de la carta, Mercenas. Le estaba dando una serie de ordenes, pero Afrodita no las conseguia escuchar, ya que habia mucho ruido, por las conversaciones de los demas magos. Metió el hueco otra vez para hablar a los demas y cerró la puerta cuidadosamente, para no irrumpir
-Al otro lado estan todos los magos negros habidos y por haber. Tengo dos planes: 1º Irrumpir en la sala intentandi matar a cuantos magos podamos, y morimos en el intento (una mision suicida) o 2º Nos hacemos invisibles y descubrimos los planes de Seth, cojemos la piedra y desaparecemos.
-¡¡Lucha!! -gritó Anu como un poseido, y saco las espadas, dispuesto ha abrir la puerta
-¡No, para! Tenemos que hacernos invisibles, o cualquier cosa, pero lucha no. No tenemos ninguna posibilidad, somos 6 y ellos millones -dijo Tëmpar rascandose la barbilla. Luego miró a Pysok- O si....

Los magos negros rezaban y no paraban de murmurar cosas, pidiendole a Beliar poder y que los innostianos y adanistas mueran. En la gran sala, una puerta, medio abierta, tenia una cabeza en medio, con ojos rojos. La puerta donde estaban los heroes se empezó a tambalear, algunos magos negros miraban, otros no. Se volvió a tambalear, y esta vez lo miraron muchos mas magos negros. Otro tambaleo, mas fuerte que el anterior, y todos los magos negros que rezaban miraron. Otro tambaleo, mucho mas fuerte que el anterior, que molestó a algunos magos de la gran sala, que miraron. Otro tambaleo, muchisimo mas fuerte que el anterior, todos menos Seth y Mercenas la miraban. Un gran silencion hubo en la sala, a excepcion de los murmuros del asesino y los gritos del mago. Los primeros que habian observado la puerta se preguntaban porque no se habia roto, porque con tanto tambaleo y sonido... Otro golpe sonó, que ya molestó a Seth y a Mercenas, que miraron a la puerta.
-¡¡¡¡Mirar!!!! -gritó una voz, mientras la puerta se caia y Pysok estaba desnudo.
Todos los magos se quedaron mirando, con la boca abierta, a Pysok, y embobados. Los demas fueron corriendo y se escabulleron por el hueco de la gran puerta, incluidos Pysok. Cerraron la puerta, y Cernunnos sopló un povo que tenia en la mano. Justo despues unos gritos se escucharon al otro lado de la puerta. Habian utilizado una ilusion. Siguieron hacia delante, y se encontraron con los tuneles en las que una vez se perdieron. Siguieron andando y Cernunnos pudo sentir que habia algo dentro. En realidad, todos podian sentirlo, al igual que en la runa de Innos. Afrodita se acercó a su antiguos grilletes, y los toco, arrancandolos y tirandolos al suelo con cara de asco.
-¿Donde esta la runa? -preguntó Anu, que era el que menos la sentia
-Parece que esta por alli -dijo Cernunnos moviendose hacia la izquierda- No, por alli -dijo moviendose adelante- No, por alli -dijo moviendose hacia la derecha- No, por alli -dijo moviendose hacia abajo
-Ajam, ya se lo que haces -dijo Pysok interrumpiendo- ¡Estas bailando! Yo tambien quiero. Izquiera, no por alli no. Derecha, por alli tampoco un un. Arriba y abajo y me abro de piernas -Cernunnos se pasó la mano por la cara
-No, es que parece que se mueve -dijo Finn, viendo lo que hacia Cernunnos- O es que se mueve. Parece que...parece que se mueve, si.
El frio suelo rocoso se iluminó de un verde extraño, y un extraño humo salió de él. Este humo cubrió todo, cegando a los demas. Tëmpar iluminó la sala con una bola de luz
-Venir aqui, no os separeis -dijo Finn, cojiendo a Pysok que se estaba acercando demasiado al lugar donde comenzó a ocurrir eso.
Una garra rompió la roca, y una pata de reptador de la mina quedó descubierta
-No me digas que... -dijo Tëmpar hechandose hacia atras- ...que la tiene eso.
El Durmiente salió del agujero que su pata había hecho. Con una de su pata dió a una estagmita en la que Pysok se habia cobijado, rompiendola. Este salió corriendo y se escondió en una estalagmita en la que estaba Afrodita, y esta le pegó un guatazo, asi que se fue a la que estaba Finn. Este sacó su arco y disparó una flecha a la cabeza de la bestia, haciendo un pequeño cristal de hielo entre los ojos, que subió hasta la frente. Allí se vió un pequeño resplandor, con lo que todos averiguaron donde estaba la runa. El Durmiente fue hacia Tëmpar, que estaba en una esquina de la cueva. Este lanzó un dardo de hielo contra el suelo, y una columna de hielo salió de este. Despues, la bestia partió la columna en dos, pero se cayó la mitad de la columna en una pata. Viendo que no funcionaba con estos, probó con alguien mas débil, Afrodita. Esta huyó de estalagmita a estalagmita, y de vez en cuando se giraba y le lanzaba algún que otro rayo. Finn entonces disparó una flecha a la runa de Beliar, que se descolgó de la frente del Durmiente y cayó. Afrodita se abalanzó contra la runa y la cojio, ya que estaba a punto de romperse. El Durmiente vió un momento oportuno para atacar a la chica, y levantó la pata y la dejó caer lentamente sobre la elfa.
-¡Cernunnos, el bastón, el bastón! -sonó una voz en su cabeza, una voz masculina- Saca el bastón del equilibrio, con él podras salvar a la elfa.
Cernunnos sacó su bastón. El tiempo parecia ir mas despacio para los demas, parecía ir lentamente. Corrió lo mas rápido que pudo, y saltó. Levantó el bastón en el aire, que como iba despacio parecia que volaba. La pata del Durmiente estaba casi tocando a Afrodita. Movió el bastón hacia abajo con toda la fuerza que pudo. El cristal azul de este golpeó contra la cabeza del Durmiente. En el golpe de esta, la carne parecia desaparecer y convertirse en una luz negra. Cernunnos cayó al suelo y fue hacia Afrodita, para ver si estaba bien
-¿Estas bien? -preguntó Cernunnos a Afrodita, fatigado
-Si, si -repondió esta mientras se ponia de pie, frente a Cernunnos, y observaba al Durmiente- Mira...
El cuerpo del Durmiente estaba desapareciendo, y mientras lo hacia, una luz negra salia de él. Esta subió al techo y formó una bola negra, que cayó a las manos de Cernunnos
-¡Hay estan! -gritaron los magos negros- ¡A por ellos!
Cernunnos cojió la pequeña bola negra y la lanzó al suelo, sin saber lo que hacia. Entonces, un monton de reptadores de la mina salieron, pero tambien otras criaturas de Beliar, como gárgolas
-¡A las gárgolas, vamos! -gritó Cernunnos, subiendose en una.
Todos sus amigos se subieron en una y mediante una poderosa bola de fuego de Pysok que impactó contra el techo, salieron de Irdorath, rumbo a Myrtana. Pero los magos negros les seguian, tambien en gargolas. Mercenas tenia un arco, y estaba dispuesto a usarlo.
-Tu seras el primero en morir, jajaja -se rió diabolicamente Mercenas, mirando a Finn, y disparó una flecha.

esta vez el tal pysok no a echo demasiado el ridiculo xd

Me parece que Pysok es algo cobarde por como actúa.

Bieeeeen!! Soy el malo de la peli!! ( mercenas está basado en MI )
Me está gustando mucho tu relato, y tiene un trasfondo impresionante, y eso que al principio no tenia ni * idea de por donde iría la cosa. Queremos mas Pysok!!! xD

MercenarioOrco escribió:

Bieeeeen!! Soy el malo de la peli!! ( mercenas está basado en MI )

Soy alguien que no se fija en las cosas. No me di ni cuenta.

Por los comentarios parece que Pysok es el personaje de quiebre de tu relato xDDD
Reconozco que es super gracioso el cabrón, aunque no entiendo porqué está inspirado en mí.. No tiene nada que ver!! xDDD
En fin, me ha gustado mucho [sin peloteo ni leches xD] continúa con el relato muchacho!! xD

PD: Mercenas... jaja

Otro mas:


Capitulo 15: La huida



Finn movió a la gárgola, esquivando la flecha. El cielo estaba oscuro, y volaban en una gran nube negra cargada de lluvia y rayos. El asesino comenzó a disparar flechas hacia el elfo, que las esquivaba mientras continuaba su camino. El asesino, cansado del el elfo, cambió su objetivo. Ahora era Cernunnos. Se acercó al joven druida y saltó de su gárgola y se agarró a la pata de la gárgola de Cernunnos. Este comenzó a dirigir la gárgola haciendo "eses" para que el asesino se cayera, pero este estaba bien sujeto. Como sabia que el asesino no iba a caerse, pidió a Anu una daga, para poder librarse del ocupa. Anu miró a Finn
-Ya sabes que hacer -le dijo
-Vale -dijo Finn abriendo su capa y metiendo la mano en el bolsillo. Sacó una daga de oro con tres diamantes incrustados en la pequeña empuñadura- Aqui esta -dijo lanzandosela
-Mi pequeña daga, no dejare que te ocurra nada, tuve que estar todo un dia paseandome cerca de ese puesto de la plaza de Királyság -y se la pasó a Cernunnos.
El asesino estaba intentando subir por la pata de la gárgola, que esta iba descendiendo el vuelo. Cernunnos cojió la daga y se la clavó en una mano del asesino, y esta comenzó a sangrar. Un pequeño chorro de sangre caia por el brazo del asesino, hasta que llegó a la cara y comenzó a caerle por un ojo, que cerró. Pero el seguia sujeto a la gárgola, nada podría soltarle. Cernunnos desclavó la daga de la mano de su enemigo, y se la clavó en la otra, y el asesino soltó un chillido agudo, de chica. La otra mano comenzó a sangrar, y el chorro le tapó el otro ojo. El asesino no sabía que pasaba, pero sintió que algo frío le golpeaba en el cuerpo. Soltó una mano de la gárgola y se intentó quitar la sangre de los ojos, y pudo ver. Estaba solo el druida con el mago de agua y el elfo, los demas parecian haberse ido. Una gárgola pasó por debajo de Mercenas, y este se soltó, rezando a Beliar por caer en la criatura. No cayó encima de la gárgola, pero se sujetó en una de sus piernas, y esta, mediante un extraño movimiento que hizo de arriba a abajo, consiguió que el asesino subiera. Mercenas diriguió la gárgola hacia Cernunnos, y sacó su espada, mientras Cernunnos sacaba su su baston, que como en asesino subió la espada, Cernunnos colocó el bastón hacia adelante, en horizontal. La espada chocó con el bastón. Mercenas repitió la operación, creyendo que iba a dar resultado. Con un movimiento rápido, Cernunnos golpeó al rival en el pecho, echandolo hacia atras. Luego, formó la forma de una bola, con hielo, en sus manos, y se la lanzó a su rival, que casi se cayó. Mercenas movió su gárgola hacia abajo, pasando bajo Cernunnos, y subió la gárgola, apareciendo al lado de Cernunnos. Le dió un rápido y débil golpe lateral, que hizo una pequeña cicatriz en el braxo de Cernunnos
-¡Oye, que era una túnica nueva! -grito este, mientras se rompia las dos mangas de la túnica- Ahora vas a probar mi furia.
Cernunnos golpeó a Mercenas, con movimientos rápidos, en el brazo, luego en la cabeza, y despues en el brazo contrario. Este, cansado del druida, se echó hacia atras, para preparar su último ataque. Sacó un pergamino, morado y que relampageaba, y le leyó. En su mano izquierda se formó una pequeña bola de luz morada, que juntó con la empuñadura de la espada. Una luz morada recorrió la espada de abajo a arriba, y despues de arriba a abajo. Echó el brazo hacia atras, mientras se reia diabólicamente, y lo estiró, atacando a Cernunnos. Pero alguien se interpuso en medio, recibiendo en ataque.
-¡No, Finn, no! -gritó Cernunnos furioso, mientras el asesino desaparecía entre la niebla, y el cuerpo de Finn, sin vida, caía en el cuerpo de la gárgola.
Cernunnos montó el cuerpo de Finn en su gárgola, y siguió su camino, entre las nubes. Un grito, de guerra, sonó a lo lejos del cielo y se dirigieron hacia él. Se encontraron a Afrodita, con una espada ligera, luchando contra Mercenas. Mercenas colocó su espada en diagonal, porque Afrodita dio un fuerte golpe vertical hacia él. Estuvieron luchando, intentando tirar al otro, y Afrodita miró a Mercenas a los ojos, intentando hipnotizarle. Pero en sus ojos vio un brillo extraño, de color morado, en la pupila del asesino. Dejó de forzar la espada, asustada, y se echó hacia atrás. Cernunnos lanzó una bola de hielo contra el asesino, y todos ellos salieron volando hacia la primera tierra que vieran. El asesino les persiguió.
-¡Esta poseído! –gritó Afrodita a los demás- ¡No sabe lo que hace!
-Ha matado a Finn –gritó Afrodita a Anu, Pysok y Afrodita, cuando esta se quedó petrificada y pálida
-No… ¡no puede ser! –gritó dirigiéndose hacia Mercenas con la espada- ¡A Finn no! ¡Me da igual que no sepa lo que haga, le voy a matar!
-¡No!, da igual, luego… las runas de los dioses son mas importantes que este asesino ¬–dijo Tëmpar mientras la sujetaba el brazo, y giró la cabeza a la derecha, viendo algo- Allí hay tierra
Se dirigieron hacia ella, aunque el asesino les perseguía. “Ya le mataré cuando lleguemos a tierra” pensó Afrodita “Ahora vamos, intentaré hacer que las gárgolas vayan mas aprisa” pensó cuando sacó un látigo de la nada y golpeó a todas las gárgolas de sus amigos. Llegaron a tierra, donde, por un conjuro extraño que rodeaba a la tierra, cayeron porque las gárgolas desaparecieron. Se separaron, pero pronto se encontraron. Cernunnos cogió a Finn. Estaban en un bosque, de muchos tipos de árboles, pero sobretodo pinos. Encontraron un camino, que siguieron. Podían verse muchos árboles, pero sobretodo pájaros, carroñeros (que muy fácilmente mataban) y lobos (que no les solían atacar).
-Ya no está –murmuraba Pysok mientras caminaban- Ha muerto, ya no está, el Durmiente…
-Pysok, para –dijo Anu, mientras atravesaban un arco hecho de madera, rodeado de enredaderas- Este es el fin del bosque, a continuación hay montañas, no se donde estaremos –miró encima del arco, había un cartel, hecho de madera, con letras talladas mal- Este bosque era el ¿bosque de Adanos? Que ridículo nombre, si todos los bosques son de Adanos –cerró los ojos, intentando pensar. Abrió los ojos- Bueno, sigamos nuestro camino. No se donde estamos…pero si subimos esa montaña ya lo averiguaré –dijo, y Tëmpar miró el mapa de las runas
-La runa de Adanos no sale, juraría que antes la había visto…
Nadie se había dado la vuelta, pero cuando lo hicieron, se quedaron con la boca abierta. Una gran montaña nevada se extendía ante ellos, haciendo que un troll pareciera una mota de polvo comparando. “No pienses en él” pensaba Cernunnos mientras subía la cuesta hacia la montaña “Haz como si no ha muerto, como si hubiera ido a Coedwing de vacaciones” pensó, pero se puso a mirar el camino. Estaban subiendo por un camino de tierra, rodeado de hierba verde y húmeda, con un cielo nublado, aunque parecía que pronto ya no lo estaría. Siguieron subiendo, y el camino cada vez se empinaba mas. No había muchas criaturas, parecía como si algo hubiera pasado allí, pero en realidad no había pasado nada. Llegaron al pico de la montaña en pocas horas, y allí se asentaron.
-Finn… -decía Cernunnos mientras le dejaba lentamente en el suelo. Miró a los demás, que estaban montando una pequeña casa con hojas- Quiero enterrarle, y ahora –los demás se quedaron extrañados
-Vale –dijo Afrodita, entendiéndole- Yo te ayudaré.
Se dirigieron un poco mas debajo de la cima, que había una pequeña salida de tierra.
-Aquí le enterraremos –dijo Cernunnos sacando un par de palas del bolsillo de Finn- Vamos a cavar
La tierra estaba dura, pero consiguieron cavar y hacer un buen agujero. Por debajo había roca, por lo que Afrodita hizo un conjuro-bomba para destruirla. De unos de los pocos trozos grandes de roca que había, Cernunnos puso: “Aquí yace Finn, el elfo”. “Un poco soso, pero… lo que cuenta es la intención” pensó Afrodita. Colocaron la roca frente al agujero, y metieron el cuerpo de Finn dentro. Afrodita miró a Cernunnos a los ojos, y Cernunnos a Afrodita también. Este se fue acercando a Afrodita lentamente, y se besaron. Un estruendo se oyó a lo lejos, y un montón de luz morada salió en el bosque de Adanos. Cernunnos y Afrodita dejaron su beso y fueron hacia arriba, con los demás, cogiendo la capa de Finn. Ellos también lo habían visto. Pero entonces una vieja enana salió por el otro lado de la montaña.
-Hola jóvenes magos –dijo conuna voz vieja y apagada- Soy Hecate, la bruja
-Y yo soy Cern…
-Shhhhh –susurró Afrodita a Cernunnos, y le dio un pisotón
-Em…Hecate –dijo Tëmpar aprovechando la ocasión- ¿podría enseñarnos…donde esta la runa de Adanos? –dijo enseñándole el mapa
-Pues…si, pero antes alguien tiene que hacer algo por Hecate, porque si no se queda triste
-¿Qué quiere que hagamos por Hecate? –dijo Pysok
-Hecate quiere que el Bosque de Adanos siga en pie, porque hay un extraño destruyéndolo. Déjale el mapa a Hecate un poquito, mago
-Em…vale –dijo Tëmpar, entregándole el mapa de las runas a la bruja- Aquí tienes
La bruja cogió el mapa, y comenzó a mirarlo, diciendo “Si, puede que…no” o “Ajam, tienen las runas”. Despues de un rato mirando el mapa dijo:
-Ya sabe donde esta. Ahora correr a salvar el bosque
-¿Cómo sabemos que podemos confiar en ti? –pregunto Cernunnos, acordándose de Philp
-Que alguien se quede con Hecate
-Ya lo hago yo –se ofreció Cernunnos- Lo hago yo, que nadie se quede por mi o algo a si.
-Pero…tu eres druida, tu tienes mas poder sobre el bosque –dijo Afrodita, que no se fiaba de la bruja
-Os ayudaré desde aquí –dijo, empujando a los demás- Ahora iros
-Nos iremos, pero esta noche… ya sabes lo que te espera –dijo Pysok intentándole tocar la entrepierna, y Cernunnos le tiró colina abajo, aunque se agarró a una roca que estaba bien sujeta y bajo normalmente.
Afrodita, Anu y Tëmpar bajaron, sin mucha confianza en la bruja, y con envidia de Cernunnos porque no tenia que hacer nada. Mientras tanto, la bruja se arrodillo frente a Cernunnos, cojió tierra y la levantó en sus manos
-Oh, joven druida, tienes algo en especial, sabes muchas cosas, tienes mucho poder…
-Dagda, mi padre, me enseñó bien –la bruja se quedó extrañada
-¿Tu pad…? A, si, Dagda. Él y yo mantuvimos una gran relación… Él era tan sensual… Y yo era joven y guapa, antes de esta maldic… Bueno, puedo decirt… -la bruja se cayó al suelo, y luego se levantó en el aire, con los ojos azules, y comenzó a hablar con una voz fantasmal- Muchas cosas han pasado… Un semidios durmió a los dioses engañado por un mago traidor… Y ese suceso se volverá a repetir, pero los dioses no volverán a vivir… ¡Tú! –se lanzó contra Cernunnos, agarrándole del cuello- ¡Tú fuiste, puedo sentir tu poder, fuiste tú! –la bruja dejó de apretar el cuello de Cernunnos y no se movió mas.
Cernunnos cogió el mapa de las runas, y cuando lo abrió, apareció el lugar donde estaba la runa de Adanos. Bajó la colina corriendo, dirigiéndose al Bosque de Adanos.
-¡Esta aquí, esta aquí! –gritaba. Se encontró a Mercenas tirado en el suelo lejod, a Afrodita un par de metros mas cerca que Mercenas, y Tëmpar y Anu frente a él, tirados en el suelo también- Esta aquí la runa… ¿Qué os a pasado?
-Nada, pero Mercenas ya no esta poseído, Afrodita logró hacer algo… -dijo Anu, fatigado- ¿Cómo que está aquí la runa?
-Si, esta aquí –Cernunnos se dirigió hacia Afrodita y la movió suavemente- ¿Estas bien?
-Si… -respondió débilmente
-Hola, jeje –dijo Mercenas, y Cernunnos pensó: “Oh no, otro loco no”- Soy Mercenas, encantado de conocerles –dio la mano a Cernunnos. Un incómodo silencio se hizo- He oído que la runa de Adanos esta aquí… -se hizo otro incómodo silencio- Os podría ayudar… -otro incómodo silencio- Bueno, veo que soys poco habladores… asi que… -un silencio mas incómodo se hizo, ya que Afrodita se estaba levantando- Bueno, vamos a por la runa
-Vale –respondió Pysok, que le resultaba atractivo el nuevo individuo sin poseer
Abrieron un camino entre unas hojas, y encontraron una fuente con esculturas de mujeres-pez, elfos, y dragones.
-Esta aquí –dijo Cernunnos mirando el mapa- Según esto esta justo en medio… -Cernunnos tocó la fuente y al instante desapareció

xD yo leo rapido pero esto es mucho leer mejor lo pongo con loquendo (programa en el que escribes un texto y te lo reproduce con una voz sintetica (como la voz del aeropuerto de barajas : estimados señores pasajeros con destinos a Estados Unidos......)) xD que me ahoro lectura xD (soy vago desde nacimiento xDDD )