ORÍGENES DEL DURMIENTEEl Durmiente es un poderoso
archidemonio, que contiene en su interior una pequeña parte del poder divino del dios oscuro,
Beliar. De acuerdo a los escritos y la sabiduría de los
chamanes orcos y de
Xardas el Nigromante, este poderoso archidemonio apareció por primera vez en el mundo (el plano material) 1.000 años antes de que el mundo se liberara del poder divino. Entonces, cinco poderosos chamanes orcos (que respondían a los nombres de
Grash-Varrag-Arushat (el más poderoso de ellos),
Varrag-Hashor,
Varrag-Kashorg,
Varrag-Unhilqt y
Varrag Ruuskh), pertenecientes a una tribu de orcos que vivía por aquel entonces en el
Valle de las Minas en la isla de
Khorinis realizaron un complicado ritual mágico para traer al Durmiente al mundo material. Con su invocación, estos chamanes pretendían controlar al Durmiente y utilizar su gran poder para poder ganar la guerra contra las tribus orcas enemigas y alzarse como la tribu dominante. Sin embargo, el Durmiente no estaba por la labor de servir a los intereses de los mortales, por lo que, nada más aparecer en el plano material, utilizó su poder para arrebatarles sus corazones a los chamanes orcos que le habían invocado, convirtiéndoles en
muertos vivientes (y usando los corazones para atarse al plano material. De manera que, a no ser que se destruyeran los corazones con la espada del chamán correspondiente, no se pudiera desterrar al Durmiente de vuelta al plano de Beliar). Entonces, al no recibir órdenes de Beliar (que estaba enzarzado en una larga guerra con el dios del fuego y la luz,
Innos, para lo cual se concentraba en el control de otros de sus servidores), el archidemonio invocado se sumió en un profundo sueño (lo que no impidió que su gran poder permaneciera dentro de él, latente). Esto le ganó el apelativo de "
Krushak" entre los orcos (lo cual, traducido al idioma humano, significa literalmente "dormir").
Entonces, los chamanes muertos vivientes organizaron la construcción de un gran templo subtérraneo para su amo. Este templo, que se construyó debajo del asentamiento de la tribu, era un gran ejemplo de arquitectura grandiosa, siendo un templo de una gran extensión (bastante más extenso, por ejemplo, que el propio asentamiento de la tribu en la superficie), con un sistema de mortales trampas, diseñado para proteger al Durmiente (que se hallaba en los salones finales del templo). Al finalizar la construcción del templo (que duró ni más ni menos que diez años), los chamanes muertos vivientes reforzaron la protección del archidemonio, convirtiendo a todos los orcos que habían colaborado en la construcción del templo (ya fueran obreros, guerreros o chamanes) en muertos vivientes, condenados a proteger al Durmiente por toda la eternidad. Además, invocaron algunos
demonios (tanto
demonios menores como
Señores de los Demonios, que eran demonios poderosos aunque bastante menos poderosos todavía que los archidemonios como el Durmiente) para proteger a su amo.
Viendo la situación y el fatal destino de aquellos que habían colaborado en la construcción del templo, y temerosos de Krushak y sus servidores, los orcos de la superficie decidieron sellar la entrada al templo, para evitar que Krushak o sus seguidores molestaran o fueran molestados. Desde entonces, veneraron y rezaron ardientemente a Krushak, temerosos de su poder, abandonando incluso el culto al propio Beliar. Así mismo, se aseguraron de que absolutamente nadie pudiera entrar en el templo, diseñando dos sistemas de entrada (
pergaminos de teletransportación vigilados por los chamanes, y una
estatuilla de Krushak que actúa como llave del templo, pero que estaba muy alta para que no pudiera ser alcanzado, en lo alto del tótem en el cual los chamanes de la tribu oran a Krushak).
EL FRACASO DE LA BARRERA MÁGICA.Así, pasó casi un milenio sin que esta situación cambiara. Pero 990 años después de que Krushak fuera invocado, estalló una guerra entre un gran ejército de orcos (seguidores de Beliar) y el ejército del
Rey Rhobar II (
un Elegido de Innos) por el control de
Myrtana. Al principio la guerra fue bien para los
paladines de Innosy los
soldados del Rey, que, gracias a las
armas de mineral mágico de los primeros, conseguían derrotar a los orcos incluso estando en inferioridad númerica. Por lo tanto, los orcos decidieron atacar directamente a la fuente de recursos más importante del Rey: la mina de
mineral mágico del Clan Martillo en
Nordmar (que por aquel entonces estaba ocupada por las tropas del Rey, que habían derrotado cinco años antes a los nordmarianos). En esa batalla, los orcos consiguieron expulsar a las tropas del Rey de la mina (que más tarde sería reconquistada por los nordmarianos del Clan Martillo, y reconquistada por los orcos a los diez años, más o menos al mismo tiempo que cuando el
héroe sin nombre llegó a Myrtana proveniente de Khorinis), dejándoles sin una fuente de mineral mágico (y, por lo tanto, con una cierta desventaja en la guerra). Así que el Rey condenó a todos los prisioneros del reino, sin importar cuán grave fueran sus delitos, a trabajar en las minas del Valle de las Minas, en Khorinis, para así poder seguir atendiendo las demandas de armas de mineral mágico que la guerra requería.
Sin embargo, hubo un número bastante considerable de intentos de huida por parte de los reos, así que el Rey mandó a trece magos (seis
Magos de Agua y otros seis
Magos de Fuego, dirigidos por otro Mago de Fuego llamado Xardas) a erigir una
Barrera Mágica. Sin embargo, la presencia del Durmiente en el Valle perturbó la estructura del conjuro mágico, haciendo que la Barrera tomara unas dimensiones mayores que las previstas, y encerrando a los magos dentro de ella. Aprovechando el caos, los reos, dirigidos por un tal
Gomez mataron a los guardias que les vigilaban. Esto dio lugar a un cambio muy importante en la estructura jerárquica del Valle de las Minas (que pasó a conocerse también como
la Colonia), pero no se hablará de esto aquí.
EL CAMPAMENTO DEL PANTANO.Lo importante es que, a los cinco años de esto, de acuerdo con los eruditos, Beliar quería tratar de despertar al Durmiente para que conquistara el Valle de las Minas para él (y así dejaría, definitivamente, a los seguidores de Innos sin mineral mágico, permitiéndole así ganar la guerra). Entonces, un
cavador del
Campamento Viejo llamado
Y´Berion tuvo una visión en la cual el Durmiente (que, naturalmente, no había sido denominado de esta forma hasta entonces, pues, antes de este evento, solo los orcos de los que ya he hablado conocían su existencia y lo llamaban Krushak) le ordenaba que se dirigiera al pantano (en el sureste de la Colonia) y que extendiera su palabra por la Colonia, para que así pudiera enseñarles el camino a la libertad.
Así pues, Y´Berion y sus seguidores fundaron en aquel pantano el
Campamento del Pantano, dirigido por los
Gurús (sacerdotes humanos del Durmiente, de los cuales el líder era el propio Y´Berion), aprendieron a usar la magia del Durmiente y a cultivar hierba del pantano (que se convirtió en la principal fuente de riqueza económica de este Campamento). El objetivo final de los Gurús, por lo visto, era obtener un número considerable de novicios para así, siguiendo un plan trazado (para el cual necesitarían más tarde un
foco de piedra, el
Almanaque que describe cómo usarlo y
pociones de secreción de reptador de la mina (extraída de los huevos de una
reina reptadora de la mina), todos estos objetos los conseguirían cinco años después de su fundación con la colaboración del héroe sin nombre), utilizar el foco en un ritual de invocación para contactar con el Durmiente (para lo cual necesitarían combinar la magia de muchos novicios, amplificada con la poción de reptador).
Sin embargo, la invocación de los Gurús fue una decepción: Y`Berion tuvo que canalizar una cantidad masiva de energía mágica de los novicios al foco, para conseguir sólo ver una imagen de un orco en una cueva antes de desvanecerse de agotamiento (lo cual le causaría la muerte poco tiempo después). Cerca de ese pantano había un cementerio orco, por lo que
Cor Angar (uno de los lugartenientes de Y´Berion, el jefe de los
templarios del Campamento) mandó al Gurú
Baal Lukor con un grupo de templarios a aquel cementerio (y, más tarde, al héroe sin nombre para averiguar qué ha ocurrido). Sin embargo, esta expedición fue un desastre: los orcos mataron a todos los templarios en una emboscada y Baal Lukor (que, ante las circunstancias, había decidido combinar fuerzas con el héroe), enloquecido ante la decepción de no haber podido encontrar ninguna prueba sobre el Durmiente, atacó al héroe, que le mató en combate. Todo esto fue maquinado por el Durmiente, posiblemente para regodearse con el sufrimiento de sus seguidores, como atestigua el hecho de que la expedición fuera emboscada por orcos cuando el cementerio orco estaba supuestamente abandonado, por lo tanto, al ser una emboscada deliberada y teniendo en cuenta la razón de la presencia de la expedición en el Campamento, se deduce que eso fue orquestado por el Durmiente. El héroe retornó al Campamento para informar de su fracaso, solo para, ya en el Campamento, no poder conseguir
hierbas curativas a tiempo para salvar a Y´Berion de la muerte. En medio de todo el caos, el principal lugarteniente de Y´Berion,
Cor Kalom (Gurú encargado de aceptar nuevos novicios y de hacer los preparativos para la invocación) abandonó el Campamento con un nutrido grupo de seguidores novicios y templarios, para tratar de buscar al Durmiente por su cuenta, por lo que Cor Angar tuvo que hacerse cargo del Campamento después de aquellos sucesos (aunque toda la decepción supuso un durísimo golpe para la creencia en que el Durmiente podría enseñarles el camino hacia la libertad).
EL PLAN DE XARDAS.Sin embargo, tiempo después, cuando los Magos de Fuego de la Colonia fueron asesinados por Gomez (dejando así a los Magos de Agua sin apoyo suficiente para realizar el ritual que estaban preparando, tratar de explotar mágicamente la Barrera usando la energía mágica contenida en un montículo de mineral mágico y canalizándola a través de los focos de piedra),
Saturas, el líder de los Magos de Agua, mandó al héroe a buscar a Xardas (que había abandonado el
Círculo de Fuego varios años antes para averiguar, por su cuenta, qué había salido mal con la Barrera, investigando además las artes oscuras y la nigromancia), que vivía por aquel entonces en una torre en mitad de las tierras orcas en la Colonia. Sin embargo, Xardas no estaba interesado en el plan de los Magos de Fuego en absoluto. En vez de eso, se encargó de que el héroe buscara (con la ayuda de un chamán orco llamado
Ur-Shak, que había sido expulsado de la ciudad orca por renegar de "Krushak") la manera de entrar al templo del Durmiente (después de contarle la historia del archidemonio) y de derrotar al Durmiente.
El héroe lo acabaría consiguiendo, recuperando la poderosa espada mágica
Uriziel (que había pertenecido, mucho tiempo atrás a un poderoso señor de la guerra humano que pereció combatiendo a los orcos en el Valle de las Minas, y que había sido guardada en el templo para que su poder no pudiera perjudicar a los orcos nunca más) del templo, y recuperando su poder mágico con la ayuda de una fórmula mágica escrita por Xardas y la colaboración del Mago de Fuego
Milten (y del montículo de mineral de los Magos de Agua, lo cual deterioró bastante las relaciones del heroe con estos magos), y matando a los servidores no muertos y demonios del Durmiente. Al final, también tuvo que hacer frente a Cor Kalom y sus seguidores, que estaban tratando de despertar al Durmiente (con los fatales consecuencias que esto traería), matándolos a todos. Por último, utilizó las espadas que había arrebatado a los chamanes orcos muertos vivientes para destruir sus corazones, desterrando al Durmiente de este plano. El Durmiente desapareció del mundo, pero al abandonar el plano material tuvo que atravesar la Barrera, destruyéndola. Sin embargo, la caída de la Barrera provocó que el templo subtérraneo se derrumbara, enterrando al héroe entre sus escombros (aunque la
armadura de mineral mágico que llevaba le salvó la vida, y más tarde Xardas le teletransportó a su nueva torre, cerca de la ciudad de Khorinis. (Cabe destacar que, como se demostró antes, Xardas quiso que el héroe siguiera este camino y derrotara al Durmiente para poder extraer el poder divino de Beliar del archidemonio derrotado. En esta ocasión no lo consiguió, debido a que estaba muy agotado después de teletransportarse al interior del templo y de hablar con el héroe antes de su batalla final contra el Durmiente, Cor Kalom y sus seguidores. Xardas conseguiría su propósito más tarde, con la derrota del dragón muerto viviente a manos del héroe.)
ESPECULACIONES.Después de su destierro, todos los miembros del Campamento del Pantano (que habían adorado al Durmiente) se convirtieron en unas criaturas demoníacas llamadas
Buscadores, poseídas por Beliar (que había usado la influencia del Durmiente, uno de sus siervos, en ellos, para poseerlos). Estos Buscadores obedecían, ciegamente, las órdenes de un Elegido de Beliar, el
dragón muerto viviente, comandante del
Ejército del Mal (al que más tarde el héroe derrotaría). Esta circunstancia ha hecho que algunos eruditos especulen, que, tal vez, Beliar introdujera el alma del Durmiente en el cadáver de un dragón muerto (dado que aquel dragón había sido derrotado anteriormente por otro Elegido de Innos,
Rhobar I), dando como resultado al dragón muerto viviente. Sin embargo, a día de hoy, no existe ninguna evidencia que pueda confirmarlo. Por ahora, la teoría más aceptada en los círculos de sabios y estudiosos es que, simplemente, Beliar invocó a aquel dragón muerto, convirtiéndole en un dragón muerto viviente.