Antiheroe Mago del Concilio Supremo
Mensajes : 1010 Fecha de inscripción : 05/12/2010 Localización : inchandome de martillo de lou en jakendar Empleo /Ocio : el unico paladin con hacha Humor : No se necesitan gafas para ver lo mal que va el mundo
| Tema: Re: El frío interior Mar 17 Abr 2012, 21:58 | |
| good chapter, enserio muy bueno | |
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MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Miér 18 Abr 2012, 20:11 | |
| EL ÁNGEL ORADOR Año 2010, Moosach Martin y Miranda hablaban tranquilamente en el pasillo, luciendo unas sonrisas tímidas y llevando en sus manos los casi reglamentarios cafés de la vieja máquina de la comisaria, que realmente los hacía como batido de arena. Gösta pasó por el lugar y se detuvo ante ellos. Frans ya estaba dentro de la habitación. Le tocaba a él interrogarlo, por lo que ni siquiera saludó a sus compañeros, entrado directamente en la sala. Le habían dejado sólo con el peor trabajo, alegando que era el único que todavía no había tratado con asesinos. En la mano llevaba una pequeña grabadora de última tecnología, y en el bolsillo una pequeña libreta y un lápiz apretado entre los espirales, junto con una carpeta de pruebas. Tomó asiento, malhumorado. Sacó su material y lo puso en la mesa. De modo televisivo, sacó el dossier que llevaba y lo desplegó en la mesa, dejando al descubierto una galería de imágenes macabras del cadáver de la mujer de Frans. El asesino observó toda la escena, aborrecido, y pronto empezó a bostezar y a reclinarse en la silla, desafiante. Toda la tensión se rompió, pero, en un instante único en el que a Gösta se la cayó la libreta de mano. Con un gesto de divertida resignación, el agente la recogió, e incluso compartió una sonrisa de complicidad y disculpa con Frans. Éste también se permitió de divertirse. -Perdón. –Empezó Gösta, ajustándose con su dedo índice las gafas. –Podemos empezar. No tengo muchas preguntas para ti, éste parece un caso claro y macabro. En todo caso, me gustaría establecer el móvil del crimen. El agente estaba nervioso. Hablaba con un asesino de verdad. Ni siquiera parecía alguien normal: esos ojos azules y penetrantes, ese pelo tirado hacia un lado de la cabeza… incluso su vejez le daba un aire oscuro. Frans, sin embargo, se mordió el labio inferior, procurando elegir sabiamente sus palabras: -La maté porque quería hacerlo. No hay más. Obedecí a mis más profundos deseos, y aunque algunos dirían que saqué el animal que hay en mí, yo digo que no. De hecho, saqué al humano que hay en mí. No hay nada más humano que la rabia y el odio, e incluso el instinto de sobrevivir. Simplemente: lo hice. Gösta se quedó anonadado. Frans se dio cuenta de que sus palabras eran realmente extrañas. Intentó ser más explicativo. -Verás, chico, yo soy un hombre cualquiera. No estoy loco, y ningún señor de la galaxia me ha ordenado matar a mi mujer. No creo en Dios ni en ninguna otra mentira, y te aseguro que mis ideas políticas no van más allá que un poco de conservadorismo. Pero esta vez… ¡por una simple vez! He sido valiente. Y he hecho lo que debía. ¿Acaso no has querido tú, alguna vez, acabar con todo? En mi vida, fue mi mujer la que me reducía y me agotaba. ¿Se supone que debía suicidarme? No, no lo merezco. Ella tenía más culpa de mi infelicidad que yo, o al menos eso creo. Llegó su hora, simplemente. Tú también serías más feliz si lo hicieras. Fíjate en ti. –Gösta se miró casi de forma involuntaria. Estaba fascinado por el discurso del asesino. –Eres el último. Vives la vida como si te dejaras llevar. ¿Sabes cuando la gente pregunta a los otros que cómo les va? Tú eres el tipo que puede contestar con real sinceridad: tirando. Porque no haces nada más que eso. ¡Rebélate! ¡Vive de verdad tu vida! El problema es que te proyectas en los otros, viviendo sus sueños. Ahora mismo, estoy seguro de que no hay nadie detrás de ese cristal a la derecha. Nadie controla lo que te digo o lo que me dices más que tu grabadora… Te usan como a un trapo sucio, con el que recogen toda la mierda que pueden. ¿Y sabes que deberías hacer? Rebelarte. Aunque sea como yo: con treinta puñaladas. Pero deberías hacerlo. Un escalofrío recorrió a Gösta por dentro. Intentó negarse a ello interiormente, pero sentía de verdad que lo que decía ese hombre era cierto. Él era esa marioneta patética de la que hablaba. Pero puso los pies en la realidad de nuevo. Tuvo que hacerlo. Apuntó un par de frases en la libreta, rojo de vergüenza. Con un hilo de voz, osó decir: -Hay algunos…objetos nazis en el sótano de tu casa. ¿Tiene eso algo que ver con el crimen? Frans rió de forma franca. -En absoluto. Soy coleccionista. Mi abuelo, Hans Ringholm; fue un pobre preso en Dachau. Fue internado por judío y sufrió mil calamidades. Pero ya sabrás también que hizo cosas importantes, al menos a mi parecer, aunque fuesen cosas a nivel muy individual. Pero no lo negaré: me fascina el nazismo. Ese macabrismo… Me asombra como debían ser los artífices de ello, y también la maldad que iluminó esos días. Realmente trágico. Pero hay algo en ello que me fascina. Y la verdad es que simpatizo bastante con algunas ideologías nazis. La gente solo recuerda el antisemitismo, pero había mucho más. Gösta ya había unido su alma con la de Frans. No interrogaba, hablaba con él, deseoso de que le volviera a hablar sabiamente. Deseoso de que le comprendiera. -¡Eso es verdad! La gente odia el nazismo de forma irracional. Frans arqueó una ceja, sorprendido sin aparentarlo. -¿Te gusta el nazismo, eh? Eres un tipo sensato, sin duda. Te dejaría un par de mis objetos del sótano, e incluso me iría a tomar un café contigo, pero… Soy culpable. Me pudriré yendo de cárcel en cárcel. Pero bueno, ahora estoy algo cansado. Voy a hacerme un café, a ver si despierto un poco. Aparta, plis. El viejo se levantó y salió de la habitación, decidido. Gösta siguió sentado unos instantes, asimilando el carisma del oscuro personaje, asombrado. Tardó unos buenos segundos en reaccionar e ir a buscar a Frans, que ya había escapado del interrogatorio. Cerró la puerta y la sala quedó oscura y tenebrosa, como los acontecimientos que se sucedían en Moosach desde hacía unos días.
Última edición por MercenarioOrco el Vie 01 Mar 2013, 19:16, editado 3 veces | |
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Antiheroe Mago del Concilio Supremo
Mensajes : 1010 Fecha de inscripción : 05/12/2010 Localización : inchandome de martillo de lou en jakendar Empleo /Ocio : el unico paladin con hacha Humor : No se necesitan gafas para ver lo mal que va el mundo
| Tema: Re: El frío interior Miér 18 Abr 2012, 20:26 | |
| good chapter, bastante frio el asesino | |
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Taokanimemetal Magnate del Mineral
Mensajes : 1541 Fecha de inscripción : 15/07/2011 Localización : Valle de las minas Empleo /Ocio : Mercenario al servicio de Lord Money Humor : Poderoso caballero es Don Dinero
| Tema: Re: El frío interior Miér 18 Abr 2012, 21:28 | |
| WAAAAUUUU!, joder. Te has superado. Ha molado mucho, en serio, me ha gustado mucho | |
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Dulcepsicópata Paladín
Mensajes : 2149 Fecha de inscripción : 27/01/2011 Localización : África Tropical Empleo /Ocio : Cultivar mientras canto la canción del ColaCao Humor : Harto pésimo
| Tema: Re: El frío interior Jue 19 Abr 2012, 18:23 | |
| Me ha encantado toda la conversación, muy contundente y filosófica jeje. Aunque no me han quedado claras un par de cosas: ¿se supone que al final coge y se escapa?
Lo segundo, la razón que da para matar a su mujer tiene mucho sentido pero se contradice por el hecho de que en ese momento va a ser encarcelado e incluso ejecutado por el crimen. ¿De qué le sirve "liberarse" de su mujer si luego va a quedar mucho peor encerrado o ejecutado como ya digo?
PD: Reitero, me ha encantado la conversación jejej me ha recordado muchísimo a esas charlas Hannibal Lecter- Clarice Starling en el Silencio de los Corderos | |
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MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Jue 19 Abr 2012, 18:31 | |
| No se escapa, dice que va a hacer un café -de hecho lo especifico, que se escapa del interrogatorio-. En lo segundo que dices, eso es cosa del asesino. Por lógica, prefiere vivir encarcelado o muerto que con su mujer, o vete a saber... Bueno, me alegro de que os haya gustado | |
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| Tema: Re: El frío interior | |
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