Gothic Clan La gran comunidad hispana de amantes de la saga Gothic y Risen. |
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| El frío interior | |
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+2Dulcepsicópata MercenarioOrco 6 participantes | |
Autor | Mensaje |
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MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: El frío interior Sáb 03 Mar 2012, 00:50 | |
| Nadie dijo que tuviesen que ser todos tipo medieval y demas, no? Por cierto, no soy nazi, solo expreso el punto de vista del protagonista. Esto estará ambientado en el pasado y presente, haciendo retrospecciones. CAPÍTULO 1: EL AMO DE DACHAU AÑO 1944, campo de exterminio de Dachau, norte de Múnich
El guarda de delante suyo se dio la vuelta. Hans miró fijamente en esa dirección, todavía sin creerse lo que veía. Se permitió sonreír, y, más rápido que en cualquier otro momento de su vida, paró de cavar. Los brazos dejaron de apretarle. Estaba harto de esa sensación. Sus extremidades quedaban duras y entumecidas al final de la jornada, y cuando las relajaba… ¡Oh, cuando las relajaba! Era todavía peor. Notó como la sangre le bajaba desde la cabeza a las manos, y sacudía su cuerpo sin piedad. Sin embargo, tenía el orgullo de parar. De no obedecer. Los nazis podían tomar su trabajo, pero no su voluntad. Además de que al cabo de unos instantes, ese breve descanso resultaba realmente placentero. El guarda volvió a girarse en su dirección. Sus fríos ojos azules le penetraron completamente. No se acercó. Se lo quedó mirando hasta que este cogió de nuevo la pala en la que se apoyaba, realmente asustado y frenético. Dios santo… Eso fue catastrófico. Lo había visto. Perros. Así llamaban a los soldados nazis. Se paseaban todo el día por el campo, observando bajo sus enormes cascos, siempre expectantes de cualquier error o problema que pudiera haber. Siempre esperando una excusa para torturar, humillar o matar. El pan de cada día. Pero ese Perro no hizo nada. Hans supuso que le daba pereza azotar a alguien, aunque era poco probable. Daba igual. No iba a preocuparse. Siguió cavando, como llevaba haciendo toda la semana. Hacía apenas un mes que había llegado a Dachau, pero le parecía ya una eternidad. La fábrica, los judíos por todas partes, esa poca comida y la humedad de las celdas en que dormían. Además, les habían segregado totalmente de las mujeres, aunque al menos, él no había llegado al lugar con su esposa Erica, así que estaba solo en ese infierno. Igualmente, tampoco es que tuviese mucha libido en esos momentos. Pero lo peor de todo era la comida. Con suerte, tenían mollejas de pan, o una manzana. A veces, los perros soltaban algún trozo de ternera o alguna naranja por el suelo. Lo tiraban a la hora de comer, y aquello se convertía en una batalla campal. Pero Hans casi nunca participaba. Ya tenía que compartir celda con esa mierda de judíos, no iba a mezclarse más de lo necesario con ellos. ¡Él había sido un economista, joder! No merecía toda esa basura. Además, había sido conservador toda su vida, un católico redomado. Un fanático, quizás demasiado, y él lo sabía. Odiaba a esos asesinos. Los judíos, ellos mataron a Jesucristo. Y luego esa mierda de negros y musulmanes o islamistas, como les llamasen. Cada día crecían más, aunque como mínimo, no habían llegado a las calles de su pequeña aldea al este de Berlín. Algo por lo que dar gracias. Allí llegaban otro tipo de desgracias, como el hijo del alcalde. Cuatro años viviendo en el extranjero, y nada más volver, se encapricha de su mujer Erica… Ese bastardo engreído era el culpable de que ahora se encontrase en el campo de concentración. Quién sabe si a esas alturas ya estaba tirándosela… Alejó esos pensamientos de su atormentada cabeza. Siguió cavando, sin mirar al frente. Oyó gritos a la lejanía, pero no captó nada de lo que decían. Finalmente, algo empezó a hacer ruido cerca de él. Algo caía, se aglomeraba. Poco a poco, ese sonido y una extraña olor se impusieron a su alrededor. Alzó un poco la vista, temeroso de que un perro le llamase la atención. Y lo vio. Por primera vez, se dio cuenta. Las filas, la gente que no volvía, las duchas de la parte de arriba del campo… Todo estaba allí. Excavó con más fuerza, pero los cuerpos seguían cayendo. Sin querer, su pala se encontró con uno de los cadáveres. Lo perforó sin problemas, tal era su masa corporal. Notó un crujido en contacto con esa carne putrefacta. Algo se rompió en su interior también. Sabía que los judíos merecían aquello, pero eran tantos… Iban cayendo, uno tras otro. Uno tras otro. Una voz le despertó de su pesadilla. -Has parado de trabajar. El guarda que le había visto antes se encontraba delante de él, mirándolo con desprecio. Horrorizado, Hans se dio cuenta de que el shock que le había producido la avalancha de cadáveres le había impactado tanto que había dejado de cavar. Intentó hablar, pero de sus labios no escapó más que un leve temblor. El guarda se cuadró de nuevo en su pose militar. Algo iba a decir, pero recapacitó un instante. -Tú eres el contable, ¿no, judío? En circunstancias normales, Hans habría dicho: “soy economista, y no soy judío”, pero en aquellos momentos, pudo formular un simple “sí” y con creces. Algo se iluminó en los ojos del perro. Sonrió complacido y le indicó a Hans que le siguiese. Allí, a la distancia de medio patio, entraron ambos en la casa del Monstruo. También le llamaban comandante Weiss. Hans estuvo siempre con la cabeza baja, y a pasos de distancia del guarda. No iba a mirar a nadie, no iba a tocar nada. No era tan estúpido. Finalmente pero, cruzó el umbral de la casa, que había sido en su momento el lugar de dirección de la empresa de pólvora sobre la que se había edificado el campo de Dachau. Allí, después de un largo y sucio pasillo, las puertas del salón permanecían expectantes de su llegada. ¿Para qué traían a un preso a un lugar tan importante? Finalmente entraron, él y el perro. Detrás de un escritorio de madera de roble, una figura se imponía. No era más que un viejo alto, con las manos retiradas a la espalda. El pelo tirado para atrás, su frente desnuda y sus ojos de crueldad. Lo supo. Con su piel flácida y febril, blanca como las nubes… Era Weiss. El Monstruo.
Última edición por MercenarioOrco el Miér 18 Abr 2012, 23:24, editado 7 veces | |
| | | Dulcepsicópata Paladín
Mensajes : 2149 Fecha de inscripción : 27/01/2011 Localización : África Tropical Empleo /Ocio : Cultivar mientras canto la canción del ColaCao Humor : Harto pésimo
| Tema: Re: El frío interior Sáb 03 Mar 2012, 01:06 | |
| Muy prometedor el comienzo,, me ha encantado!! a ver cómo continúa todo esto,, | |
| | | Antiheroe Mago del Concilio Supremo
Mensajes : 1010 Fecha de inscripción : 05/12/2010 Localización : inchandome de martillo de lou en jakendar Empleo /Ocio : el unico paladin con hacha Humor : No se necesitan gafas para ver lo mal que va el mundo
| Tema: Re: El frío interior Sáb 03 Mar 2012, 12:03 | |
| bien, es distinto... es bueno... | |
| | | vitali Caballero
Mensajes : 788 Fecha de inscripción : 04/01/2012 Localización : Quizás por aqui , Quizas por allá , Quizas en Lago relajandome.. nose Empleo /Ocio : Buscador de la cámara (borderlands) a tiempo parcial , Batman por la noche y Estudiante por la mañana xD Humor : La leyenda mas antigua de todo el continente de Myrtana cuenta de que en España hace años hubo empleo
| Tema: Re: El frío interior Sáb 03 Mar 2012, 15:31 | |
| xD porfin algo distinto que a nadie antes se le ocurrio xD ....pero yo diria "campos de concentración" pero igualmente mola (la madre de hitler era judia xD (<---- no se a que vino eso ) | |
| | | MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Sáb 03 Mar 2012, 16:03 | |
| Es lo mismo, son sinónimos. Igualmente este relato no será lo que os pensais. Va ser algo extraño, con muchos protagonistas, saltos en el tiempo... y no va sobre el nazismo y demás. Yo mismo no sabría donde encasillarlo. En fin, gracias por leer! | |
| | | Taokanimemetal Magnate del Mineral
Mensajes : 1541 Fecha de inscripción : 15/07/2011 Localización : Valle de las minas Empleo /Ocio : Mercenario al servicio de Lord Money Humor : Poderoso caballero es Don Dinero
| Tema: Re: El frío interior Sáb 03 Mar 2012, 16:27 | |
| Muy bueno tío Una narración y ambientación cojonudas. ¿Y Negros y musulmanes, en Alemania? Eran de varios países, pero de Europa incluyendo rusos. Dudo que internasen a Negros o judíos, y en todo caso serían franceses, ya que en Francia si que vivían musulmanes y negros, ya que Francia tuvo multitud de colonias en África. Por lo demás está es P.M, en serio sigue así | |
| | | MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Sáb 03 Mar 2012, 16:40 | |
| hmmm ahora veo que si que puede haber un poco de confusión, aunque ya digo aquello de: "Odiaba a esos asesinos. Los judíos, ellos mataron a Jesucristo. Y luego esa mierda de negros y musulmanes o islamistas, como les llamasen. Cada día crecían más, aunque como mínimo, no habían llegado a las calles de su pequeña aldea al este de Berlín." Me refiero a que odia a todos aquellos "infieles" como les llamaría, no a que estuviesen en el lugar. Graxias por leer!! | |
| | | DarkhunterTP Caballero
Mensajes : 852 Fecha de inscripción : 13/09/2010 Localización : En el valle des las minas, reviviendo antiguos momentos.. Empleo /Ocio : Traficante de Mineral Humor : Bastante
| Tema: Re: El frío interior Dom 04 Mar 2012, 22:46 | |
| Esta muy bien, a mi me encanta la historia nazi, me apasiona. Pero no se, le falta algo a la historia, no sabría decir el qué... Supongo que algo más de descripción... Bueno, espero ver los siguientes capítulos haber que se te ocurre xDD | |
| | | MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Dom 04 Mar 2012, 23:24 | |
| CAPÍTULO 2: LOS PRIMEROS MONSTRUOS AÑO 2010, Moosach, norte de Múnich
El frío de las calles de la ciudad ya se estaba filtrando por los rincones de la casa, donde con todo el alboroto del día, Frans no se había acordado de activar la calefacción. Y tenía frío. Mucho frío. Tanto, que no podía moverse del lugar. A sus cincuenta años, se había vuelto vulnerable a algunas cosas, pero intolerante a otras. Por eso estaba donde estaba. Se encontraba agazapado en la alfombra de cuero que había comprado junto a Anna durante su preciosa luna de miel en Chile. Estaba allí, totalmente recuperado del horror inicial que habían desencadenado sus actos. Miró al reloj de cuco del sombrío salón. Llevaba ya cuatro horas inclinado encima del cuerpo sin vida de su esposa. Todavía lo sentía todo: El cuchillo, desgarrando sin piedad la piel que tantas veces había besado; sus brazos, que intentaban sujetarla mientras ella corría y gritaba con temor… Y las tripas saltando. ¡Festival de sangre! Eso había pensado cuando un trozo de estómago le había saltado encima del ojo, después de la duodécima puñalada. No se había podido estar de contarlas. Quería saber cómo lo relatarían en las noticias. Sonrió. Ya se lo imaginaba: “hombre apuñala treinta veces a su esposa en una pequeña localidad alemana”. Incluso soltó una risita. Miró al cadáver de nuevo. ¿Era normal que soltase tanta peste? Acercó su nariz al cuerpo desfigurado. La sangre se olía más que la carne podrida. Se había extendido por toda la estancia, creando una fina capa bajo los pies de Frans. Había algunas moscas en el lugar. Eso sí que le daba asco. Se levantó al fin. Su cuerpo se encontraba realmente entumecido. Había sido difícil, pero ya había cumplido, solo quedaba esperar a que llegase la policía. Miró a su obra de arte una vez más. Lo más raro de todo, es que le había gustado matarla. Y mucho, además. Finalmente, la puerta de la casa se abrió, y una inesperada columna de luz atravesó el salón. Per se quedó mirando a su padre con una sonrisa. Iba a decir algo. Pero miró al cadáver. Lo olió. Lo sintió. Calló y miró de nuevo a su padre. Frans puso una cara de resignación inocente. Con total tranquilidad, pasó por el lado de su hijo y salió del hogar, contento. Iba a darse un paseíto por las calles de Moosach. Su hijo Per seguía mirando a su madre muerta, con la mirada ausente. La policía no tardaría en llegar.
*** Gösta se encontraba inclinado encima de la madera carcomida de su escritorio. Otra mañana más delante del ordenador, con la música a todo volumen. A nadie le importaba eso, ya que vivía solo. Y estaba solo, muy solo. Miró esa fotografía que tenía guardada en uno de los cajones cercanos. Mónica… Cada vez que veía su rostro se confundía a sí mismo. No sabía bien como se sentía: Si furioso, enamorado, rencoroso… Ni idea. Solo podía hacer una cosa: contemplar la cara de esa persona que una vez le hubo amado. Sostuvo la fotografía con su pulgar, a punto de dejarla caer mientras miraba por la ventana. Hizo una mueca de resignación y la puso delante del ordenador, cuidando que estuviese en perfecta simetría. En sus oídos, el Blood To Bleed de Rise Against retumbaba brutalmente, justo cuando Tim McIlrath cantaba esa destructiva frase en inglés: “ya no te amo más, es todo lo que recuerdo que me decías” . Suspiró. Se quitó las gafas en un movimiento frenético, sintiendo que le molestaban. Odiaba tener que llevarlas. Le hacían todavía más ridículo: siempre escudado bajo esos cristales, que apenas dejaban entrever a los otros su mirada. Era terrible ser él. A sus treinta años, un fracasado espiritual. Todavía no sabía cómo había llegado a ser policía. Alguien como él, sin iniciativa, ¡el cuatro ojos de la clase! Sonrió irónicamente y volvió a descansar las gafas en su nariz. Lo único que le motivaba eran aquellos objetos que le rodeaban en la pequeña estancia. Las cruces nazis, las banderas y las fotografías del gran Adolph. Pero debía mantenerlo en secreto, por su bien. Mónica le seguía mirando, en aquella foto impasible. Ahora Tim cantaba aquello de: “pero ya no tengo más sangre que sangrar…” Bonita frase. No iba a llorar más por ella. Obedeció a sus impulsos y se puso la mano bajo los pantalones, concentrándose en la mirada de su ex novia. Se tocó el aletargado pene y miró al reloj, abatido. No tenía tiempo. De pronto, una llamada le despertó de sus paranoias. Cogió el móvil rápidamente, suponiendo que sería alguien de la comisaría. Era Martin. -¿Si? –Dijo Gösta, tosiendo para aclararse la voz. -Tienes que venir ya. -Ya… -Intentó poner una voz profesional. –Ya lo sé, queda media hora para mi turno. -No, no. Te necesitamos ahora mismo. –El tono de Martin indicaba urgencia. –Ha habido un asesinato. Gösta rió, notando como su erección bajaba mientras intentaba apagar el ordenador. -¿Un asesinato? –Dijo. -¿En Moosach? Increíble. -Lo sé, es inconcebible. Pero ven rápido, ya tenemos al asesino. Un verdadero cabrón: treinta puñaladas a su mujer. La ha dejado hecha una braga. –Sonrió Martin a través del teléfono. – Venga, pásate por el lugar. -Ok. –Exclamó Gösta, con su parsimonia habitual. Colgó el teléfono y cogió la gabardina. Iba a ser un día precioso.
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| | | vitali Caballero
Mensajes : 788 Fecha de inscripción : 04/01/2012 Localización : Quizás por aqui , Quizas por allá , Quizas en Lago relajandome.. nose Empleo /Ocio : Buscador de la cámara (borderlands) a tiempo parcial , Batman por la noche y Estudiante por la mañana xD Humor : La leyenda mas antigua de todo el continente de Myrtana cuenta de que en España hace años hubo empleo
| Tema: Re: El frío interior Lun 05 Mar 2012, 16:24 | |
| Pedazo salto xD pero no me quedó claro los 2 primeros parrafos xD aunque mola | |
| | | Dulcepsicópata Paladín
Mensajes : 2149 Fecha de inscripción : 27/01/2011 Localización : África Tropical Empleo /Ocio : Cultivar mientras canto la canción del ColaCao Humor : Harto pésimo
| Tema: Re: El frío interior Lun 05 Mar 2012, 17:07 | |
| me está gustando mucho el relato la verdad,, no sé muy bien cómo se hilaran la historia del primer capítulo con la de éste pero seguro que mola mucho.
PD: Me he reído bastante con algunas frases jajjaja | |
| | | Taokanimemetal Magnate del Mineral
Mensajes : 1541 Fecha de inscripción : 15/07/2011 Localización : Valle de las minas Empleo /Ocio : Mercenario al servicio de Lord Money Humor : Poderoso caballero es Don Dinero
| Tema: Re: El frío interior Mar 06 Mar 2012, 19:03 | |
| (Blood To Bleed de Rise Against) Muy buena esa. El capitulo está de P.M, el nazi está cómo una chota y yo me pregunto estos personajes no pueden ser de la segunda Guerra mundial a no ser que hayan sido niños. Pues si restas 2010-1945= 65, es decir que si han nacido en 1945 tiene 65 años y de ahí empieza a sumar Una cosa que me cabrea es el tío que apuñala a su esposa, me pone de mal humor Pero el relato está genial, a ver cómo sigue. Good Job | |
| | | MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Mar 06 Mar 2012, 19:07 | |
| Con el nazi te refieres a Gösta, no? de la segunda parte del chapter. No quiero confusiones jeje Y no, no han vivido la segunda guerra mundial. Ninguno es Hans, del primer capitulo | |
| | | DarkhunterTP Caballero
Mensajes : 852 Fecha de inscripción : 13/09/2010 Localización : En el valle des las minas, reviviendo antiguos momentos.. Empleo /Ocio : Traficante de Mineral Humor : Bastante
| Tema: Re: El frío interior Mar 06 Mar 2012, 22:03 | |
| Bueeeeeeeno, está muy bien. El vinculo de las historias paralelas supongo que es que son de ideología ultra derechista o bien tiene algo que ver con ellos... Si vas a poner a las personas vinculadas por ser Nazis, estaría bien que sacaras una Skinheads de siglo XXI. Solo es una sugerencía, me gustaría mucho ver lo que podrías escribir, me lo puedo imaginar. | |
| | | MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Jue 15 Mar 2012, 23:51 | |
| EL EXPERIMENTO Año 1944, campo de concentración de Dachau
No se hacía la idea de cómo había pasado todo aquello. Todo había sucedido tan rápido... Hacía apenas unos minutos, Hans se encontraba de pie en el despacho del Monstruo de Dachau. Gottfried Weiss le había mirado con esos macabros ojos. Le había observado y evaluado, siempre con esa repugnante cara de superioridad. Pero estaba vivo. La sangre subía y bajaba en su cuerpo, pero estaba vivo. Había sido difícil contener su miedo y excitación durante la situación: Todo el mundo mirándole, expectante… Ya había empezado a imaginarse que le seleccionarían para alguno de aquellos “experimentos”, o vete a saber qué más. Pero no. Le habían mandado al laboratorio, a hacer de contable con el doctor Claus Schilling. El hombre que mataba sin piedad… eso sí, en nombre de la ciencia, claro. Pero eso le daba igual. La mayoría eran judíos, y aunque tampoco estuviese del todo de acuerdo con los nazis, algo debía hacerse con los infieles. “En fin” pensó “estoy vivo y parece que tendré un trabajo pasable. En realidad soy un afortunado”. Recordó cuando había entrado al laboratorio: El doctor se encontraba sumergido en sus carpetas, apoyado en el ancho escritorio, cavilando. -Hola. –Exclamó el doctor levantándose en verlo. –Me llamo Claus, encantado. –Le miró de arriba abajo, recordándole a la manera como lo había hecho el comandante Weiss minutos antes. Sin embargo, ese hombre no le transmitía miedo, bien al contrario. Era muy extraño que algún nazi del campo fuera tan cortés con un preso, y su mirada cálida le daba seguridad. -Yo soy Hans Olavsen. –Dijo Hans, un poco intimidado. Que le llevasen a un doctor, pese a todo, no era buena señal. ¿Qué iban a hacerle? No iban a ser pruebas físicas, eso seguro –pesaba unos 45 kilos-. Pero tampoco iban a hacerle nada bueno. -Siéntate por aquí y toma los dossiers. Tienes que justificar mis gastos. Que mis demás contables te lo expliquen todo, están en la habitación contigua. –El doctor se tumbó hacia él, indicándole un buen asiento. –Bienvenido a casa. Hans miró la inacabable cantidad de carpetas que había en el escritorio, preparadas para él. Entendía que relegasen ese trabajo a un preso, y más todavía siendo este un buen matemático. Sin embargo: ¿alguien como él, trabajando codo con codo con un doctor nazi? Difícil de darle el visto bueno a una situación así. Además, no eran pocos los rumores que circulaban sobre el médico del campo. Pero la verdad, así al natural, Claus le parecía buen tipo. Ahora lo tenía de espaldas a él, leyendo quién sabe qué, sin apenas reparar en su presencia. Ya ves, alguien de su posición siendo tan abierto y tolerante… Y encima tenía a dos presos más empleados en su misma tarea. Le gustaría verlos, siempre le gustaba la competencia. Sólo esperaba que no fueran judíos o gitanos, eso le incomodaba. Dios le observaba, lo sabía. No quería ir al infierno, no. Pero dejó de pensar en esas cosas. Fijó la vista en el primer papel delante de él. Pronto, y habiendo reseguido las finas líneas de bolígrafo de la hoja con la mirada, emitió un leve suspiro y se levantó de la silla. Todo eso no podía ser real. Estaba fuera de lugar… esperpénticamente macabro. Claus se tumbó ligeramente hacia él, con las cejas arqueadas. Así permaneció un instante, hasta que exclamó: -Por favor, no me vomites aquí. Fue inevitable.
*** Año2010, Moosach
Martin no estaba en absoluto emocionado. De hecho, era bien al contrario. No le gustaba nada la idea de un asesinato en Moosach. Eso seguro que le llevaría muchísimo trabajo y papeleo. Y el de por sí mismo ya era un tipo harto cansado. En la comisaría no había nadie realmente vocacional, al parecer. Pero bajó de su viejo Mustang y se quitó las gafas de sol. Su puesta en escena era lo único que le gustaba de aquello. Todo el mundo le miraba. Gösta ya estaba allí, apenas diez minutos después de su llamada. Le miró, recriminador, y le indicó el interior de la casa. Allí se situaba toda la acción, principalmente forense. Se apartaron de buena parte del equipo y fueron a un lado de la casa, dónde Martin tomó la palabra: -Bien, ¿algo interesante o qué? -Pfff –suspiró Gösta, con una sonrisa indiscreta. –Que va. La ha matado a puñaladas y punto. Va a ser toda una sensación en el pueblo, tengo curiosidad para saber las leyendas que se inventarán las viejas. –Ambos callaron unos instantes. -¿No estás muy contento tío? Quiero decir, ¿demasiado? En esta situación, y siendo tú… me pareces demasiado feliz. Gösta no pudo contenerse una risotada. Estaba exultante. Le dio un pequeño toquecito al hombro de su colega y se sacó algo de la gabardina, de forma lenta y ceremoniosa. Alzó un largo collar por encima de sus cabezas. En su punto cúspide, una cruz negra brillaba, con la peculiar insignia nazi presidiéndola. -¿No es alucinante? Martin, encontré el collar en la casa. Debe de valer una fortuna. Martin le miraba incrédulo, sin poderse creer lo que veía. -Esto son pruebas y pertenencias ajenas. No puedes quedártelo. –Martin miraba a Gösta un poco incómodo. Vio como éste se ajustaba las gafas y borraba la sonrisa de su cara. -No sé tío… Me pareció normal cogerlo. Piensa que no son pruebas de nada, sabemos claramente que la mató él. ¡Además, tiene el sótano lleno de mierdas nazis! Pero esto, amigo mío, puede hacerme ganar un pasta. –Los agentes se miraron ya más complacientes el uno con el otro. – Bueno, de esto podemos ganar los dos, claro. Martin y Gösta de miraron el uno al otro y se quedaron serios. Finalmente, Martin asintió, al fin convencido, y Gösta dio un saltito como un niño pequeño. No muy lejos, una mujer estaba pálida y agujereada, y una suave brisa nórdica, muy fría, invadía el pueblo.
Última edición por MercenarioOrco el Vie 16 Mar 2012, 18:13, editado 2 veces | |
| | | Antiheroe Mago del Concilio Supremo
Mensajes : 1010 Fecha de inscripción : 05/12/2010 Localización : inchandome de martillo de lou en jakendar Empleo /Ocio : el unico paladin con hacha Humor : No se necesitan gafas para ver lo mal que va el mundo
| Tema: Re: El frío interior Vie 16 Mar 2012, 16:06 | |
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| | | vitali Caballero
Mensajes : 788 Fecha de inscripción : 04/01/2012 Localización : Quizás por aqui , Quizas por allá , Quizas en Lago relajandome.. nose Empleo /Ocio : Buscador de la cámara (borderlands) a tiempo parcial , Batman por la noche y Estudiante por la mañana xD Humor : La leyenda mas antigua de todo el continente de Myrtana cuenta de que en España hace años hubo empleo
| Tema: Re: El frío interior Vie 16 Mar 2012, 16:38 | |
| Jeje buen capítulo (pd: quien es el de la foto ? Tiene cara de piña xDD) | |
| | | Taokanimemetal Magnate del Mineral
Mensajes : 1541 Fecha de inscripción : 15/07/2011 Localización : Valle de las minas Empleo /Ocio : Mercenario al servicio de Lord Money Humor : Poderoso caballero es Don Dinero
| Tema: Re: El frío interior Vie 16 Mar 2012, 16:39 | |
| 1994?? Creo que esa fecha es errónea. 45 quilos??? no será 45 kilos. Mustang, yo también quiero uno Por lo demás muy buen capitulo | |
| | | Dulcepsicópata Paladín
Mensajes : 2149 Fecha de inscripción : 27/01/2011 Localización : África Tropical Empleo /Ocio : Cultivar mientras canto la canción del ColaCao Humor : Harto pésimo
| Tema: Re: El frío interior Vie 16 Mar 2012, 18:05 | |
| Me ha encantado!! Continúalo tío, realmente está genial! excepto por los dos errores que te menciona Taok, eso sí xD | |
| | | MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Vie 16 Mar 2012, 18:12 | |
| No tenia ni idea de que quilos no se aceptase Bueno, ya he aprendido algo, gracias. PD: El de la foto es Claus Schilling, aunque mas tarde se engordó bastante jeje Si os fijais no introduzco nazis demasiado conocidos en mi relato para poder hacer mi propia trama sin protestas xD | |
| | | MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Lun 16 Abr 2012, 20:50 | |
| Antes de empezar el capítulo os recuerdo un poco la trama porque hace un tiempo que no escribo. Por una parte: El año 2010, Frans acaba de asesinar a su esposa por motivos desconocidos. Tiene el sótano lleno de objetos nazis. Investigan el caso Gösta y Martin, que han robado un viejo collar del lugar. Gösta tiene cierto interés en Hitler y su totalitarismo. El 1944, Hans, un antisemita en el campo de concentración de Dachau, acaba de ser contratado por el doctor del lugar –Schilling- para hacerle la contabilidad. Ahora veremos cómo está la familia de Hans después de que las autoridades lo llevasen a Dachau. Todo esto, claro sucede en 1944, y en Moosach, donde ocurren todas las tramas. -------------------------------------------------------------------- EL SINVERGÜENZA Y EL RETRASADO Año 1943, Moosach Margaret estaba inclinada en el fregadero, limpiando con agua sucia su preciada vajilla de plata. Su madre se la había regalado a ella y a Hans el día de su boda. Recordó ese momento y sonrió. Cuando les entregó el presente, su madre parecía realmente alegre. Sin duda consideraba a Hans como a un buen hombre para su hija. Pero ahora se había ido. De un día a otro, el comisario y el hijo del alcalde –llamado Garin- se habían presentado en el portal de su casa con una orden de detención. Y allí se derrumbó su mundo. Vio el amor salir por la puerta para no volver jamás. Mientras recordaba, una cristalina y patéticamente hermosa lágrima se escurrió por su mejilla temblorosa. Uno de los platos que sostenía en las manos tan fuertemente se deshizo de su abrazo y cayó al suelo, estallando en mil pedazos, como su vida misma. Detrás de ella, su hijo Erik la miraba si osar decir nada. Sabía que su madre sufría. Cogió una escoba de madera y se limitó a recoger la porcelana. Erik pensaba que su madre Margaret había sido cobarde. Pese a amarla como sólo un hijo puede hacer, Erik condenaba en silencio a su progenitora por la detención de Hans. Todos en la casa, incluso el pobre de su hermano, sabían que había sido culpa de Garin. Garin, oficial de las SS e hijo del alcalde, siempre había querido poseer a Margaret. Pero claro, Hans era un obstáculo. Y por eso se lo llevaron, por envidia. Ahora, Erik había asumido el papel de hombre de la casa, teniendo que cuidar de su destrozada madre y de su hermano retrasado. Ian apenas necesitaba atención, pero era poco trabajador y muy escurridizo. Y pasaba el día en el establo, con su perro y su osito de peluche. Ahora Erik tenía ya diecisiete años, y su hermano Ian trece. Tenía esquizofrenia. Todo parecía más difícil en su vida desde hacía poco. Las cuatro paredes de madera que los rodeaban se iban estrechando lentamente… La puerta del salón se abrió con un sonoroso chirrido, despojándolo de sus pensamientos. Un hombre con un traje de las SS entró en la cocina. Sus zapatos golpeaban elegantemente la madera podrida que les sostenía, y una sonrisa triunfal surcaba su rostro. Era Garin, aquél quién les había destrozado las vidas. -¡Saludos! –Exclamó al tiempo que guardaba las manos en los bolsillos. –Se me ha ocurrido pasarme a ver como os iba. El silencio reinó unos instantes, hasta que Margaret se giró finalmente. Sólo vio al diablo de pelo negro, posando triunfal delante del sofá. Ni ella ni su hijo Erik dijeron nada. Riendo entre dientes, Garin volvió a hablar. -Que cabreados estáis hoy, jeje… En fin, dejadme decir un par de cosas y ya me voy, cosa que, sin duda alguna, estáis deseando. –Cogió aire y se tensó, moviendo así sus grandes medallas colgantes del pecho. –Estoy aquí para ayudaros. Escuchadme: fue una putada que Hans fuera llevado a un campo de concentración, pero ahora debéis mirar al futuro. Sois tres viviendo en esta casa. No tenéis dinero ni trabajo, por no hablar de esperanza. ¿Qué será del pequeño Ian? Con su discapacidad, no llegará a ningún lugar sin haber tenido una enseñanza digna… -Margaret se irguió molesta cuando Garin mencionó a su pequeño. El oficial rió para restarle seriedad a sus palabras. – A lo que iba: Necesitáis dinero. ¿Tú eres el joven Erik, verdad? –Le señaló y éste afirmó, notablemente incómodo. –Bien. Todo esto tiene que haber sido muy duro para ti… ¡Ahora, de golpe y de repente, tienes que cuidar de todos! Qué putada… Pronto se os acabarán vuestros escasos ahorros y entonces, iréis a la calle. Pero amigos, yo os traigo la solución. Garin empezó a andar en círculos por la estancia, con gestos teatrales y artificiosos. Finalmente, el hijo del alcalde se acercó a Margaret por detrás, levantando ante la atenta mirada de Erik el faldón de cocina de su madre. Ella estaba muy alerta de cualquier movimiento grosero. Erik se acobardó y miró al suelo unos instantes. Se culparía de ello más tarde. Garin, pero, seguía subiendo sus fuertes manos por la pierna de Margaret. Súbitamente, paró y la giró hacia él: -Yo soy la solución. –Rió estrepitosamente. –¡Tendréis todo lo que queréis! ¡Este pueblo es de mi padre, ergo mío! Dinero, ropa, comida… y todo por un simple polvo. Margaret le cruzó la cara en cuanto acabó su discurso. Le abofeteó y se tiró hacia atrás, escudándose de cualquier movimiento violento que ello hubiese podido desencadenar. Garin estaba paralizado de la sorpresa. Pero pronto su cara cambió, dando a lugar a una expresión de burla. En aquél momento, el pequeño Ian entró en la casa, con su perro Wölfen sujeto de una correa y su osito de peluche estrechado en su brazos. Todos le miraron, pues era un intruso en mal lugar. Ian gritó fuertemente: -¡Él se llevó a papá! – Y entre sollozos, se escondió entre las piernas de su madre. Garin miró al niño y a Margaret. Los empujó violentamente contra el sofá y cruzó la estancia, ajustándose el traje de mientras. La marca de la bofetada seguía en su cara. Cruzó la puerta y todos respiraron tranquilos instantáneamente. Pero un ladrido sonó al cabo de unos momentos. Erik y Ian se asomaron a la puerta. Allí, el perro se había adueñado de la pierna del oficial, y ahora mordía incisivo al son que Garin gritaba asustado. Éste lo apartó finalmente y se volvió hacia los críos, rojo de ira. Saltó como un mono enjaulado e hizo ruidos ininteligibles. Al ver al perro volverse de nuevo hacia él, Garin empezó a correr colina arriba, asustado de nuevo. Sin embargo, se pudieron distinguir sus gritos a la lejanía: <<¡Me llevé al cerdo de vuestro padre y os llevaré a vosotros!>> En la casa, Margaret volvió a lavar platos, inconmovible. | |
| | | Taokanimemetal Magnate del Mineral
Mensajes : 1541 Fecha de inscripción : 15/07/2011 Localización : Valle de las minas Empleo /Ocio : Mercenario al servicio de Lord Money Humor : Poderoso caballero es Don Dinero
| Tema: Re: El frío interior Lun 16 Abr 2012, 21:17 | |
| AJAJAJA, Muy bueno, man. Una cosa, si ese fuese discapacitado mental, estaría muerto o en algún laboratorio. Eso en la vida real de aquella época, claro. Otra cosa, lo del perro ha sido bueno, es más, me ha sorprendido. Pensé que iba a matar al perro. PD: Los oficiales de las SS, eran los "nobles" Alemanes, así que te felicito, dado que su padre es rico, ¿no?. PD2: El traje estaba compuesto por: Una gabardina de cuero negro, un uniforme gris, gorro gris de solapa negra y botas negras. Esto no lo digo por joder, sino que quedaría bien una descripción del traje | |
| | | vitali Caballero
Mensajes : 788 Fecha de inscripción : 04/01/2012 Localización : Quizás por aqui , Quizas por allá , Quizas en Lago relajandome.. nose Empleo /Ocio : Buscador de la cámara (borderlands) a tiempo parcial , Batman por la noche y Estudiante por la mañana xD Humor : La leyenda mas antigua de todo el continente de Myrtana cuenta de que en España hace años hubo empleo
| Tema: Re: El frío interior Mar 17 Abr 2012, 15:29 | |
| Me gusta el capitulo , que quieres que te diga xD sigue haciendo mas y puede que haga una gráfica de años en los que ocurre todo xD puede que tenga algun sentido xD | |
| | | Dulcepsicópata Paladín
Mensajes : 2149 Fecha de inscripción : 27/01/2011 Localización : África Tropical Empleo /Ocio : Cultivar mientras canto la canción del ColaCao Humor : Harto pésimo
| Tema: Re: El frío interior Mar 17 Abr 2012, 17:04 | |
| Muy buen capítulo tío,, el estilo de tu relato es el que más me gusta de todos, con buenas y metafóricas descripciones. Lo que sí veo es que tienes muchos frentes abiertos en el relato,, no sé si me explico,,, demasiadas historias paralelas Aún así no es una crítica, sólo una observación,,, supongo que ya tendrás en la cabeza cómo hilar todas estas historias | |
| | | MercenarioOrco Líder del Círculo del Agua
Mensajes : 1349 Fecha de inscripción : 03/09/2011
| Tema: Re: El frío interior Mar 17 Abr 2012, 17:45 | |
| El problema esque esto es un relato y no una novela: si lo fuera, podría meter descripciones de trajes y un porrón de cosas más, y ademas vosotros tendrias el lio argumental más claro. Entiendo que haya confusiones (quizas lo mejor seria leerlo todo una vez acabado, pero es asi). Os lo aclaro. En 2010: -Un hombre mata a su mujer y dos policias, Martin y Gösta, lo investigan. Ademas, roban un collar nazi. En 1943: La familia de Hans, deportado al campo de Dachau, vive como puede y bajo el maltrato de gente como Garin, quien precisamente alejó a Hans de ellos. Hans por su parte está en Dachau haciéndole de contable al doctor Claus Schilling en sus macabros experimentos.
Última edición por MercenarioOrco el Lun 16 Jul 2012, 15:14, editado 1 vez | |
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