HÉROE SIN NOMBRE
El
héroe sin nombre es un varón de entre veinte y treinta años, rubio y de complexión atlética. Es originario del continente pero se desconoce el lugar concreto del que es oriundo. Padeció amnesia poco antes de ser arrojado a la colonia, justo en el año de su colapso. Por ello es incapaz de recordar nada de su anterior vida, ni siquiera su nombre. Antes de ser arrojado pasó dos meses encerrado en los barracones de la ciudad de
Khorinis, esperando para ser juzgado. Dentro de la colonia conoció a los que más tarde serían sus mejores amigos:
Diego,
Gorn,
Milten y
Lester; así como muchas de las personas más importantes de cada campamento. Se interesó por los planes de fuga que llevaban a cabo varios campamentos y los ayudó en la medida de lo posible para que alcanzasen sus objetivos. Cuando ambas intentonas se vieron fracasadas, buscó por orden de
Saturas al mago
Xardas conocido como el nigromante. Éste, que había dirigido infructuosamente la creación de la
Barrera, le mandó destruir a la criatura
Krushak, que no era otra que la deidad que adoraban en el
campamento de la Hermandad. Para ello tuvo que abrirse paso a través de un templo subterráneo en el que moraban los cinco chamanes que habían invocado al
Durmiente en la tierra. El más poderoso de ellos,
Grash- Varrag- Arushat, era inmune a los ataques normales por lo que el héroe tuvo que huir precipitadamente. Para destruir al pérfido chamán llenó de energía la legendaria espada
Uriziel, usando el montículo de mineral del
Campamento Nuevo. Gracias a los consejos de
Xardas, que apareció en última instancia, el
héroe destruyó los corazones de los cinco chamanes y desterró a
Krushak. Este hecho ocasionó el
colapso de la Barrera e hizo cumplir las profecías orcas en las que se hablaba del "
Enemigo Santo que vendría a expulsar al
Durmiente de este mundo".
La muerte del
Durmiente también hizo que el templo subterráneo se viniese abajo y que el
héroe quedase aplastado por las rocas, donde quedó sepultado durante dos semanas. Sin embargo, y gracias a la armadura que llevaba,
Xardas pudo teleportar al
héroe desde el templo hasta su nueva torre en
Khorinis, donde le habló de las nuevas amenazas que se cernían sobre la isla. Por una parte, los
dragones habían acudido al último grito de furia del
Durmiente, y estaban asolando el
Valle de las Minas. Por otra, algunos secuaces de
Beliar habían empezado a buscar en las ruinas de la ciudad oculta de
Jharkendar la
Garra de Beliar, una espada de increíble poder. Para que pudiese hacer frente al enemigo,
Xardas le dijo que necesitaba tener en sus manos tanto la
Garra de Beliar como el
Ojo de Innos, un amuleto con poder sobrenatural capaz de hacer hablar a los
dragones de sus más profundos secretos. Cuando hubo conseguido ambos artefactos eliminó uno por uno a los
dragones que asolaban el
Valle de las Minas. A su regreso a
Khorinis, la situación no mejoró, y aconsejado por
Xardas emprendió un viaje hasta una isla rocosa llena de cuevas, cercana a
Khorinis. En el interior de las cuevas se hallaba uno de los cuatro templos de
Beliar en
Myrtana,
Los Salones de Irdorath, donde localizó y eliminó al nuevo
elegido de Beliar,
un dragón no muerto. Justo después de acabar con él,
Xardas apareció y se llevó consigo el poder de
Beliar contenido en el
dragón no muerto. Tras ello, el
héroe y la tripulación salieron de la isla en dirección al continente.
Después de dos meses el
héroe y su tripulación llegaron a las
costas de Myrtana, desembarcando en el pueblo costero de
Ardea. Participó en la trifulca que expulsó a los
orcos de la aldea, ganándose al instante cierta reputación con la
resistencia humana. Al volver a la playa descubrió que unos
piratas se habían llevado el
Esmeralda donde tenía guardado todo su dinero, armas, armaduras y provisiones. También tenía en el barco la
Garra de Beliar y el
Ojo de Innos. Más tarde se enteró de que
Xardas era el nuevo
líder de los orcos y se propuso encontrarlo. Se despidió de
Diego,
Gorn,
Milten y
Lester y siguió las direcciones que le dio la gente de
Myrtana para encontrar a
Xardas. Su camino le llevó hasta
Nordmar donde localizó una gigantesca torre a medio construir al noreste. El
nigromante convenció al
Héroe sin Nombre para que confiase en él y le mandó encontrar una serie de objetos: los
artefactos divinos de Adanos. Su camino le llevó hasta
Varant, el gran desierto, donde los
orcos estaban realizando excavaciones en varios templos. El
héroe se puso al servicio de los
orcos y liberó uno tras otro los
cinco templos. Para encontrar el último artefacto, que no se hallaba en el templo, viajó nuevamente hasta
Nordmar donde consultó libros viejos que le hicieron llegar a una
tumba de antepasados de Nordmar. En dicha tumba localizó el último artefacto. Más tarde,
Xardas le hizo destruir los
cinco artefactos en los
grandes hornos de mineral del Clan Martillo y asesinar al
rey Rhobar II y a
Zuben, líder de los hashisin. Todo ello, era un plan elaborado para destruir el
poder de los dioses en la tierra de una vez por todas. Cuando lo hubo hecho, marchó al oeste, a las
tierras desconocidas junto a su
mentor y y tras atravesar el
portal no se les volvió a ver...
Carácter:
El
héroe es una persona muy curiosa, siempre intenta poseer toda la información acerca de un tema, y por lo general es amable con la gente. Es sarcástico y en muchas ocasiones irónico, incluso en situaciones de riesgo. Es rápido aprendiendo cosas y consigue lo que quiere con facilidad; es seguramente el hombre más capaz de toda la isla de
Khorinis. Por todas estas cosas siempre ha sabido colocarse bien dentro de las facciones por las que ha pasado, y ha sido un miembro vital de ellas.
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