Gran Relato de la Colonia

Capítulo 9 – Un poder terrible


La piedra rúnica entregada por Xardas fue cargada. Los magos observaban maravillados como la pequeña piedra antes oscura y marchita brillaba y latía rebosante de un increíble poder.
El enorme montículo de mineral en cambio se había oscurecido y apenas emitía destellos.
Los magos del agua junto con Milten sintieron la necesidad de descubrir el poder de la piedra y decidieron probarla. Para ello decidieron alejarse del campamento y fueron a la colina al norte de la taberna de Silas. Homer, un obrero del Campamento advirtió humildemente a los magos de que en aquella colina merodeaba un enorme acechador especialmente violento.
Efectivamente, llegando a la colina se encontraron con la horrible criatura que bramaba y roncaba desagradablemente amenazando a los magos. Milten lo carbonizó ante la mirada aprobadora de los magos del agua.

Wolf, bajo la custodia de Gorn y aprovechando sus habilidades de caza había encontrado el camino que habían tomado los guardias para atacar la mina libre.
Decidieron esperar allí agachados y no tardaron en ver una partida de guardias dirigiéndose al paso.
Los guardias llevaban a un muchacho encadenado, parecía un cavador.
Wolf pensaba que el plan era pedir ayuda o simplemente informar en esa situación pero tras mirar a Gorn, con su mirada inquieta y casi sonriente se temió lo peor.
Gorn blandió su gran hacha y para mayor inquietud de Wolf dió la bienvenida a los guardias en tono de burla saltando sobre el camino. Wolf deseó usar las flechas contra Gorn tras su exhibición de ímpetu. Los cuatro guardias parecían jóvenes e inexpertos y dudaron ante la imperiosa aparición de Gorn. Eran lo suficiente listos como para saber que el sinuoso sendero era apropiado para una emboscada por lo que retrocedieron lentamente. El guardia al mando, Pacho, ordenó calma. Solicitó a Gorn que se retirara del camino, que tenían órdenes de Thorus capitán de la honorable guardia de Gómez, señor de la Colonia, de llevar al cavador a la mina. Gorn soltó una carcajada ante tal parafernalia, dió un paso adelante y los guardias dieron uno hacia atrás. Gorn que olía el miedo y la sangre se dispuso a embestirlos con su hacha. El primer guadia retrocedió y se cubrió con su espada. Esto lo salvó de un golpe mortal pero no de ser catapultado mas allá del borte del acantilado y pasar a ser pasto de carroñeros.
Un segundo guardia apenas pudo reaccionar cuando vió el hacha de Gorn hendida en su pecho.
Gorn se cubrió con su brazalete de acero del tímido ataque del tercer guardia y balanceó de nuevo su hacha seccionando la pierna a su desafortunado contendiente.
El poderoso mercenario se dispuso a rematarlo cuando sintió algo en frío y punzante en su pecho.
Pacho tras observar la superioridad combativa de Gorn en el combate cuerpo a cuerpo enfundó la espada y sacó ágilmente su ballesta. Su primer disparo se clavó en el pecho de Gorn, el segundo sería mortal para un Gorn mermado. Pacho apuntó a la cabeza.
Pacho veía el blanco claro pero no disparó, por el contrario, esputó sangre antes de derrumbarse.
Una flecha dirigida por la implacable precisión de Wolf le atravesó la garganta.
Gorn se arrancó la flecha del pecho, había atravesado la armadura y le había producido una sangrante herida pero solo era superficial.
Wolf se acercó a Gorn para preocuparse por el. Los gritos del guardia mutilado se oían en cada punta de la Colonia. Wolf, que se compadeció de él, lo remató con una afilada daga.
Gorn estaba contento tras un buen combate. Wolf estaba más resentido y replicó a Gorn por su temeraria estrategia. Liberaron al prisionero, decía llamarse Mud. De camino al campamento, Mud no paró de mostrar a Gorn y Wolf su gratitud. Insistió en que odiaba a los guardias y al Campamento Viejo y que le encantaría viajar con ellos y combatirlos. A Gorn le causó simpatía el joven muchacho, que no paraba de hablar y hacer preguntas.

En la casa del señor del arroz uno de los campesinos, que había sido veterinario, suturó la herida de Gorn. Tras esto, Gorn se irguió de nuevo orgulloso, preparado para nuevas contiendas. Wolf ya se había ido a su cabaña hace rato.
Mud quedó al servicio del señor del arroz. Lefty, uno de sus matones lo "convenció" para ponerse a trabajar. Ante la parafernalia y holgazanería de Mud aplicó sus malos modales. Mud amenazó a Lefty y a sus matones, les dijo que su amigo el de la gran hacha lo apreciaba mucho y ajustaría cuentas con ellos en cuanto se curase. Los matones rieron.
Algo interrumpió las carcajadas, un terrible estruendo y un temblor en aumento comenzó a sentirse en los campos de arroz. Gorn salió de la casa del señor del arroz con gesto serio, nadie sabía que ocurría.

Baal Cadar yacía en una incómoda cama bajo la custodia de su discípulo. Shart que se había enterado de que Lester e Isidro estaban en la taberna había ido a juntarse con ellos al primer descuido.
Repentinamente Cadar comenzó a experimentar una trepidante sensación. Sentía de nuevo al Durmiente y su llamada cada vez mas alto. Esto mismo comenzó a retumbar en la cabeza de Lester que se derrumbó entre gritos en el suelo de la taberna.

En el Campamento del Pantano, gobernado ahora por Cor Kalom, creció también esa sensación. Desde Kalom hasta los novicios que se veían ahora obligados a trabajar duro para levantar una empalizada lo sentían.
Kalom estaba especialmente preocupado y salió a la puerta del templo para fijar su mirada en el este.

Xardas, que conversaba con su nuevo aprendiz, Namib, no era ajeno a lo que estaba pasando y al contrario que su pupilo no se extrañó ante las poderosas vibraciones que agitaban la colonia, tan solo mencionó a Namib que el momento del desenlace estaba cada vez mas cerca.

good chapter

Muy buenos capítulos estos dos últimos,, mantienes todo tu nivel tío!!
PD: Tengo cierta hipótesis de cómo acabará... pero mejor no digo nada jejej

Ya estamos especulando .. jaja, a ver si consigo sorprenderos con la resolución de la trama

Pffff, fíjate que me da pena que se vaya a acabar y todo
Por cierto, Gorn parece un animal en algunas frases -y lo rematas con lo del veterinario, jeje-
muy buen chapter tio

Capítulo 10 – Nuevo Orden

Gorn estaba experimentando un agradable sueño, soñaba que era todavía un muchacho, en su aldea natal dónde sus manos usaban el hacha con la función de leñar y no de luchar.
Estaba sentado a la sombra del roble a izquierda de la finca sobre el prado.
A su lado estaba Maggie, su novia. No era demasiado agraciada pero era cariñosa y atenta, y Gorn la amaba. Maggie comenzó a besarlo, primero suavemente pero cada vez más fuerte hasta que Gorn pensó que le mordía y le hacía daño. Ante esto Gorn se sintió impotente, no era capaz de responder y la imagen de Maggie tornó en oscura y borrosa, casi monstruosa.
Gorn reclamó todas sus fuerzas para combatir esa terrible figura y así se despertó.
Lo que vió fue peor que la figura desnaturalizada de Maggie: Un carroñero muerto encima de su cabeza. Gorn se percató de que su mano todavía apretaba con extrema fuerza el cuello de la bestia, el cual se encontraba roto. La cara le escocía, la tenía herida y marcada por los picotazos del inmundo ave. Gorn trató de incorporarse pero una pared de madera con kilos de barro encima le había atrapado las piernas. Gorn apenas recordaba que había pasado, todo le parecía un sueño.
Sintió voces, a su izquierda ojeando los ecombros vió dos guardias. Permaneció en silencio esperando pasar inadvertido pero algo atrajo su atención. Unos alaridos se escucharon esta vez a su derecha, era Mud pidiendo ayuda. Los guardias acudieron y se encontraron a Mud cubierto de barro con una estaca atravesando su abdomen. Fletcher, uno de los guardias conocía a Mud y se digno a prestarle ayuda. Atravesó su corazón con la espada dándole una muerte rápida.
Gorn estaba a pocos metros y los guardias sonrientes por su hallazgo lo encontraron.
Gorn era un guerrero famoso en la colonia, los guardias lo reconocieron rápidamente, era un excelente trofeo.

Ese día se reunieron de nuevo Gorn y Diego en la lúgrube mazmorra del Campamento Viejo. Gorn, ya repuesto de la conmoción contó a Diego lo que había pasado. La presa del Campamento Nuevo se había derrumbado. Una gran fuerza hizo temblar los diques hasta hacerlos ceder.
Lo siguiente que recordaba Gorn era encontrarse hundido entre el barro y los escombros al sur de La Vieja Mina.
Bullit se acercó a la puerta para burlarse de Gorn y Diego y les comunicó su deseo de ver al mercenario ahorcado en frente del castillo. Diego pensó que Gorn sería un rehen útil para Gómez y que eso le daría tiempo, pero no tenía nada claro dadas las circunstancias; los guardias querían sangre.

Gorn contó a Diego lo del ataque al Campamento del Pantano. Diego reflexionó sobre eso y renovó sus esperanzas sin que Gorn comprendiese porqué. Pese a estar en prisión, Diego tenía todavía informadores. Se había enterado de que Joru, ahora Baal de la hermandad, había traído un mensaje a Gomez. Exigía al Campamento Viejo su rendición ante el poder del Durmiente, pues de otra forma, el Durmiente exigiría un pago en sangre. Ante esta inesperada amenaza un desquiciado Gómez no logró contenerse, blandió su espada y de un diestro mandoblazo destruyó el cuerpo del gurú.
Sus sesos y su sangre se esparcieron por la sala del trono. Este suceso quedó como una anécdota, como otro desvarío de un chiflado de la hermandad. Pero ahora cobraba fuerza.
Diego utilizó sus contactos con guardias para que la información sobre el ataque llegase a Raven.
En esos momentos en el Campamento Viejo, aún más animado al conocer el desastre del Campamento Nuevo, Thorus preparaba a sus guardias para lanzar sobre este un ataque definitivo.

Mientras tanto en el Campamento del Pantano, Cor Kalom, pese a su mal presentimiento sobre el terrible poder que había sentido, estaba organizando la guerra planeada por el Durmiente.
Más orcos habían llegado, sus filas eran de unos 400 orcos y 60 templarios, en dos semanas partirían al Campamento Viejo.

Un bandido del campamento nuevo, Buster, estaba inflitrado en el Campamento del Pantano. Se le eligíó por su agilidad y su alopecia, además de por ser un guerrero prescindible.
Shart, ahora admitido en el Campamento Nuevo vestía la armadura de bandido y entregó a Buster sus viejas ropas.

Buster conocedor del inminente ataque se escabulló esa noche del pantano para informar al Campamento Nuevo. Una vez llegó se encontró con el desolador panorama. Al derruírse la presa el río había arrasado la casa del arroz así como la puerta exterior, llevándose todo por delante. Al llegar a la puerta principal del campamento Jarvis el mercenario lo informó de lo que había pasado. Buster no daba crédito, sobre todo por la última frase de Jarvis. Le dijo que no olvidara mostrar sus respetos al nuevo líder del Campamento, el joven y poderoso Milten.

good chapter, fantastica historia

Wow!!!

Spoiler:

Tu historia me encanta: el universo gothic, ese argumento frenético...
Keep it up!!

más por favor necesito más!!
increíble de verdad jeje sigue cuando puedas

PD: tienes una palabra escrita dos veces al principio

Capitulo 11 – El Redentor

A la entrada de las casas de los magos Buster se encontró con Lester, ahora sobrio y sereno, el cual lo informó sobre los últimos acontecimientos. Buster estaba intrigado por cuanto habían cambiado las cosas desde que se había ido, cuando escuchó las razones, tardó en asimilarlo.
Los magos del agua habían ido a probar la extraña runa entregada por Xardas después de recargarla con el poder del montículo de mineral. Querían conocer su poder y Saturas asumió la responsabilidad de conducir la experiencia. Para ello, los magos del agua junto con Milten se alejaron a la colina tras la taberna. Lester nombraba a Milten con téminos como "nuestro redentor" o "señor de la destrucción" para mayor perplejidad de Buster.
Lee no tardó enterarse de lo que habían hecho los magos con el montículo del mineral sin su conocimiento. Tal irrespetuosidad a su mando lo indignó profundamente y acudió rápidamente a reunirse con Saturas allá en la colina. Cuando el líder de los mercenarios llegó junto a los magos el ritual había comenzado. Saturas dejó fluir su maná hacia la runa, esta comenzó a iluminarse y a desprender un destello. Saturas fue aumentando el flujo de maná sobre la piedra pero llegado a un punto el poder de la runa escapó de su control. Era la runa la que ahora la que absorbía la energía mágica del mago, cada vez más. La tierra comenzó a temblar, cada vez más fuerte. Saturas quería gritar pero no tenía aliento. Terribles rayos comenzaron a surgir de la runa, uno de ellos cayó sobre Cronos dejándolo fulminado, el resto de magos permanecían pretrificados.
El temblor y los rayos aumentaban en frecuencia y violencia. La presa no resistió y se derrumbó liberando el río. La mayoría de los que estaban en los campos de arroz y en la casa del arroz murieron ahogados o sepultados por el barro y los escombros.

Por testimonio de Wolf, Lester y Milten sabían que Gorn estaba en la casa del arroz cuando se desarrollaron los acontecimientos y lo habían dado por muerto. Lester sintió dolor al recordar esto, Gorn era un buen amigo.

El poder liberado aumentaba y Saturas comenzó a inflamarse, a arder. Los presentes aterrorizados no podían reaccionar. Sólo Milten parecía no sucumbir al pánico, Su rostro era serio y tenso, algo latía dentro de él, cada vez más fuerte, más alto, es como si la piedra lo llamase. Cuanto mayor era el poder liberado mayor era la sensación que en él latía. Finalmente actuó. Milten arrancó con gran esfuerzo la piedra de las manos de Saturas. El mago del fuego mantuvo una terrible batalla por controlar el poder de la runa que no cesaba en desprender estruendosos rayos. La fuerza liberada se sentía ya en toda la Colonia. Finalmente, con un Milten arrodillado, llegó la calma.
A sus pies, un esqueleto calcinado, prácticamente hecho ceniza era lo que quedaba de Saturas.
Pasaron unos minutos y ni Lee ni los magos del agua restantes se atrevieron a reaccionar.
Milten que había permanecido inmóvil, jadeante y con la mirada perdida se incorporó, miró a su alrededor y a poco mas de cien metros divisó un grupo de media docena de moscas de sangre junto al lago. Alzó la runa junto con sus brazos dispuesto a emplear su poder. De la runa surgió un rayo de color morado pálido, su oscilante trayectoria se dirigió hacia las moscas, las cuales ardieron fulminadas por su poder. Milten podía ahora controlar el poder de la runa Uriziel.

Milten se retiró al campamento con Lee que estaba anonadado ante el nuevo poder del joven mago, además este poder acarreó una nueva personalidad para Milten; su mirada había cambiado, era ahora decidido y firme y no le asustaba su nuevo papel en la historia.

En la puerta de la taberna se encontraban algunos de sus huéspedes, demasiado ebrios para acudir al rescate del desastre de la presa. Entre ellos estaba Lester. Milten se dirigió a él, le dijo que su depravación debía terminar que pronto lo reclamaría para asuntos importantes. Lester apenas reconocía a su amigo y al día siguiente creyó haber soñado ese encuentro.

Mientras tanto los cuatro magos del agua que quedaban se encontraban recogiendo los restos de Saturas para celebran ante ellos una ceremonia digna. Ese atardecer se reunió a todo el campamento para el funeral de su líder. En el mismo acto, Nefarius que había tomado la voz del círculo del agua y de acuerdo con Lee, nombró a Milten maestro supremo, salvador del círculo, señor de la destrucción y redentor de toda la Colonia. Recibiendo sin sorpresas el nombramiento, Milten se dirigió a todos los presentes con un profundo discurso. En él, animaba a los miembros del campamento a la creación de una sociedad mejor y más avanzada, concretó que el poder de la runa mágica traería la paz estando en buenas manos pues nadie desafiaría su poder. También tuvo palabras para recordar a Saturas y a las victimas del derrumbe, especialmente a su gran amigo Gorn.
Finalizó el discurso nombrando a Lester su mano derecha para sorpresa de los allí presentes, incluído el propio Lester.

Buster tras oír toda la historia comunicó su informe sobre el Campamento del Pantano a Lester y se fue a dormir extenuado por su viaje y por las noticias.

Esa noche dos visitas inesperadas dieron un nuevo giro a la historia, por un lado Baal Namib antiguo maestro de Lester, ahora discípulo de Xardas se teletransportó al Campamento Nuevo donde esperaba encontrarse con Saturas, y por otro Scorpio guardia de Gómez que llegó al Campamento y entregó sus armas ante las peticiones de los guardias mercenarios.

Me alegra ver que has vuelto y retomado tu relato lo seguiremos con atención dado que, por los capitulos que he leído -todavía no todos- tiene una muy buena pinta y plantea situaciones bastante interesantes, así que... keep up the good work!

Saludos.

Tu relato es sin duda uno de los mejores. Sigo alabando la gran cantidad de acción en cada capítulo, me encanta!!
PD: Milten nuevo HSN?? A ver como va eso... De hecho siempre habia pensado que el mejor HSN sustituto sería Diego, muy mañoso...

good chapter, has mejorado mucho

Capítulo 12 – Heraldo de Esperanza

Gorn era retirado diariamente de su celda para ser interrogado, los guardias se sorprendían de su resistencia pero Gorn estaba llegando a sus límites, cada día volvía a su celda con Diego más demacrado. Diego le ayudaba y le proporcionaba agua y alguna pequeña pieza de carne que obtenía del exterior mediante un guardia corrupto. No era un secreto para los guardias de las celdas que Raven seguía ayudando a Diego. Poco a poco fueron sacándole a Gorn información. Le preguntaban sobre todo por el incidente de la presa del que decía no saber nada, lo que enfurecía más a los crueles guardias.

Scorpio, recién llegado al Campamento Nuevo, dónde fue cacheado y desarmado dijo traer un mensaje del Campamento Viejo y que solo hablaría con Lee.
Lee accedió a recibirlo, el encuentro no duró demasiado. Scorpio informó a Lee de que Gorn estaba vivo y estaban dispuestos a liberarlo a cambio de 6 cofres de mineral. Lee sabía que no tenían ese mineral pero trató de que Scorpio no lo notara. Contestó al guardia diciéndole que no negociaría con ellos hasta que la Mina Libre vuelva a hacer honor a su nombre. Lee informó también a Scorpio de que Milten era el nuevo líder del círculo de magos. Scorpio primero soltó una carcajada, pero al mirar el serio rostro de Lee comprendió que este no bromeaba. Scorpio agradeció a Lee su atención y se dispuso para partir. Scorpio era un hombre noble y Lee se percató de ello. Lo cierto es que Scorpio se ofreció a enviar el mensaje pese a la peligrosidad con la esperanza de que Gorn fuese liberado y no seguir impotente ante las aberraciones cometidas por el resto de los guardias bajo el mando del terrible Gómez. Lee ordenó a los mercenarios que lo escoltasen hasta las puertas y allí le repusiesen sus armas, tal bondad fue increpada por Torlof que pretendía tomar ahora al guardia como rehén. Después de esto, Lee hizo llamar a Lares.
Cuando iba a partir de nuevo algo interrumpió a Scorpio, una suave voz que le resultó familiar.
Milten fue a saludarlo fervorosamente, Scorpio se asombró enormemente, no reconocía al amable y pudoroso mago del Campamento Viejo en el ahora lider mágico de la colonia.
Tras charlar un rato, Milten solicitó a Scorpio llevar otro mensaje, una carta. Le indicó además que Raven estuviese presente en su transmisión. El mensaje era una declaración de buena voluntad al Campamento Viejo, se informaba de lo ocurrido en la hermandad y de la guerra que estaban preparando junto con los orcos. Llamaba al Campamento Viejo a unirse al Nuevo contra el Durmiente por el bien de todos los habitantes de la Colonia y de toda Myrtana.
Scorpio estaba satisfecho con el mensaje que debía entregar, había esperanzas de paz aunque fuera para hacer frente a los temibles orcos.

Lares acudió rápidamente a la presencia de Lee. El ex-general pidió al jefe de los bandidos que enviara un mensajero a Quentin, jefe de un asentamiento bandido informándole de la situación y pidiendo su colaboración. La intención de Lee era sumar efectivos e influencia ante el inminente conflicto aunque fuese recurriendo al pobre honor de unos malhechores.
Por suerte Quentin no tardó en responder y prometió a Lares su apoyo, para empezar con aprovisionamiento. Los hombres de Quentin enviarían armas y otras provisiones robadas al Campamento Nuevo a cambio de aguardiente de arroz y hierba del pantano

Namib apareció en El Campamento Nuevo pasada la media noche. Milten y Lester aún estaban reunidos.
Lágrimas brotaron de los ojos de Lester al ver de nuevo a su maestro.
Decía venir de parte de su maestro Xardas, que habían sentido un terrible poder desatarse y querían conocer las causas. A pesar de esto, Milten percibió que Namib sabía más de lo que había ocurrido de lo que pretendía hacer creer. Varias horas estuvieron reunidos. Namib no contestaba a la mayoría de preguntas que Milten o Lester le hacían, simplemente cuándo estos hablaban los observaba detenidamente como si los estuvise auscultando . Namib nombró el cofre entregado por Xardas que Milten había olvidado por completo. Milten se ruborizó por su olvido. Namib, una vez pudo sacar suficientes conclusiones volvíó a esfumarse para volver a la torre.

Cuándo se fue Namib, Milten y Lester acudieron al cofre de Xardas, Al abrirlo algo brillante en su interior los cegó por un instante, lo que se encontraron no supieron muy bien como interpretarlo.
Una preciosa armadura brillante y cuidadosamente adornada y, en el fondo del cofre, encontraron también una runa mágica; Milten reconoció el símbolo rúnico, era una piedra de teletransporte a la sala de los magos del Campamento Viejo.

good chapter

Perdón por la tardanza en leer
Bff que decir,,, impresionante como siempre,, la verdad es que no me esperaba nada de esto último, jeje
Espero con ansias el siguiente capítulo xD

Hey gran relato, si señor, me encantan las historias ambientadas en el mundo del gothic.
Espero con ansias el proximo capitulo, las cosas estan bastante emocionantes.

Capítulo 13 – Preludio a la batalla

Habían pasado dos semanas desde el derrumbe de la presa. Ahora un pequeño dique servía para contener al río una vez pasada la crecida. Los campos de arroz fueron resembrados, los campesinos muertos fueron sustituidos sobre todo por ex miembros de la hermandad. Buster era ahora quién dirigía la producción.

El consejero de Milten, Lester, promovió la creación de una pequeña plantación de hierba del pantano al borde del rio, hasta el momento las plantas apenas habían brotado.
Shart se ocupaba de su cuidado por orden de Lester. La labor de Lester no terminó ahí, Baal Isidro, ante su negativa de dejar la bebida fue recluido en la biblioteca bajo el custodio de los mismísimos magos para que lograran desintoxicarlo y liberarlo de su camino a la perdición.
Lester se tomó muy enserio su labor y recorría el campamento tratando de mejorarlo todo, de ahí crecío el dicho en el campamento de "una mano, 10 ojos" en alusión al mutilado ex novicio.

Drake, guardia de la Mina Vieja guardaba ahora las puertas del Campamento Viejo.
Este viejo guardia en su momento había traficado como contrabandista de mineral con Quentin.
Gracias a la presión de Quentin, en el Campamento Nuevo se enteraban rápidamente de lo sucedido en el Viejo. Además el Campamento Nuevo enviaba bandidos y mercenarios a asaltar caravanas procedentes de la mina para Quentin y sus matones a cambio de pagos y provisiones.
La última noticia procedente del Campamento Viejo alarmó especialmente a todos en el Nuevo.
La ejecución de Gorn estaba planificada para el día siguiente, orden explícita de Gómez.
Milten y Lee no sabían que hacer, no podían atacar el Campamento Viejo, sabían que Gómez no negociaría su libertad y el ataque orco era inminente.

El Campamento del Pantano se había transformado en un cuartel militar orco, una empalizada lo defendía, los orcos y templarios reunían filas, al amanecer marcharían a la guerra.

Esa tarde se reunieron en el Campamento Nuevo Milten, Lester, Lee, los magos del agua, Baal Cadar y Lares en consejo de emergencia. La mayoría de los miembros del consejo apostaban por dejar que los orcos devastaran el Campamento Viejo, aunque les doliera la pérdida de Gorn. Con el Campamento Viejo destruido y Gómez muerto La Mina Libre volvería al poder del Campamento Nuevo y si Milten empleara la runa podrían vencer a los orcos.
Milten no veía nada claro, no daba tantas garantías a su poder, y no quería perder Gorn por las buenas. Tras un par de horas, sin decir nada a los presentes se fue a sus aposentos y trajo un cofre, en él seguían la armadura de mineral y la runa de teletransporte. Lester se temió lo peor.
Milten se despidió diciendo que traería de vuelta a su amigo. Luego usó la piedra de teletransporte y desapareció junto con el cofre.

good chapter

Muy bueno me ha gustado muchoo,, parece que al final Milten es el que tiene que hacer el trabajo sucio a falta del héroe..
En esta situación tendrían que aliarse old y new camp para luchar contra los orcos,,, eso sería épico jaja y luego gómez y lee de farra festejando la victoria

Muy bueno, me los he ido leyendo a lo largo del día y he de decir
que me han gustado, el último que me leí es cuando luchan por la mina libre y
le aciertan a Gorn con un virote.

La verdad es que la historia mola, sigue así

By far uno de los mejores relatos de por aquí -sé que lo digo a muchos, jejej- pero si, tá muy bien
PD: Esto promete...

Capítulo 14 – Tomando posiciones

Milten aparecíó sobre la estrella de cinco puntas, en la casa de los magos del fuego. Ante él se presentó Bartholo, uno de los magnates del mineral acompañado de dos guardias que desenvainaron su espada al momento. Bartholo sonrió al verlo y saludó reverenciándolo como el gran líder del Campamento de los Perdedores en tono de burla. Milten le dijo que venía desarmado y traía a Gómez un regalo y una propuesta de paz y colaboración. Esta vez Bartholo se sumió en carcajadas ante el impasible Milten. Tras ver el rostro del joven mago dudo un momento pero no dejo de sonreir. Se percató de que aquel no era el Milten que había conocido en el Campamento Viejo.
Bartholo aceptó escoltar a Milten hasta Gómez, cuándo transitaban por el patio del castillo los guardias que había por allí se unieron en un jaleo contra el mago.
Pronunciaron insultos contra Milten, blasfemaron a Innos y completaron otras procarieces entre carcajadas y gritos. Llegaron a la casa de los magnates y allí se encontraron con Raven. Este les explicó que Gómez permanecía en sus aposentos junto con Velaya, su nueva sirvienta personal, y que no quería ser molestado. Milten pidió entonces ver a sus amigos para ver si estaban vivos y Raven accedió y envió Aarto para que lo escoltase.

Gorn y Diego permanecían silenciosos en su celda. Gorn, cansado de torturas ya había asimilado hace tiempo su destino. Diego continuaba terriblemente afligido, había tenído esperanzas de que alguién actuase y los sacase de allí pero estas se desvanecían. Tras unos minutos de silencio escucharon de nuevo una suave voz amigable. Milten les explicó a los prisioneros lo que ocurría y les prometió sacarlos de allí. Gorn y Diego no podían creer en lo que se había convertido Milten, ahora rebosaban de esperanza ante su actuación.

Aarto y Milten volvieron a la casa de los magos y Gómez todavía no había vuelto. Milten se reunió entonces con Raven en privado. Varias horas estuvieron hablando los dos solos y sin escolta.
Milten explicó a Raven todo lo sucedido exceptuando los temas sobre Uriziel o sobre Xardas. Raven, mente lúcida y corazón ambicioso ya estaba al tanto de muchas cosas.

Más adelante discutieron sobre la propuesta que Milten portaba y sobre como presentársela a Gómez. Raven no estaba por la labor de morir en manos de orcos por la necedad y orgullo de Gómez por lo que colaboraría con el mago. Tras una hora charlando ya se había hecho de noche y una nueva noticia llegaba a ellos.

La noticia ya se había extendido por todo el Campamento Viejo y por primera vez en mucho tiempo el pánico había cundido. Dos guardias heridos y sucios llegaron desolados al campamento.
Informaron a Thorus sobre lo ocurrido inmediatamente. Un ejercito se apostaba cerca del campamento, pero no uno normal, un ejercito de las tinieblas. Demonios y esqueletos formaban tras el paso al territorio orco. Habían permitido a los guardias huir pero sin enviar ningún mensaje. Cuándo Thorus escuchó el nombre de su comandante sudo frío. Lo había visto antes, él era un joven guardia cuando abandonó el campamento. Todos lo creían muerto. El comandante no era otro que Xardas, el nigromante. Thorus mantuvo la compostura y ordenó a los guardias suma discreción, pero de poco sirvió pues la noticia se extendió y el pánico cundió. Thorus más allá de habladurías sabía que los magos eran quienes mejor podían combatir a ese tipo de criaturas y lamentó que no quedaba ninguno en el campamento.

Al recibir la noticia, mientra Raven temblaba Milten reflexionaba sobre que pretendía Xardas esta vez. Se sintieron unos terribles gritos, Gómez había recibido la noticia. Raven se retiró raudo, sin despedirse de Milten y no dijo a donde iba.

Una hora después por fin se reunieron Gómez y Milten, en presencia de Raven, Aarto, Scar y Bartholo.
Gómez comenzó la reunión amenazando a Milten y llamándolo traidor y otros improperios. El magnate estaba bastante bebido. Milten prosiguió exponiendo a Gómez su buena voluntad para colaborar contra las fuerzas del mal que los hostigaban. Como muestra de esa buena fe le entregó a Gómez como presente la armadura de mineral. Los ojos de Gómez brillaban ante tal reliquia, era un regalo de reyes. Milten prosiguió su discurso y ofreció a Gómez ayuda contra sus atacantes a cambio de la liberación de sus prisioneros así como el abandono por parte de sus hombres del pueblo de Hondanada. Raven aconsejó a Gómez aceptar, la vieja mina no tardaría en volver a estar operativa y además de los muertos vivientes de Xardas estaban los orcos de la hermandad para en cualquier momento atravesar su empalizada hacía la guerra. Gómez parecía tranquilo. Tras unos segundos de reflexión añadió que los muertos vivientes no tenían armas de asedio por lo que no eran una amenaza real y que podían vencer tras los muros del castillo a unos cuantos orcos salvajes del valle. Continuó diciendo que le había encantado el presente para terminar afirmando que no negociaba con traidores a no ser que quisiesen arrodillarse ante él para rendirse y mostrar sumisión, asi que ordenó a Milten arrodillarse. Milten se negó, no se arrodillaría ante el verdugo de su maestro y compañeros, a lo que Gómez respondió tranquilamente con una orden de ejecución. Bartholo rápidamente desenvainó su espada con fin de acatar la orden pero recibió lo que pretendía inflingir. La hoja de Aarto atravesó su espalda sobresaliendo por su abdomen. Aarto y Scar se volvieron hacia Gómez que gritaba y los insultaba mientras llamaba a otros guardias. Gómez blandió su mandoble tembloroso, había bebido demasiado como para luchar, cosa que no pudo hacer. Raven le asestó por la espalda un sablazo terrible en la cabeza.
Gómez cayó en un baño de sangre.

good chapter, me gusta como tornan las cosas

Este relato está superándose por momentos, Lares, me está encantando. Magnífico trabajo.