CAPÍTULO 17 (GRANDES EVENTUALIDADES)
Mientras escribía la misiva pensaba en todo lo que habíamos hecho y conseguido, realmente ha sido un viaje muy largo, desde el día que entré en la escuela, pasando por la batalla con el Rey Renald, su ajusticiamiento, los cuervos, el renacer del imperio, cuando comenzó la reconquista del antiguo territorio, el asedio a Tökland, Talj, los reyes del norte, los dragones, el hijo de Zeother y ahora Mirk. Es increíble lo que se puede lograr con un ápice de poder, claro está que Zeother supo aprovechar muy bien ese ápice para convertirlo en un gran poder. Todavía sigo indeciso sobre si continuar esta interminable guerra, la cual se está cobrando demasiadas vidas inútiles. Dejé de rebuscar en mis pensamientos y me centré en escribir la carta, una vez terminada, la selle, entré a un mensajero y éste marchó con ella. Acto seguido me dirigí al calabozo donde tenía apresado a Gunark.
Taok: ¿Has recapacitado acerca de tus problemas familiares?
Gunark: Digamos que estar encerrado en un calabozo te da un punto de vista... Distinto.
Taok: Mira, necesitamos tu ayuda. En este maldito mundo queman muy pocos magos, magos de verdad, no novatos que solo sepan encender un fuego. Comprendo que estés molesto con tu padre, pero ¿acaso el Dragón negro te trató mejor?
Gunark: No, la verdad es que mi maestro el Dragón negro siempre me trataba como a la escoria, aunque también me enseñaba grandes hechizos.
Taok: Eso no lo pongo en duda, pero ten en cuenta que tu padre vale mucho más que lo que pueda haber enseñado ese tipo. Tu padre ha cambiado mucho, te tratará bien, además nos tienes a Bull, Dret y yo, un puñado de Lords, majos y medio locos.
Gunark: Je, creo que tienes razón, ¿pero no crees que mi padre me debe un disculpa?
Taok: Tranquilo, hablaré con él.
Gunark: Gracias.
Salí del calabozo, aunque no me convenció su repentino cambio de actitud. Me dirigí a la situacción de Zeother y le expliqué las nuevas, posteriormente nos dirigimos al calabozo, donde él y su hijo, hablaron y se abrazaron, fue una escena muy conmovedora, pero seguía sin confiar en Gunark.
Dos semanas después.
El sol pegaba fuertemente desde el centro del cielo, eso indicaba que ya era mediodía, cada legión estaba capitaneada por uno de los Lords. La novena legión por Bull, ésta tomaría el paso de Minerco. La décimo primera legión por Dret, ésta tomaría el paso de Granfier y la décima por mi, la cual tendría que conducir hasta las puertas de la ciudad, para que una vez Zeother y su escolta asesinasen a Tholos, tomásemos rápidamente la ciudad. Al atardecer todo estaba dispuesto, Zeother entró con su escolta en el palacete de Tholos, donde comenzó una lucha encarnizada, unos instantes de negligencia bastaron para mis hombres. Entramos en la ciudad y comenzamos a batirnos con los guardias, con un grupo de veinte hombres me abría camino hasta el palacete, una vez allí mis hombres cubrieron la entrada y resistieron los ataques de la guardia de Tholos. Zeother y sus hombres ya habían asesinado a Tholos y a todo su séquito real.
Taok: ¡Señor!
Zeother: ¿Si?
Taok: ¡La ciudad es nuestra!
La legión se quedó para custodiar la ciudad, pero dos centurias salieron de la ciudad, cada una custodiaría un pueblo, la primera el pueblo de Minerco y la segunda el pueblo de Granfier. Las legiones comandandas por Bull y Dret quedaron bajo el mando de Zeother, el cual tenía intención de seguir con su plan de "conquista rápida", esta técnica era empleada para tomar pequeñas regiones, se engaba a su gobernante, éste era asesinado y las tropas entraban en la ciudad tomándola rápidamente. Zeother conquistó múltiples territorios al reino de Niffil, pero Arkantos se centraba en combatir al reino de Dintos, Dax al ver que su reino decaía, mandó una misiva a Zeother citándole en el Valle de Veri.
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Zeother acudió, nosotros fuimos su escolta, mientras Zeother hablaba con Dax, nosotros manteníamos silencio.
Zeother: Veo que por fin has entrado en razón.
Dax: Si, parece que tú ganas, viejo zorro.
Zeother: Antes de nada, no lo consideremos una rendición, sino una anexión por alianza, ¿qué me dices?, ¿serás uno de mis Lords?
Dax: ¿Acaso tengo opción?
Zeother: Si, el exilio.
Dax: Iba a aceptar de todas formas.
Zeother: Bien, ahora lo más importante es que me informes de todo lo que ocurre, toda la información sobre Dintos que puedas darme.
Tres meses más tarde.
Zeother y Dax habían organizado a todas las tropas y habían llegado refuerzos, exactamente dos legiones más, eso sumándole las dos ya acampadas y las fuerzas de Dax, se convertían en una fuerza de combate arrolladora. Zeother instauró su codigo de leyes en el nuevo territorio, además de ordenar a un ministros que organizase el territorio, pues él debía combatir a Arkantos y desgraciadamente, nosotros también.
Mapa actual- Spoiler:
Zeother había obtenido grandes victorias, Arkantos solo unas pocas victorias pírricas, contra batallones o fortines. Mientras que Zeother seguía el gran avance, el cual se iba comiendo rápidamente el reino de Niffil, Arkantos estaba desesperado y reunió a un gran ejercito, incluso gasto todo el dinero de las arcas para contratar ejércitos mercenarios. Todas las tropas se congregaron en las llanura de "Laidun". Arkantos reunió allí a un ejercito de ochenta mil hombres, el más grande reunido hasta la fecha, mientras que Zeother avanzaba con treinta mil hombres hacia la llanura de "Laidun". Uno de los informadores consiguió avisar a Zeother, pero éste no retrocedió sino que continuó su avance. Pasaron tres días hasta que divisamos el descomunal ejercito de Arkantos. Por otro lado nos llegaban informes de que el reino estaba casi despoblado, por lo que nuestras tropas avanzaban sin resistencia conquistando aldeas e incluso ciudades. Parece ser que Arkantos había congregado a todas sus tropas incluyendo a todo hombre varón apto para pelear. Zeother, escoltado por Dax, Bull, Dret, yo y cuatro jinetes, nos reunimos en el centro de la llanura con Arkantos y su séquito.
Arkantos: ¿Veis el cielo?
Zeother: Claro.
Arkantos: Algunos dicen que está rojo porque es vuestro color y ganaréis, yo digo que es rojo por la sangre que os vamos a sacar. ¿Vos que opináis?
Zeother: Qué está rojo por la sangre que se va a derramar hoy.
Arkantos: ¿Sangre?, ¿de quién?
Zeother: ¿Ha habido alguna guerra en la que sólo sangrara un bando?
Tras ésto, cada cual volvió a sus respectivos puestos. Zeother nos congregó a todos en la tienda principal del campamento, su rostro no mostraba preocupación algunas, es más yo creo que pensaba que iba a ganar con toda certeza.
Zeother: Disponemos de cinco mil jinetes, diez mil infantes y quince mil arqueros.
Dret: Según la información que hemos podido adquirir y mezclando las versiones de los exploradores, creemos que dispone de aproximadamente cuarenta y cinco mil infantes, quince mil arqueros y veinte mil caballeros.
Taok: Uno de sus fallos es que no ha traído suficientes arqueros.
Bull: Aún así son demasiados.
Zeother: No os comáis demasiado la cabeza, tengo un plan.
Dax: Y ¿se puede saber cual es?
Zeother: Lo sabréis, a su debido tiempo.
Continuará...