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 Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)

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Taokanimemetal
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MensajeTema: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyVie 12 Oct 2012, 14:34

Hoy comenzaré un relato corto de unos 10-12 capítulos sobre la vida Leon Muller.

INTRO

La segunda guerra mundial comenzó hace dos años en 1939, en 1941 los italianos estaban sufriendo constantes derrotas a manos de los británicos. El 12 de febrero de 1941, Adolf Hitler envió en apoyo a los italianos al recién formado Afrikakorps bajo las órdenes del teniente general Erwin Rommel. Éste sería segundo jefe del Ejército del Norte de África, mandado por el general italiano Italo Gariboldi. Tenía la misión de mantener la línea del frente y dar apoyo a los italianos, no dejando que los británicos expulsaran a las fuerzas del Eje de África para evitar abrir otro posible frente en el sur de Europa. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo para que Rommel se pusiera al ataque...

A finales de marzo, el Afrikakorps luchaba contra las tropas británicas presentes en Libia, las cuales estaban al mando del general Archibald Wavell. Erwin Rommel habló con Heinrich von Prittwitz und Gaffron sobre un plan que tenía en mente. Heinrich von Prittwitz und Gaffron tenía la misión de reunir a un escuadrón, el cual atacaría con la ayuda de un "Panzer II", un campamento británico, al suroeste de Marsa el Brega . La misión del escuadrón era destruir toda oposición y recopilar información. Serían apoyados por un bombardero "JU-87", que tenía ordenes de atacar a las puertas del recinto, donde se encontraban los blindados ingleses, y bajo ningún concepto bombardear el barracón, en el cual se encontraba la información. El teniente inglés Ralph Williams. Williams tenía la misión de recabar información sobre los movimientos alemanes. El grupo alemán estaba compuesto por cuatro fusileros, dos cabos, un ametrallador y su ayudante y el sargento Leon Muller. El campamento inglés disponía de un pelotón, compuesto por cuatro secciones, una de ellas australiana. También contaba con tres blindados, "Crusader AAII", " A11 Matilda I" y un "Valentine Mk. II". Los alemanes serían transportados hasta allí y una vez destruido el campamento y recopilado la información, serían recogidos y volverían al punto acordado.

Información

Uniformes Alemanes (África)
Spoiler:
Spoiler:

Uniformes de la Commonwealth (África)
Spoiler:

Uniformes Italianos (África)
Spoiler:
Spoiler:

Alemanes

Lanzagranadas Schiessbesser

Spoiler:

MG-34
Spoiler:

Fusil Mauser
Spoiler:

MP-40
Spoiler:

Pistola Luger
Spoiler:

Granatwerfer 36
Spoiler:

Granada Stielhandgranate
Spoiler:

Granada Stielhandgranate Antitanque
Spoiler:

Granada Eierhandgranate
Spoiler:

Sdkfz 251
Spoiler:

SdKfz 223
Spoiler:

PzKpfw II (Panzer II)
Spoiler:

PzKpfw III(Panzer III)
Spoiler:

Junkers Ju 87
Spoiler:

Opel Blitz
Spoiler:

Fieseler Fi 156 "Storch"
Spoiler:

Británicos

Sten
Spoiler:

Lee Enfield
Spoiler:

Ametralladora Ligera Bren
Spoiler:

Ametralladora Vickers
Spoiler:

Revolver Webley Mk VI
Spoiler:

Granada de mano Mk II
Spoiler:

Crusader AAII
Spoiler:

A11 Matilda I
Spoiler:

Valentine Mk. II
Spoiler:

MK2 Daimler
Spoiler:

Italianos

Fusil Carcano M1938
Spoiler:

Subfusil Beretta M1938A
Spoiler:

Ametralladora ligera Breda M1930
Spoiler:

Ametralladora Fiat Revelli M1914
Spoiler:

Pistola Beretta M1934
Spoiler:

Granada OTO
Spoiler:


Última edición por Taokanimemetal el Lun 28 Ene 2013, 23:15, editado 13 veces
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyVie 12 Oct 2012, 19:08

¡Que bien! ¡Vas a hacer una historia belica! Espero con ansia el capítulo I.

posdata: como equipamiento siempre me ha gustado mucho el armamento aleman. El mp40 era una de mis armas favoritas en el Call of Duty.
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptySáb 13 Oct 2012, 14:19

CAPÍTULO 1 (AFRIKA KORPS)

Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) Dak1b


29 Marzo (1941), Al suroeste de Marsa el Brega (Libia).

Un día despejado, azotado por el incesante sol que parecía dominar el cielo, era mediodía y en el campamento de reconocimiento se respiraba tensión, los hombres de la Commonwealth sabían que los alemanes e italianos podían aparecer en cualquier momento. El teniente Ralph Williams dictaba la información a un sargento, el cual la retransmitía codificada por radio; a su izquierda otros dos sargentos charlaban mientras ordenaban informes; fuera del barracón los hombres que no estaban de guardia charlaban y esperaban al rancho, por otra parte, los guardias observaban su entorno. El Crusader AAII estaba situado en la puerta sur del campamento, muy cerca de él se encontraba el A11 Matilda I, el cual estaba siendo reparado y limpiado. La puerta oeste estaba custodiada por un cabo, un fusilero y el Valentine Mk. II. Todo el recinto tenía una forma cuadrangular con cuatro torres, una por esquina, muy cerca de la puerta oeste se encontraba el depósito de combustible y el de armas, al norte, las tiendas de campaña, la cocina y al este, el barracón.

De un momento a otro, se oyó un ruido característico, Jericho-Trompete (Trompeta de Jericó) y apareció en el cielo un JU-87, los ingleses ante la falta de armas antiaéreas, cundieron en pánico y tuvieron que recurrir a las ametralladoras Vickers apostadas en las torres. El campamento hacía menos de una semana que se había levantado y carecía de armas antiaéreas, ya que el teniente Williams pensó que los alemanes no se percatarían de su posición, aún así los sargentos le insistieron y acabó cediendo. Tras continuas llamadas y peticiones, le concedieron las armas antiaéreas, pero tardarían tres días en llegar. El JU-87 sobrevoló la zona bajo el continuo fuego de las ametralladoras, aunque aquello era de poca importancia, pues a esa distancia era muy improbable que le alcanzasen. Soltó el primer proyectil, éste impactó contra el A11 Matilda I, la explosión destruyó el carro de combate y sus alrededores, rompiendo los cristales de los barracones y dañando superficialmente su estructura metálica. Los ingleses y australianos corrían y se refugiaban donde podían. El bombardero alemán volvió a pasar y soltó de nuevo otra de sus preciadas bombas, ésta impactó contra el depósito de combustible y todo comenzó a arder, el fuego se propagó hasta el depósito de armas y munición, lo que provocó una gran explosión y mató a tres fusileros ingleses. En la tercera pasada, el proyectil impactó cerca del Valentine Mk. II, rompiendo la oruga derecha y destrozando diversas tiendas, ello causó la muerte de cinco australianos y un cabo inglés. En la cuarta y última pasada, pues ya solo portaba una bomba, la cual soltó sobre el Crusader AAII, junto a él se guarecían un soldado inglés con una ametralladora Bren, un cabo y dos fusileros, la explosión acabó con todos ellos y con parte de la valla metálica que rodeaba el complejo. En esta última pasada el JU-87 realizó un vuelo bajo, las ametralladoras le alcanzaron, perforando su ala derecha y el casco. El avión se mantuvo en el aire unos metros hasta que se precipitó al mar, donde desapareció, cubierto por las llamas. Los ingleses gritaron eufóricos ante esta inesperada victoria o al menos eso creían ellos.

Los alemanes montados en la parte posterior del Panzer II, el cual se abría camino dificultosamente entre la arena, vieron como había sido derribado el avión aliado y al estar a unos novecientos metros del campamento y cubiertos por la seguridad que le proporcionaban las dunas, los hombres bajaron del carro y continuaron a pie. El sargento Leon Muller dividió la sección en dos grupos, el grupo de apoyo compuesto por: Un cabo, dos fusileros, uno de ellos apoyaba al soldado que portaba el Granatwerfer 36 . Y el grupo de asalto compuesto por: Un cabo, dos fusileros y un soldado con una MG-34 . El grupo de apoyo se situaría en la colina este y daría fuego de cobertura al grupo de asalto, éste último se internaría en el campamento por la puerta sur, junto con el Panzer II. Todos corrieron a sus respectivas posiciones, el blindado continuó su trayecto en dirección a la puerta sur. Los ingleses limpiaban los desperfectos, recogían a los muertos y atendían a los heridos. Una de las secciones se había ido de patrulla y Williams llamó por radio a su sargento, ordenándole su regreso inmediato, el sargento cumplió las órdenes y se puso en marcha, pero el grupo de patrulla avisó de que tardarían una hora aproximadamente en llegar. El equipo de apoyo ya se había situado y cubría la posición sin ser detectado, por otra parte, el de asalto también había llegado a su destino y esperaba al Panzer II. Comenzó a levantarse viento y gracias a ello el ruido del carro no se oía con la misma intensidad. El bombardeo había destruido también partes de la valla, incluyendo las torres sudeste y suroeste. El Panzer II llegó a la puerta sur y disparó contra la torre nordeste, las tropas de la Commonwealth reaccionaron instantáneamente atacando al tanque alemán, dos granadas antitanque se dirigían contra el carro, éste esquivó una, gracias a que estaba en movimiento, pero la segunda impactó contra el cuerpo del carro paralizándolo. El comandante del Panzer II, Ulrich Hoffman, estaba situado en la torreta con una MG-34, dispara buscando a los soldados enemigos con armas anticarro. Uno de los tripulantes del carro localizó a uno de los hombres antitanque, cogió la ametralladora situada en el coaxial (parte pegada al cañón del carro situada a la derecha del mismo) aguantó la respiración, para mantener el pulso firme, he hizo dos pasadas, en la primera erró, en la segunda alcanzó al enemigo en una pierna y mató a otro británico que corría en aquel instante buscando un refugio. El soldado británico herido se reincorporó como pudo e intentó atacar de nuevo al Panzer, el tiempo pareció detenerse y la granada surcó el cielo. El comandante del tanque alemán vio la granada y se temió lo peor, pero ésta impactó antes de llegar al blindado y un río de sangre tiñó la arena, parte del Panzer y la cara del comandante. Ulrich se quitó la sangre de la cara y pudo ver lo que quedaba de un cabo alemán, le faltaban la pierna derecha, parte del abdomen, varios dedos de ambas manos y todo su cuerpo estaba quemado, solo quedaban algunas partes del uniforme tropical, su casco y sus chapas identificativas, lo que permitía reconocerlo.

El carro no pudo continuar y sus tripulantes tuvieron que salir en intentar repararlo, por suerte el tanque les servía a modo de parapeto. Mientras los soldados alemanes devolvían el fuego a los ingleses, Leon Muller disparaba con su MP-40 a un sargento inglés que se le resistía; el británico alzó su Sten y siguió disparando. Muller utilizaba a modo de protección unos sacos de arena y los restos del "Crusader AAII", adoptó la postura de cuerpo a tierra y se abrió camino entre los escombros hasta tener a tiro al sargento, abrió fuego y varios proyectiles alcanzaron al inglés en el pecho y en el abdomen. Un australiano se había quedado sin munición, por lo que recogió el arma del británico abatido, avanzó cuerpo a tierra y consiguió rodear la posición de Muller, una vez estuvo a unos cincuenta metros, se levantó y comenzó a correr. Leon estaba recargando el MP-40 y pudo ver como pasaba por su derecha, por lo que sacó instintivamente su Luger, pero el australiano ya había abierto fuego, curiosamente erró los diez disparos realizados y el sargento alemán pudo darle en el pecho y en la rodilla izquierda, el soldado de la Commonwealth cayó al suelo, moribundo y expulsando sangre sin cesar.

«He tenido suerte de que esos chismes sean poco precisos, al igual que su tirador» pensó Muller.

La sección australiana estaba completamente diezmada, la segunda sección inglesa también había caído y de la tercera, solo quedaban un soldado con una ametralladora Bren y un sargento; éste había cogido un fusil Lee Enfield, el cual disparaba con precisión, pues había conseguido acabar con dos fusileros alemanes. La sección alemana había perdido un total de cuatro hombres, solo quedaban cinco, aunque teniendo en cuenta las bajas enemigas, muchas de ellas provocadas por los bombardeos del mortero Granatwerfer 36, estaban en evidente ventaja.

-¡Walter!- gritó Muller.
-¿Señor?- preguntó firmemente Walter Koenig.
-Quiero que cojas a Schneider, rodeéis el barracón y acabéis con esa ametralladora.
-"Ja voll"- dijo Walter al tiempo que afirmaba con la cabeza.
-Tranquilos, nosotros os cubriremos- aseguró Otto, el cual tenía un cargador en la mano derecha y portaba un MP-40.
-¡Leander!- gritó Walter.

La ametralladora cesó el fuego y ambos corrieron en dirección al barracón. El británico que portaba la ametralladora ligera, recargaba lo más rápido que podía y en unos minutos volvió a abrir fuego contra la posición alemana. Tanto Walter como Leander habían llegado sanos y salvos a su destino.

-Debemos continuar- ordenó Walter- tenemos que rodarles por la derecha.
-Entendido- afrimó Leander

Ambos continuaron avanzando apoyados en la pared exterior de hojalata que cubría el barracón. Justo antes de cruzar la esquina, Leander sacó el fusil y parte de la cabeza para observar, pudo ver que estaba despejado y le hizo señas con la mano a Walter para que continuasen. Pasó frente a una ventana y se agachó para comprobar la siguiente parte, Walter le seguía de cerca y al cruzar por la ventana, ésta se hizo añicos y varias balas perforaron la carne de Walter, tanto en el cuello como en el hombro izquierdo. Leander vio como su compañero y amigo caía junto a él, ensangrentado, con la mirada perdida y una mueca de dolor en su rostro. Se oían pasos provenientes del interior del edificio, por la ventana se asomó una mano y un revolver; seguidamente salió un característico casco de color caqui.

Leander estaba sudoroso y sucio, tenía manchas de barro, sangre y arena. No se lo pensó ni un momento, apuntó con su Mausery abrió fuego contra la cabeza del inglés, el revolver se resbaló de sus manos y cayó al suelo, al igual que su portador, Leander tiró del percutor, el casquillo revotó contra la arena y el arma se recargó. El cocinero el cual anteriormente preparaba el rancho, estaba escondido tras la cocina portátil, agarraba con fuerza un arma italiana, la pistola Beretta M1934. Leander continuó avanzando hasta posicionarse detrás de unas cajas, el cocinero lo divisó y se dijo «Ya que es muy posible que no lo cuente, por lo menos si muero, moriré como un hombre», saltó un par de cajas, pero calculó mal y cayó de bruces al suelo. Leander observó como el cocinero se reincorporaba y le golpeó con la culata del fusil, el cocinero rodó y su arma se deslizó por la tierra medio metro. El soldado alemán vio que no podía echarlo todo a perder, estaba demasiado cerca como para hacer ruido y que descubriesen su posición, por lo que dejó el fusil y sacó la bayoneta del Mauser. El cocinero recogió el arma, pero Leander le dio un tajo en la mano, el británico soltó la pistola y le devolvió el golpe con un gancho de izquierda. Leander recibió el golpe de lleno contra el mentón y se desplomó contra la arena. El inglés se abalanzó sobre él y fue a asestarle un puñetazo, pero Leander fue más rápido y le propinó varias puñaladas seguidas, lo que acarreó la muerte del cocinero.

El soldado enemigo continuó disparando su ametralladora, mientras que su compañero, el sargento inglés controlaba la munición y disparaba de vez en cuando con el fusil. Leon Muller ordenó un alto el fuego y un instante después se oyó una explosión de una granada de mano y de entre las cajas se alzó Leander haciendo un gesto con la mano para que se acercasen; Muller ordenó a sus hombres avanzar, a medida que avanzaban recogían munición y algunos objetos de valor. El campamento estaba totalmente destrozado a excepción del barracón que solo tenía daños superficiales. Leon entró y comenzó a guardar informes y archivos en una mochila, al igual que cintas de las grabaciones; los hombres se posicionaron cubriendo el área; los tripulantes del Panzer II consiguieron hacer un apaño y que volviese a moverse, solo que con paso tenue. Pasaron varios minutos y se oían voces, solo que no eran alemanas, eran inglesas. Los hombres del Afrika Korps se posicionaron detrás del blindado, el cual dirigió la torreta hacia el oeste, al lugar de éstas. El viento ya había cesado, por lo que la arena se mantenía en el aire, solo se distinguían siluetas y era fácil oír las voces. Otto entró en el barracón.

-Señor, se avecinan problemas- anunció Otto al tiempo que miraba por la ventana.
-Lo sé, pero todavía necesito unos minutos, no podemos irnos sin toda la información- afirmó Leon Muller con cierto nerviosismo- sino todas las muertes habrán sido inútiles.
-"Ja voll"- dijo Otto- aguantaremos.

Continuará...


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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyDom 14 Oct 2012, 11:40

Me está gustando mucho, eres muy preciso en todos los movimientos de la lucha, y el personaje de Leon mola bastante... Extraño que el prota sea un nazi!!! xD
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyDom 14 Oct 2012, 15:11

good chapter haber si se reaniman los relatos, que han dado un bajón importante.
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyJue 18 Oct 2012, 19:31

CAPÍTULO 2 (RETORNO)


Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) Itbardia


Otto salió apresuradamente del barracón y se situó en la trasera del tanque, como el resto de los alemanes, a excepción del soldado Johann Roth, el cual porta una MG 34 y se había situado en el lado derecho del Panzer II con una postura cuerpo a tierra. Leon seguía recopilando información importante y desechando la secundaria. La sección inglesa a las ordenes del sargento Graham Barnes se mantuvo en guardia y avanzó lentamente, pues éstos se habían percatado del peligro, al observar el campamento en ruinas. El comandante de Panzer, Ulrich Hoffman, ordenó no abrir fuego hasta la señal. Las tropas de la Commonwealth avanzaron lentamente hasta situarse en la puerta del campamento, la nube de polvo se iba disipando y la arena con él.

De un momento a otro, uno de los soldados gritó: "¡Panzer!" y todos se pusieron a cubierto o se echaron cuerpo a tierra. Ulrich había comenzado a disparar su MG-34, al igual que Johann Roth; varias balas alcanzaron a dos fusileros, un cabo y al sargento Barnes, a este último le consiguieron herir en la pierna, pero tanto el cabo como los fusileros ingleses habían muerto. Un soldado británico lanzó una granada antitanque, la cual surcó el cielo e impactó contra la oruga, dañándole gravemente. Ulrich ordenó que los artilleros abriesen fuego y el cañón disparó, los proyectiles impactaron contra un grupo de británicos, un fusilero, un soldado que cargaba con una Bren y un cabo, matando al cabo y al soldado de la ametralladora, por otro lado, el fusilero perdió ambas piernas y moría sollozando en el suelo. El hombre de la granada antitanque apuntó y justo antes de lanzarla, una bala le perforó el cuello. Aún así, la granada voló un corto trayecto, impactando contra los restos del Valentine Mk. II y no causó daño alguno. Los ingleses seguían disparando sin mucho éxito, a excepción del fusilero británico, James Hughes, el cual consiguió abatir a Johann Roth. El sargento enemigo utilizaba a modo de parapeto un cráter provocado por el bombardeo y desde él, arrojó una granada de mano, la cual cayó junto a Otto; éste la devolvió sin rumbo fijo, con la suerte de que alcanzó a Hughes, matándolo en el acto. El sargento observó que toda su sección había caído y se levantó para rendirse, pero Ulrich le cosió a balazos.

Los alemanes inspeccionaron el área y comprobaron que todos habían sido abatidos. Muller salió de la tienda y dio la orden de volver, la tripulación del tanque se encontraba reparando la oruga y Ulrich ordenó que continuasen sin el blindado. Las tropas dirigidas por Muller recorrieron los novecientos metros hasta el punto de encuentro. Una vez llegaron allí, observaron que los esperaban un Büssing (camión alemán), un Kubel (coche militar alemán), en el cual iba el oficial Karl Heinz Reintgen; designado personalmente por Freiherr von Wechmar, para recoger a los hombres y traerlos de vuelta; como apoyo les acompañaba un Panzer III. Los hombres subieron al camión a excepción de Leon Muller, que se quedó hablando con Karl Heinz Reintgen.

-Mis felicitaciones- dijo Heinz al tiempo que le agarraba del brazo a Leon a modo de saludo.
-Gracias, señor-.
-¿Bajas?- preguntó con cierto interés Heinz .
-Seis, señor- anunció Muller al tiempo que le entregaba las chapas y el macuto con las cintas e informes recopilados- aquí tiene sus respectivas identificaciones y la información, señor-.
-Buen trabajo- le felicitó Heinz - la misión a sido todo un éxito, permítame que le invite a acompañarme en el viaje y suba al coche-.
-¿Si no le importa?, señor- preguntó Leon- me gustaría ir con mis hombres y charlar con ellos, señor-.
-Claro, claro- contestó Heinz con cierta desilusión.

De un momento a otro, Otto gritó: -"¡Hoffman, mueve el culo!"-; y se pudo divisar a un Panzer que avanzaba lentamente hasta la posición del conboy. Leon sonrió y saludó con el brazo, el cual fue correspondido por Ulrich. Muller se despidió de Heinz y se internó en el camión. El Panzer llegó y se acopló al otro blindado con una cadena, para ser remolcado hasta la base. Los vehículos se pusieron en marcha, primero el Kubel , el cual encabezaba el conboy, inició la marcha, poco después el Blitz y por último el Panzer III, que remolcaba a su hermano pequeño el Panzer II. Durante la marcha los hombres cantaban la canción de "Lili Marlen" en honor a sus compañeros caídos, pues horas antes la cantaban con ellos. El teniente Karl Heinz Reintgen, no pudo evitar oír su canción favorita y también comenzó a cantarla, momentos después la tripulación de ambos blindados les siguió la corriente y cantaron, continuaron así, hasta acabar la canción. Todavía quedaban tres kilómetros hasta llegar al cuartel, por lo que Leon decidió hablar con sus hombres y hacerles olvidar los malos tragos.

-¿Alguno se sabe un chiste?- preguntó Muller.
-Yo, señor- contestó Otto.
-Adelante, deleitemos- dijo Muller bromeando.
-Pregunta un recluta: ¿Sargento cuál es el procedimiento habitual si pisamos una mina?. A lo que el sargento responde: El procedimiento habitual es esparcirte en trocitos por un radio de 30 metros. Al terminar Otto se rió, mientras que los demás solo soltaron alguna risa forzada.
-Dado que nuestro amigo Otto cuenta chistes pésimos, contaré yo uno- dijo Leander- Un cabo le pregunta a un soldado raso: Soldado, ¿dónde demonios a dejado su rifle?. A lo que el soldado le responde: ¡No sabo donde lo deje, señor!. El Cabo le replica: ¿Cómo que no sabo?, ¡se dice no sepo!, ¡Ignorante!. Ésto es escuchado por un teniente y harto de la estupidez de sus hombres, les dice: Par de inútiles, no se dice: Ni 'no sabo' ni 'no sepo'!. A lo que el soldado responde: Señor, ¿entonces como se dice?. El Teniente, ya enfadado, responde: ¡No sé!. Éstos al escucharlo le gritan: ¡Y si no sabe!, ¿¡Para que se mete!?.

Al terminar, todos rompieron a carcajadas. El convoy entró en el recinto y se detuvo en una plaza asfaltada, los hombres bajaron y Muller observó un mástil, el cual portaba la bandera italiana; se dio la vuelta y había edificios pobres por doquier, también se podía apreciar un intenso olor a mar. Sin lugar a dudas estaban en "El Agheila". En marzo, el Afrika Korps tomó la ciudad y los británicos se retiraron. El resto de los hombres bajaron de los vehículos y fueron conducidos a barracones, donde pudieron descansar, por otro lado, Karl Heinz Reintgen hizo que Leon Muller le siguiese hasta el barracón de oficiales, más concretamente, al puesto de mando. En el se encontraban Erwin Rommel, Freiherr von Wechmar y el resto de la plana mayor del DAK. Leon Muller se quedó junto a la puerta oyendo las conversaciones, mientras Karl se dirigía hacia sus superiores.

-Por eso debemos seguir avanzando- dijo Erwin Rommel- los británicos no se lo esperarán-.
-Cierto es, pero los británicos cuentan con más hombres- objetó Freiherr von Wechmar- hay que tener en cuenta a los australianos y demás tropas coloniales-.
-Dudo mucho que presenten un gran problema- Rommel señaló el mapa con el dedo índice- además, confió en mis hombres, mis blindados y en la prepotencia Anglosajona-.
-Oh, dios- dijo Von Wechmar al tiempo que se reía- muy bien, se hará como tú dices-.
-Por cierto, ¿qué era aquello que me querías comentar?-.
-Ah, claro- recordó Von Wechmar- uno de nuestros aviones de reconocimiento ha sido abatido y creemos que podrían haber conseguido información relevante-.
-Maldita sea- exclamó Rommel- estoy harto de esas tediosas misiones tuyas-.
-Ejem- les llamó Karl al tiempo que saludaba- de misiones me gustaría hablar, señores-.
-Adelante- ordenó Von Wechmar.
-Allí, junto a la puerta- señaló Karl- tiene al responsable de que la misión fuese un éxito-.
-Acérquese, ¿señor...?-.
-Muller, Leon Muller- dijo al tiempo que se acercaba y saludaba.
-Mis felicitaciones- afirmó Von Wechmar- necesitamos más hombres como usted en el DAK-.
-No hice el trabajo solo, señor- repuso Muller- mis hombres también pelearon duro-.
-Um, tenéis razón, señor Muller- anunció Rommel- es más, tenéis honor, una cualidad que escasea hoy en día, por ello y por ser un buen soldado, me gustaría ascenderos a Sargento mayor-.
-¿Podré seguir combatiendo con mis hombres, señor?- preguntó Muller al tiempo que miraba fijamente a Rommel.
-Tenía pensado destinaros a Trípoli, para que ayudaseis a los italianos a seguir ganando terreno, recopilando información útil, la cual proviene de unos nativos que viven en la otra punta del país y han tenido muchos contactos con las tropas de la Commonwealth- dijo Rommel con sarcasmo- pero ya veo que no es vuestro deseo, así que por lo que a mi respecta podéis seguir combatiendo; por vos, vuestros hombres y Alemania-.
-Gracias, señor-.
-Muller, ya que quiere seguir en el frente, tal vez tenga un trabajo para usted y sus hombres- anunció Von Wechmar.
-¿Usted dirá, señor?-.
-Hemos recibido noticias de que nuestro avión de reconocimiento ha sido abatido por los ingleses- hizo una pausa y continuó hablando- y creemos que los pilotos podrían haber conseguido información importante, seguramente los británicos ya estarán rebuscando en los restos, así que cuanto antes nos pongamos en marcha, mejor-.
-Von Wechmar, ya ultimaréis los detalles más tarde, ahora hay que preocuparse por Tobruk- Rommel miró a Muller y a Karl, ambos entendieron la mirada, saludaron, dieron media vuelta y salieron del puesto de mando.

Muller le dio la mano a Karl y se despidió, decidió dar una vuelta por la ciudad, más concretamente, por los suburbios. Estaba seguro de que a los hombres les habrían dado un permiso y no le apetecía encontrase con alguno de ellos, mientras visitaba a una chica de "compañía"; hacía ya más de dos meses que no estaba con una mujer, además su novia, Erika, la cual seguro que ya habría encontrado a un joven apuesto que estaría a su lado y la cuidaría mejor de lo él lo hubiese hecho. Cuando partió, ella le echó en cara que se alistase voluntario; Erika creía que ya no la quería y solo era una mera escusa, pues la verdad era que Muller quería luchar por una causa, puede que no fuese ni la más justa, ni la mejor, pero era buena para Alemania o eso creía. No podía soportar la idea de que tuviesen que pagar una guerra que no empezaron, hace unos años su gente se moría de hambre en la calle, mientras que una república débil y corrupta, solo se preocupaba de pagar las deudas del tratado de Versalles. Muller creía en el Führer, no por su ideología racial, no porque echase la culpa de la primera guerra guerra mundial a los judíos y a los marxistas o porque hubiese robado, maltratado y encerrado a judíos, opositores políticos y enemigos. Sino porque levantó su país y los estaba llevando a la gloria; un ejercito fuerte, buenos comandantes y tácticas. Además odiaba a los Ingleses, Franceses y Americanos, por hacer pagar a Alemania algo de lo que no fue la única responsable. «¿Acaso los aliados no fueron tan culpables como los Austriacos y Alemanes?». Incluso aunque EEUU no interviniese ni en Europa, ni en áfrica y se mantuviese "alejada" de la guerra, a pesar de que suministraba ayuda a Inglaterra, seguía siendo igual de culpable, pues una de la principales causas de esta guerra, fue la anterior. Muller intentó dejar de pensar en ello, cada vez que lo recordaba se ponía de mal humor, siguió caminando hasta uno de los barrios donde se asentaban la mayor parte de los lupanares y se internó en el primero que vio. Normalmente iba probando, si no le gustaban las chicas de uno, se iba a otro y así hasta que se rendía y cogía a la primera que veía o le gustaba el local y alguna de las chicas. Al entrar la primera impresión fue buena, el suelo estaba decorado con alfombras de un intenso color rojo y varios símbolos islámicos; Muller comprobó por última vez que llevaba su "funda", pues no quería contraer la sífilis u otras enfermedades sexuales. Entró un tipo gordo, calvo y con una barba completa negra, el cual le atendió, hablaba alemán, pero tenía un fuerte acento árabe.

-¿Qué desea?, señor- peguntó el libio.
-¿Usted que cree?- recriminó Muller- esto es un lupanar.
-Lamento no haberme expresado bien, le ruego que me perdone- el libio cogió una libreta- ¿quiere chico o chica?
-Chica, maldita sea- dijo Muller con enfado.
-Claro, claro, señor- el libio caminó hasta llegar al pasillo- Ahora vuelvo, señor.

Muller se sentó en un cómodo sillón verde, mientras pensaba en la vida que dejó atrás en Alemania y en qué haría Erika en aquellos momentos, seguramente algo similar solo que con algún rico gandul que tenía miedo y sobornó a algún oficial para poder seguir trabajando en una oficina como "Administrador de la Wehrmacht", malditos sean, dijo para sus adentros. Momentos después el libio apareció con un repertorio de cinco mujeres.

-Lo siento, señor- se excusó el libio- el resto están trabajando.
-Tranquilo, me las apañaré- Muller observó a la mujeres, las dos primeras eran de color y las ordenó que se marchasen, la tercera era demasiado flaca, además de tener la piel morena, las dos últimas eran blancas, algo bronceadas, pero a Muller le cautivó la penúltima, era rubia, de ojos verdes claros, pechos erguidos y una amplia trasera; la escogió sin dudar y ella le condujo hasta una de las habitaciones; entraron y ella comenzó a hablar.

-¿Qué prenda prefieres que me ponga?- preguntó en un perfecto alemán, al tiempo que le enseñaba vestidos.
-He venido a hacer el amor, no ha llevarte a cenar- dijo Muller con cierto cinismo, pues realmente no le importaría salir con ella a cenar, lo que más impactó a Leon no solo fue su aspecto, sino también su alemán- ¿De donde procedes?
-Mi padre es alemán y mi madre siciliana. En 1915 mi padre fue destinado a libia y se quedó aquí. Tras la guerra, montó un negocio, en el cual se vendía alcohol, tabaco y se hacían apuestas con combates clandestinos entre luchadores, a veces veteranos, a veces novatos. Todo iba viento en popa hasta que peleó con el hijo de uno de los jefes beduinos, el muy idiota retó a mi padre; en Italia fue campeón de boxeo local y como era previsible, le machacó. Mi padre peleó junto a Primo Carnera, era muy buen amigo suyo y le enseñó varios movimientos, que podrían ser útiles, pero... Al final solo fueron útiles para acabar con la vida de un chico de veinte años, mimado y rico- Le caían lágrimas y se las limpió con la manga de la blusa.
-Cuéntame más-
-Ahora no quiero hablar-.
-Por favor- le rogó Muller- ¡te pagaré más!-.
-Está bien- cedió ella y siguió explicando-. El jefe Beduino volvió a la noche siguiente con un grupo de hombres que portaban Chauchat (Arma automática francesa), comenzaron a disparar contra el local y posteriormente le prendieron fuego. Mi padre, mi madre y varios de los presentes murieron con los disparos, el resto no fueron tan afortunados y murieron abrasados-.
-Y ¿tú donde estabas?- preguntó Muller.
-En casa de una amiga- dijo la meretriz- yo volví justo cuando quemaban el local, nunca olvidaré el coche en el que iban, era un JAWA 600 Minor-.
-Es extraño- anunció Muller.
-¿Por qué?- preguntó sorprendida la meretriz.
-Porque es un coche checo- dijo Muller al tiempo que se tumbaba en la cama- ¿cuando ocurrió lo de tu familia?-.
-En el 38-.
-Entonces tubo que ser el regalo de un alemán a algún italiano, el cual lo trajo aquí y lo vendió o algo así- explicó Muller- igualmente ya no tengo ganas de hablar-.

Ella de acercó y se fue desvistiendo lentamente; Muller tocó y beso sus pechos orondos; ella se tumbó en la cama y él comenzó a besar su sexo, la chica comenzó a excitarse mientras le arcaizaba el pene, el cual se puso erecto y firme.

-¡Vaya!, parece que los alemanes estáis bien dotados- observó ella, al tiempo que sonreía.

El introdujo su pene y ella gritó, continuaron así durante cuarenta minutos. Al finalizar, ambos se ducharon y Muller se marchó, no sin antes pagar el doble, como prometió. Salió del lupanar y observó que empezaba a oscurecer, por lo que continuó caminando hasta llegar al cuartel. Una vez allí le transmitieron el mensaje de Hans, éste decía que debían reunirse en el puesto de mando; se dirigió allí, llamó y entró.

-Me alegra poder verle Muller- dijo Freiherr von Wechmar con aire jovial- espero que haya disfrutado en el lupanar, pues ahora hemos de trabajar.
-¿Señ...or?- a Muller se le atragantaban las palabras-. «¿Cómo demonios podía saber lo de su visita a los suburbios?».
-Tranquilo, no hace falta que hable- afirmó Von Wechmar- solo escuche; le contaré la operación "ANPRALL".

Continuará...


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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyVie 19 Oct 2012, 14:34

Que buen relato Taok, uno con el "Zorro del Desierto" y las Afrika Korps. Seguilo.
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyVie 02 Nov 2012, 16:58

CAPÍTULO 3 (PREPATATIVOS)


Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) 7205886854374671580cz


-Como ya comprenderá, ésto debe quedar en completa confidencialidad- dijo Freiherr von Wechmar al tiempo que cogía su vaso con Jägermeister- debe reunir a un grupo de seis miembros- bebió del vaso hasta apurarlo- preferentemente sus mejores hombres-.
-Entiendo- afirmó Leon- mañana me pondré a ello-.
-Mañana, Archibald Wavell podría fortalecer Tobruk hasta convertirla en inexpugnable o podría reorganizar a un ejercito y expulsarnos- se colocó el cuello de la camisa y ambos intercambiaron miradas, los dos sabían que eso era imposible, pero nadie lo sacó a relucir- Mañana es demasiado tarde, lo necesitamos hoy.
-Muy bien, me pondré manos a la obra- se levantó y saludó; Von Wechmar le devolvió el saludo y éste se marchó. Al salir cerró la puerta y se dirigió a los barracones. Una vez Muller entró en el barracón, encendió la luz y despertó tanto a Otto como a Leander; el cansancio quedaba reflejado en sus caras.

-¿Señor?- preguntó Otto lánguidamente.
-Muchachos, necesito ayuda y consejo- solicitó Muller.
-Usted dirá, señor-.
-Le ayudaremos en lo que podamos- anunció Leander.
-Deben ir y despertar al resto de barracones- explicó Muller- después deberán hablar con el cabo o sargento correspondiente y preguntar por un buen tirador, un artificiero, un operador y uno de los hombres de reconocimiento-.
-La base es grande- observó Otto- tardaremos horas en concentrar a todo el mundo.
-Umm... Tengo una idea- ordenó Leon- ¡síganme!-.

La noche era tranquila. La base estaba en la periferia de la ciudad, alejada del ruido nocturno de los suburbios y el incesante paso de los coches, tanto civiles como militares. Los hombres dormían tranquilamente, hasta que por el megáfono comenzó a sonar "Lili Marlene". Otto encendió el generador y en consecuencia, todas las luces de los barracones; los hombres se revolvieron en sus camas y comenzaron a levantarse algo confusos. Erwin observaba a través del ventanal como los hombres se dirigían al centro del patio, Von Wechmar hacía lo mismo desde la ventana situada a la derecha del puesto de mando.

Leander iba informando a los suboficiales para que formasen a sus hombres y así lo hicieron, tardaron unos veinte minutos en organizar a toda la base. Muller se subió a la piedra que hacía las veces de cadalso y a la cual se subían los oficiales para informar, ordenar y sobre todo blasfemar. Muller preguntó si había algún artificiero, en un principio nadie contestó, pero Otto subió a la torre de megafonía, manipuló el volumen aumentándolo al máximo y del altavoz solo salió un largo y estridente sonido, el cual no sirvió para informar, pero si para despertar a muchos de los presentes, y volvió a preguntar. Esta vez Muller obtuvo respuesta y cuatro artificieros dieron un paso al frente; sabía que se presentarían varios, los condujo a una sala donde les haría una prueba. Leander recogió pólvora, papel, un tubo metálico y una mecha, y los postró sobre una mesa. Acto seguido, ordenó que por turnos fuesen creando un explosivo, el segundo tendría que deshacer el del primero y crear otro, para que el primero no se quedase sin trabajo, tendría que desarticular el explosivo del cuarto artificiero. El primero creó uno bastante rápido y útil; el segundo tardó un largo rato y su explosivo tenía varios fallos; el tercero comprimió mucho la pólvora y temieron que pudiese explotar por lo que desmontaron y posteriormente tiraron; el cuarto también hizo un gran trabajo. Tanto el primero como el cuarto se quedaron, el resto se marchó.

-Con el debido respeto, señor. ¿Qué es todo esto?- preguntó el primer artificiero.
-Una prueba- dijo el cuarto artificiero- ¿acaso no es obvio, Derek?-.
-Nadie os a ordenado abrir la boca- gruñó Muller- no volváis a poneros en evidencia-.
-Lo siento, señor-.
-Puede irse-.
-¿Yo?-.
-Si, usted Derek, usted- dijo al tiempo que saludaba, Derek devolvió el saludo y se marchó. Muller señaló la silla, el cuarto artificiero entendió el mensaje y se sentó.
-Lo que voy a contarle es confidencial- trago saliva y continuó- todo esto son pruebas para evaluar el nivel de nuestros hombres, los mejores serán condecorados y volverán a casa con un permiso especial de dos semanas-.
-Descuide, ésto no saldrá de aquí- aseguró el artificiero.
-¿Nombre?.
-Axel Zimmermann-.
-Muy bien, Zimmermann- anunció Muller- es usted el primero de la lista-.
-Gracias, señor- saludó y se marchó.

En la sala entró Von Wechmar, cruzo la estancia y se sentó en la misma silla que había ocupado el artificiero momentos antes.

-No es que apruebe del todo su método- objetó- pero tiene éxito. Además se propagará el rumor de que es solo una prueba-.
-¿Eso lo podría tomar como un bien hecho, señor?- preguntó Muller.
-No, lo puede tomar como un regular- Von Wechmar se levantó y comenzó a andar por la sala- no creo que haya sido muy acertado mentirles con lo de que volverán a casa pronto.
-Tengo mis razones, señor-.
-¿Cuales?-.
-Eso animará a los muchachos, pues todos quieren volver a casa y se esforzarán al máximo si creen que luchando con valor volverán a casa antes- defendió Muller- aún así, no es mentira del todo, señor.
-Me sorprende, Muller- Von Wechmar se detuvo y miró fijamente a Leon- es cierto que si luchamos con fiereza derrotaremos al enemigo antes y podremos volver a casa, pero muchos de esos muchachos regresarán a casa antes de lo que creen, solo que en cajas de madera.
-¿No le sigo, señor?-
-Erwin a decidido emprender una campaña y expulsar definitivamente a los ingleses.
-Tobruk-
-Exacto-

Leander seguía organizando a los hombres y Otto hablaba con los operadores. Von Wechmar salió del edificio y retornó al puesto de mando, por otra parte, Muller ordenó a Otto traer al operador más destacado y así fue.

-Siéntese- ordenó Muller.
-Señor- .
-¿Nombre?-.
-Carl von Weber, señor-.
-Bien, Weber- Muller abrió un expediente y lo ojeó con detenimiento- cuénteme su historial-.
-Claro, señor- se aclaró la garganta y se colocó el cuello de la camisa-. He servido con los italianos antes de la llegada del DAK, tomé partido en varias operaciones, lastima que de las diez solo dos tuviesen éxito-.
-Los italianos y sus victorias- dijo con sarcasmo Muller- perdone, continué por favor-.
-Una vez llegó el DAK, me puse a sus órdenes y ascendí a jefe de operadores; conseguimos engañar a los ingleses varias veces y descodifiqué varios mensajes-.
-¿Conoce el habla inglesa?-.
-Estudié en Inglaterra un año y medio, lo que permitió conocer y hablar inglés-.
-Interesante- Muller cambió de hoja- aquí pone que una vez tomaron el campamento donde se encontraba su grupo de operadores y consiguieron resistir el ataque, debido a que usted colocó un explosivo en la oruga del tanque, lo que permitió reducirlo-.
-Si, señor-.
-Eso quiere decir que sabe pelear, también se deduce que tiene mucha experiencia en comunicaciones y sabe hablar inglés- Muller se levantó- lamento decirlo, pero le cogemos-.
-Gracias, señor-.
-Lo que le voy a contar es confidencial-.
-Lo entiendo, señor-.
-Bien, todo esto son pruebas para evaluar el nivel de nuestros hombres; los mejores serán condecorados y volverán a casa con un permiso especial de dos semanas- se aclaró la garganta- y usted está en la lista-.
-Gracias, señor-.
-Puede retirarse- se levantó y saludo, al igual que Carl von Weber, el cual salió de la sala.

Muller salió y ordenó a Leander y a Otto que se acercasen.

-Otto, tú serás nuestro hombre de reconocimiento- sonrió- rastreas mejor que un sabueso-.
-Si- dijo Otto al tiempo que sonreía- eso dicen, señor.
-Y Leander, tú serás nuestro tirador, te he visto disparar- le agarró del hombro- y eres bastante bueno-.
-Gracias, señor-.
-Bien, id a descansar- dijo señalando a la puerta- mañana nos espera un día duro. Dicho ésto, ambos soldados se despidieron y Muller se dirigió al puesto de mando. Heinrich ordenaba parte del papeleo, Muller entró y se sentó.

-El equipo ya ha sido elegido- anunció Muller
-Bien, dígame sus nombres y los incluyo en la lista- ordenó Von Wechmar.
-¿Lista?, ¿qué lista?-.
-¿Acaso pensaba que solo enviaríamos cuatro hombres?-.
-No, pero...-.
-Escuche- Von Wechmar dejó los papeles y miró a Muller- con su equipo llegamos a los diez hombres, el sargento Vinzenz Koehler dirigirá la otra escuadra.
-Entendido, señor- se sacó una hoja del bolsillo- mis hombres son: Leander Schneider, Otto von Kessel, Axel Zimmermann, Carl von Weber y yo, Leon Muller.
-Muy bien- Von Wechmar revisó la hoja de papel- la primera escuadra está compuesta por: tres tiradores, un soldado de apoyo y un sargento. La segunda compuesta por: un operador, un tirador, un artificiero, un soldado de reconocimiento y un sargento mayor.
-Despertaré a los hombres a las 5:00 Uhr, para que a las 6:00 Uhr estén con el equipo puesto y listos para salir-.
-Muy bien- Von Wechmar se levantó de la silla y se acercó a la ventana- ya he hablado con Koehler, él también estará listo o eso espero. Esta maldita misión me intranquiliza, debería estar preparando la ofensiva con Rommel y no estar salvando pilotos y documentos extraviados.
-Con el debido respeto, señor- Muller miró a Heinrich, éste último estaba apoyado en el alféizar de la ventana y se giró- si Erwin le confió la tarea, seguro que es porque confía en sus capacidades.
-Seguro...- dijo Von Wechmar con cinismo- Rommel me ha designado esta tarea, para poder llevar a cabo la ofensiva sin mi desaprobación en ciertos ámbitos.

Von Wechmar se llenó el vaso y lo apuró

-Es tarde, debería descansar-
-Así lo haré- se levantó y saludó- Buenas noches, señor.
-Buenas noches, Muller. Buenas noches...- respondió Von Wechmar al tiempo que miraba fijamente la mesa.

Continuará...


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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyVie 02 Nov 2012, 17:15

Biennnn, me está gustando muchísimo, sigue así Wink
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyDom 18 Nov 2012, 13:23

CAPÍTULO 4 (UNTERNEHMEN - ANPRALL)


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Sudeste de Tobruk, 7Uhr. Cercanías de "يذكر نهر".

Las barcas transportaban al equipo completo a través del río, éstas se deslizaban por el agua con la misma suavidad con la que una mano acaricia una tela, el único ruido existente era la respiración de los soldados, pues la temperatura era baja y el frío penetraba en los trajes tropicales alemanes. Pasaron dos horas hasta que las barcas llegaron a su destino y desembarcaron en la orilla norte del río. Muller organizó a los hombres y éstos formaron un semicírculo frente al sargento mayor.

-¡"Achtung"!- ordenó Leon en voz baja, una vez los hombres estuvieron colocados y atentos, comenzó a explicar el plan- El equipo de reconocimiento y sabotaje: Leander (Francotirador), Otto (Reconocimiento) y Axel Zimmermann (experto en explosivos), se dirigirán a la playa sur, recorrerán la orilla ocultos por los arbustos hasta acercarse al puente que comunica el islote con la orilla sur. Dicho puente deberá ser neutralizado para evitar la huida de los hombres de la Commonwealth, por otro lado, el equipo de apoyo se situará frente al islote en la orilla norte, podrán utilizar a modo de parapeto las diversas rocas y palmeras. Zimmermann y yo acompañaremos al equipo de apoyo, pelearemos junto a ellos, pero nos situaremos en la retaguardia para poder dirigir la operación con menor riesgo de alcance. ¿Queda claro?
-"Ja voll"- respondió Vinzenz Koehler.
-"Ja Herr"- respondieron Leander, Otto y Axel.
-El equipo de reconocimiento- ordenó Muller- diríjanse a la otra orilla.

Eran las ocho de la mañana y el sol comenzaba a salir. Los hombres obedecieron y tripularon una barca hasta la otra orilla. Una vez allí, avanzaron agachados, cubiertos por los arbustos resecos que todavía portaban hojas. El equipo de apoyo y el puesto de mando portátil, se movían con rapidez entre rocas, arbustos y palmeras, alejados de la vista de los guardias del islote. El islote era alagado de oeste a este, en la zona suroeste tenía un puente que comunicaba con la orilla sur, en dicha orilla había un puesto de control con una cabina y barrera, custodiado por un cabo, dos fusileros y un Crusader II. Al oeste contaba con una torrera, debajo de ella se encontraban una enfermería y almacén improvisados. Desde la torreta hasta la zona este, había dispuestas varias tiendas y junto a ellas un pozo, en la zona centro-sur del islote había instalado un nido de ametralladora con una ametralladora Vickers. También había otro nido en la zona nordeste, equipado de igual forma que el otro nido y la torreta. En la zona este, había una antena y un puesto de radio controlado por un operador y un oficial. Seis escuadras del pelotón británico estaban repartidas por el campamento, mientras que las dos restantes exploraban la zona donde había caído el avión alemán. Los equipos de apoyo y dirección ya se habían apostado utilizando a modo de parapeto un cúmulo de rocas, por otro lado, el equipo de sabotaje estaba cerca del puente. Una vez cesó el aire, se pudo apreciar el ruido de una ametralladora, pero no una Vickers sino una MG-15. Se oyeron gritos y más disparos de diferentes armas, al momento cesó todo el ruido, solo se oían gritos de los soldados ingleses. El equipo de sabotaje estaba demasiado cerca del puente y comenzaron a preocuparse, de un momento a otro el Crusader comenzó a moverse. Axel se puso nervioso y corrió hacia el puente, los soldados ingleses le divisaron y prepararon sus armas, pero cayeron abatidos, Leander y Otto le cubrían desde la orilla. Los tripulantes del Crusader le cosieron a balazos, pero ya era tarde, la carga de dinamita estaba encendida y había caído a los pies del blindado. El explosivo detonó y tanto el puente como el tanque volaron por los aires entre un mar de llamas y humo, el estruendo puso más nerviosos todavía a los soldados ingleses, los cuales comenzaron a disparar a la maleza sin ton ni son. Se oyeron más gritos ingleses y el fuego cesó. Otto y Leander habían conseguido moverse hasta una rocas y cubrirse. Leander observaba el campamento inglés con la mira, los soldados se cubrían en los muros de piedra que cubrían el islote, preparaban las Vickers y cargaban sus armas, continuó mirando hasta que divisó un camión de municiones, el cual portaba explosivos.

-Otto- llamó Leander- mira eso.

Otto observó por la mira.

-Le puedo alcanzar con una Eierhandgranate- afirmó Otto.
-"Gut luck"- dijo Leander- Te cubro.
-Quédatela, la necesitarás- dijo Otto al tiempo que se dirigía a una roca que le daba la suficiente cobertura para acertar al camión.
Una vez Otto se acercó a su destino, Leander apoyó el rifle de precisión y apuntó a uno de los artilleros del nido centro-sur, tomó aire, aguantó y disparó. La bala le impactó en el ojo derecho al soldado inglés, Leander soltó el aire y volvió a aguantar la respiración apuntando al segundo artillero, disparó y la bala le penetró el pecho. Los hombres de la Commonwealth disparaban en la dirección de Leander, aunque no sabían su posición exacta, por lo que solo tubo que esconderse entre las rocas y esperar. Por otro lado, el grupo de apoyo ya se había posicionado y esperaban las ordenes de Muller para comenzar el ataque. Leon miraba por sus prismáticos la situación y decidió que era un buen momento para atacar, pero segundos antes vio a Otto. Amplió la visión y le vio claramente, portaba su Mauser, pero a éste le había insertado un "Schiessbesser" (Lanzagranadas), en el cual había colocado una Eierhandgranate y apuntaba en dirección a la orilla. Siguió su rumbo de visión y pudo observar un camión de municiones, lo que le dio una idea. Se acercó a los hombres.

-¡Hombres!- ordenó Muller- en cuanto aprecien una fuerte explosión, acribillen a los británicos.
-"Ja voll"- contestó Vinzenz Koehler.

Otto disparó el primer proyectil, pero erró el tiro y éste impactó contra el murete de piedra, derrumbando una parte. Tardó tres segundos en colocar un nuevo proyectil y disparar. Los británicos estaban desconcertados, pero dos fusileros y un cabo divisaron a Otto y le dispararon. Otto intentó esconderse, pero las balas le alcanzaron en la pierna derecha, el brazo derecho y la espalda, cayó al suelo sangrando casi sin poder respirar y oyó un enorme estruendo, sonrió y murió. El camión había conseguido el efecto deseado, mató a dos escuadras y media de británicos, destruyó la antena de comunicaciones, hirió al teniente inglés y mató al operador. El grupo de apoyo disparaba a los británicos y éstos le devolvían el fuego, por otra parte, Leander causaba varias bajas desde la orilla sur, variando su posición de vez en cuando. El soldado de apoyo que portaba una MG-34, Eberhart, vio como varias balas alcanzaban al tirador Biermann matándolo en el acto. Al parecer había un grupo de británicos en la orilla norte, no dudó y comenzó a dispararles, matando a tres de ellos. Los dos supervivientes fueron abatidos por el resto del grupo. Los británicos del islote pudieron observar como caían sus compañeros de la orilla y divisaron la posición exacta del grupo de apoyo, por lo que pudieron alcanzar al tirador Dietrich en la cara y el hombro derecho, éste cayó muerto. Eberhart hacía pasadas con su ametralladora, aunque solo conseguía herir o matar a algún enemigo. Todavía tenían operativa la torreta, a la cual accedió uno de los tiradores británicos, cargó el arma y cayó abatido, Leander había echo un tiro certero. El sargento Vinzenz ordenó acercarse un poco más, pero en cuanto se descubrió de las rocas, fue abatido. El tirador Bayer y el soldado de apoyo Eberhart seguían abatiendo ingleses. Muller y Carl von Weber estaban a cubierto y desde su posición no podían abatir a ningún enemigo.

-Quiero que llames al cuartel de "El Agheila" y comuniques que necesitamos apoyo aéreo- ordenó Leon.
-"Ja Herr"-

Muller se puso cuerpo a tierra y deslizó cual reptil hasta la posición de sus hombres, agarró el "Mauser" del caído Biermann y comenzó a disparar. Consiguiendo acertar a un soldado de apoyo, dos tiradores y un cabo. Muller ordenó el alto al fuego, sus hombres cesaron y se pusieron a cubierto. Los soldados de la "Commonwealth" también cesaron el fuego. Solo se oyó un disparo más, acompañado de un grito y un inglés muerto. Al rato se volvió a escuchar otro y cayó otro enemigo. Ya no se oyeron más disparos. Muller condujo a sus hombres a través de la maleza hasta que pudieron divisar el islote al completo, no se apreciaba ninguna forma de vida, el fuego se estaba extinguiendo y había varias columnas de humo. Carl se acercó a ellos.

-Señor, dicen que no se pueden permitir destinar más efectivos- explicó Carl-
-Maldita sea- maldijo Muller- tendremos que apañarnoslas solos.

Leander observaba por su mirilla y no divisó a nadie, por lo decidió levantarse y continuar explorando la orilla sur. Una vez comprobó que no quedaban ingleses vivos, se acercó al cadáver de Otto y arrancó su identificación. Posteriormente dejó sus armas en la orilla y buceó hasta encontrar en cuerpo quemado de Axel, el cual solo conservaba una de las chapas. Salió a la superficie, recogió sus armas y cargó con Otto hasta la barca. Muller y su grupo llegaron a la zona del accidente, el avión era un Junkers Ju 52, avión de transporte, normalmente para paracaidistas, que ocasionalmente era utilizado como bombardero o de reconocimiento, tiene dos torretas que sobresalen por el techo, una junto a la cabina y otra en la cola. El avión estaba destrozado, tenía agujeros de bala por todos lados, los cristales estaban totalmente destrozados al igual que sus alas y cabina. En la torreta de cola estaba el cadáver del copiloto y en la cabina, el del piloto, solo que éste estaba quemado. Junto al avión había tres cuerpos de soldados británicos, parecer ser que el copiloto pudo abatir a varios enemigos antes de morir. Carl inspeccionaba el interior del vehículo mientras el resto cubrían el perímetro. Leander desembarcó en la otra orilla y siguió el rastro de sus compañeros. Carl revisó la cabina, pero ésta estaba muy quemada como para conservar algo, lo que le condujo a buscar en el cadáver del copiloto, rebuscó, pero no encontró nada. Leander pasó unos arbustos, Muller le vio y le apuntó.

-Maldita sea- gritó Muller- ¿estás loco?, por poco disparo.
-Lo siento, señor-
-¿Donde están Otto y Axel?-
-Han muerto, señor-

La cara de Muller se tornó oscura y se sentó en un tronco caído, al tiempo que suspiraba.

-Pobres desgraciados- se lamentó Muller- espero que nunca tengas que ocupar mi lugar.
-Si me permite la pregunta, ¿por qué?, señor.
-¿¡Por qué!?, ¡porque siempre tengo que guiar a hombres a su muerte!, ¡porque tengo que escribirles cartas a sus familias! y ¡porque está guerra es una mierda, que solo sirve para cubrir los intereses de unos pocos a costa de muchos y pagar a esos malditos banqueros!, ¡si!, ¡esos que financian esta maldita carnicería!- Muller gritaba tanto que el resto del grupo se había acercado a comprobar que pasaba, menos Carl que seguía rebuscando entre los restos del avión.

-¿Se encuentra bien?- preguntó Bayer- ¿señor?
-No, no estoy bien- dijo Muller- ¿cómo demonios iba a estarlo?
-¡Señor!- llamó Carl- ¡los tengo!.
-Buen trabajo- dijo Muller al tiempo que recogía los documentos- ¡vayámonos!.

El grupo se puso en marcha, volvieron tras sus pasos, cuando pasaron junto a los cadáveres del sargento y los dos tiradores alemanes, los cargaron hasta las barcas.

-Leander- preguntó Muller- ¿Has cogido las chapas de Otto y Axel?
-Si, señor- afirmó Leander- tome. El cadáver de Axel estaba totalmente calcinado, solo pude recuperar el de Otto, está en la segunda barca.
-Buen trabajo, Leander-
-Gracias, señor-
-Cargad los cadáveres en la segunda barca, la ataremos a la nuestra y guiaremos por el río- ordenó Muller-

Los hombres cumplieron con las órdenes, cargaron los muertos y ataron su barca a la principal. Acto seguido subieron a la barca y avanzaron en dirección al mar.

Continuará...


Última edición por Taokanimemetal el Lun 28 Ene 2013, 18:19, editado 8 veces
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyDom 18 Nov 2012, 16:46

Muy muy buen capítulo, en serio Surprised
Spoiler:
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyDom 02 Dic 2012, 21:42

CAPÍTULO 5 (MARSA-EL-BREGA)


Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) Panzeriiitile


Marzo (1941)

Muller y sus hombres regresaron a "El Agheila", donde fueron celebrados los funerales de sus compañeros caídos, supuestamente en una operación de reconocimiento. Las órdenes del alto mando alemán fueron realizar operaciones defensivas, pero Rommel creía que los ingleses habían enviado a Grecia la mayor parte de sus fuerzas, que sólo contaban con la 2da División Acorazada y que habían sufrido un fuerte desgaste persiguiendo a las 200 mil tropas italianas. Por su parte, el Afrikakorps tenía a su disposición solamente la 5ta División Ligera y otras pequeñas unidades, pero ya empezaban a llegar a Trípoli los primeros contingentes de la 15 Panzerdivision. El general no podía esperar más, así que convenció a los mandos italianos para iniciar su contraofensiva, uno de sus primeros objetivos era "Marsa-el-Brega". Muller fue destinado a un grupo de reconocimiento, el cual tendría que inspeccionar la ciudad para poder llevar a cabo el asalto a dicho lugar. La sección estaba compuesta por quince hombres: Leon Muller (Teniente) dirige todo el pelotón. Leander Schneider (Sargento), fue ascendido tras la misión "Anprall", ahora dirige dos escuadras, compuestas por Frederick Bayer (Cabo), otro cabo, tres fusileros, un médico, dos soldados con MG-34 y dos fusileros equipados con diversas granadas y pequeños explosivos, tanto para atacar a la infantería como a blindados, a estos hombres se les llamó "Granatmann", se crearon exclusivamente para este grupo de operaciones especiales. Se encargaban de colocar las cargas explosivas y destruir blindados. Las otras dos escuadras estaban dirigidas por Max Hölz (Sargento) y compuestas por Karl Eberhart (Cabo), otro cabo, tres fusileros, un médico, dos soldados con MG-34 y dos Granatmann.

"Rumbo hacia Marsa-el-Brega"


Las órdenes del Alto Mando italiano fueron ocupar Marsa el-Brega y detenerse para reconsiderar la situación antes de proseguir. El día 31 de marzo de 1941, Rommel se puso en marcha. En el Cairo, el General Wavell, se retiró temprano a dormir en su Cuartel General, después de recibir los informes de inteligencia. Rommel no atacaría antes del 15 de abril y sus generales O'Connor y Neame, que ocupaban Cirenaica, tenían amplia experiencia en el desierto. No tenía por qué preocuparse o al menos eso creía. Muller y a su pelotón tenían asignada la tarea de ir a la cabeza del grueso del ejercito.

9:14 Uhr

El grupo de Muller avanzaba por el desierto sin dificultad, bajo un sol y calor crecientes. Al cabo de veinte minutos de caminata, El teniente ordenó que bebiesen y descasasen un rato. Los hombres hicieron lo propio, bebieron, comieron y montaron unas pequeñas tiendas para protegerse del sol. Max y Leander se dirigieron a la posición de Leon.

-Señor- saludaron ambos.
-Señores- Muller devolvió el saludo, se colocó el cuello de la camisa, bebió un vaso de agua y comenzó a hablar- Estamos muy cerca de las avanzadillas de la Commonwealth. Lo más probable es que nos topemos con tropas coloniales, aún así habrá que mantenerse alerta.
-Entendido- afirmó Leander.
-¿Hasta cuándo habrá que seguir caminando, señor?- preguntó Max- o ¿nos debemos detener en algún punto concreto, señor?
-Mire Max, comprendo que usted fue capitán, pero eso no le da derecho ha preguntar con esa condescendencia- objetó Muller- ¿me ha comprendido?
-Lo siento, señor- se disculpó Max, tragó saliva y habló- No pretendía ofenderle, solo era por hacerme a la idea, señor.
-Está perdonado, espero que no se vuelva a repetir- dijo Muller- Aunque ya que lo pregunta, nuestra intención es llegar a las afueras de Marsa el Brega y esperar al grueso de las tropas.
-Entendido y gracias, señor-.
-Bien, organizad a los hombres- ordenó Leon- nos vamos de aquí.

Los sargentos reunieron a los hombres y todos se pusieron en marcha. Continuaron diez minutos, hasta que uno de los fusileros, el soldado Fleischer recibió un tiro en el pómulo izquierdo. Su compañero, Adler, divisó a los enemigos y avisó al pelotón. Los hombres adoptaron una postura cuerpo a tierra y comenzaron a abrir fuego. Al parecer, era una sección inglesa de reconocimiento. Los hombres peleaban duro, pero los enemigos resistían desde sus alejadas posiciones. Las tropas enemigas se cubrían en algunas de las dunas, de las cuales habían surgido. Los proyectiles surcaban el cielo y pocas veces alcanzaban a alguno de los ambos bandos. Estaban a una distancia de unos cien metros, por lo que era difícil acertar a alguien.

-¡Max!- gritó Muller.
-¿Señor?-
-¡Diríjase con una escuadra a la zona Este de las dunas y ataque al enemigo por el flanco derecho!- ordenó Muller.
-¡Entendido, señor!-

Max organizó a los hombres y se alejó cuerpo a tierra de la línea de fuego. Por otro lado, los británicos intentaban avanzar, aunque solo ganaban centímetros de terreno. La escuadra iba rodeando poco a poco al enemigo. Éste no se percataba de ellos. De un momento a otro, uno de los sargentos británicos, el cual portaba un lanzagranadas en su Lee Enfield, se percató de la estratagema germana. Max se dispuso a dar la orden de avanzar, pero una granada impactó cerca de él. La explosión hirió tanto a Max como a dos de sus hombres, aunque eran heridas leves, la explosión había creado cierta inquietud entre los alemanes. El sargento anglosajón disparó de nuevo otro proyectil, pero varias balas provenientes de una MG-34 le perforaron el tronco, murió rápidamente, desangrado. El proyectil impactó matando a tres alemanes e hiriendo de gravedad a otro. Murieron un soldado portador de una MG-34, un Granatmann y un fusilero. Leander y sus dos escuadras habían conseguido avanzar lo suficiente como para menguar a dos escuadras británicas, a costa de dos fusileros, un cabo, un médico y un Granatmann. La escuadra de Max seguía resistiendo, pero uno de los fusileros, el cual había sido herido, quedó inerte en el suelo debido a la hemorragia producida por la metralla. Los alemanes continuaron luchando. En esos instantes, el grueso del ejército Alemán atacaba a las tropas británicas, las cuales se vieron forzadas a retirarse. A pesar de que las posiciones británicas se encuentran bien defendidas con obstáculos y minas que explotan a cada paso. Por primera vez suenan en África las detonaciones del cañón alemán de 88 mm y de acuerdo a lo que mandan los manuales de la "Blitzkrieg", los bombarderos "Stukas" caen sobre las defensas en Marsa-el Brega, las posicones británicas también son acosadas por los carros de combate germanos e italianos y por la artillería. Los proyectiles impactan contra las posiciones enemigas, diezmándolas. Muchos británicos y tropas coloniales yacen muertos en el suelo, están heridos o huyen buscando refugio ante la imposibilidad de parar a los germanos. Mientras tanto, la escuadra de reconocimiento ha limpiado las dunas y se dirigen a Marsa-el-Brega. Los soldados que sobreviven de la Commonwealth, continúan plantando cara a los alemanes en su retirada. Los Panzers avanzan por la ciudad junto con la infantería, tras la devastación del bombardeo. El pelotón de Muller o más bien, lo que quedaba, llegaron a las afueras de la ciudad, donde se reunieron con el teniente Karl Heinz Reintgen.

-¡Vaya!, la última vez que nos vimos eráis sargento- observó Heinz al tiempo que saludaba. Karl sentía una gran admiración por Leon Muller y sus logros y por ello le guarda un gran respeto e intenta congeniar con él.
-Cierto, parece que a día de hoy ostentamos el mismo rango- dijo Muller- ahora no hay tiempo para charlar, ¿podría entregar la bolsa con las identificaciones de mis hombres caídos?.
-Claro, señor- afirmó Heinz- otra cosa, Rommel quiere verle, está en la plaza central de la ciudad.
-Gracias, por llevar las chapas y por la información- agradeció Muller- espero que volvamos a vernos.
-Lamentablemente no será así, pues me destinan a Belgrado, Yugoslavia.
-Entonces le deseo "Viel glück" camarada, es usted un buen hombre- dijo Muller al tiempo que saludaba y se internaba con sus hombres en la ciudad.
-Gracias, Muller- Heinz apreció gratamente aquellas palabras- volved sano a casa.

El grupo de Muller se estaba acercando a la plaza central de la ciudad cuando una avanzadilla británica salió de entre los escombros. Estaban tan cerca del enemigo, que los algunos de los hombres comenzaron a pelear cuerpo a cuerpo, mientras otros se cubrían e intentaban matar a los británicos que estuviesen en su línea de tiro. La confrontación fue violenta, pues en cuanto conseguían tumbar a un rival, le disparaban a bocajarro o bien, le ensartaban con la bayoneta, piedra u objeto que estuviese a su alcance. Max golpeó con la culata de su MP-40 a un cabo británico, éste cayó y posteriormente recibió múltiples disparos. Max tiró el subfusil y sacó su Luger, con la que comenzó a disparar a varios enemigos, el primero recibió un tiro certero en el cuello; al segundo le perforaron la pierna derecha y el pulmón derecho; el tercero y último esquivó las dos primeras balas, pero la tercera le impactó de lleno en el pecho. El fusilero Adler clavaba su bayoneta a un fusilero inglés que había matado, anteriormente, al cabo Bayer de varias puñaladas en el abdomen. La lucha fue rápida, acabó con doce enemigos muertos, un cabo alemán muerto y tres alemanes heridos levemente. Los hombres estaban manchados de sangre y barro, además de que el cansancio se reflejaba en sus caras. A medida que caminaban, pudieron ver los destrozos ocasionados por la batalla, escombros, agujeros por impactos, tanto de bala como por proyectiles de los Panzers y los Stukas, cadáveres de animales y personas; civiles, germanos, italianos y británicos. El polvo, la sangre y el humo eran los protagonistas de esta cruenta obra. Al cabo de un rato consiguieron llegar a la posición de Rommel.

-Señor, me han informado de que quería verme- dijo Muller al tiempo que saludaba.
-Así es- afirmó Rommel- nos habéis hecho un gran favor enfrentándoos a la sección británica, pues era la que debía informar a las tropas de la ciudad ante cualquier eventualidad. Gracias a ello y a nuestra velocidad, hemos conseguido pillar a los enemigos por sorpresa. Mis felicitaciones, tanto para usted como para sus hombres.
-Gracias, señor-
-Ahora descansen o a este paso acabarán con todas las fuerzas enemigas- dijo Rommel al tiempo que sonreía.
-Eso haremos, señor- agradeció Muller- y gracias de nuevo, señor.

Los hombres del pelotón se lavaron como pudieron, comieron las raciones militares proporcionadas por los italianos y descansaron sobre unas camas improvisadas, compuestas por alfombras y mantas. Por la tarde, Marsa el-Brega se rinde. La puerta de la Cirenaica está abierta y los ingleses en plena retirada, se desbandan por el complejo circuito de carreteras que unen Marsa-el-Brega con Bengasi y Tobruk.

Continuará...
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyMiér 30 Ene 2013, 17:29

CAPÍTULO 6 (¡HAY QUE AVANZAR!)


Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) Thedesertfoxbyluftwaffl



"Rommel decide continuar"

El Afrikakorps había alcanzado el objetivo en pocas horas, pero Rommel, viendo al enemigo en desconcertada retirada, no esperaría más. Pese a las órdenes del Mando Italiano y las instrucciones precisas de Hitler, decide continuar la ofensiva. En el Cairo, Wavell recibe nuevos informes de inteligencia que le aseguran que Rommel no seguirá más allá de Mersa el Brega. Wavell decide dirigirse a Cirenaica, convencido aún de que Rommel no continuará su ofensiva por el desierto, sino que tomará la Vía Balbia que corre pegada a la costa. Pero Rommel tiene sus propias ideas sobre la guerra en el desierto y sigue avanzando en un amplio frente junto con la división italiana "Ariete".

Marsa el Brega, Marzo (1941).

-¡Hay que avanzar!, no podemos detenernos ahora- gritó Rommel con perseverancia- la puerta de la Cirenaica se nos a abierto-.
-Yo opino que deberíamos ser cautelosos, los ingleses se estarán reorganizando- defendió Irnfried Freiherr von Wechmar.
-Él tiene razón, padre- dijo Rüdiger von Wechmar- ahora que huyen en desbandada son débiles.
-Callad, hijo. No os pongáis en evidencia- Irnfried Freiherr von Wechmar se bebió uno de los vasos de agua que había sobre la mesa- creo que deberíamos escuchar su opinión-.
-Mis superiores me han informado de que no debemos seguir avanzando- dijo el general Baldassarre- pero, también me ordenaron que siguiese las órdenes de Rommel, por lo que me mantengo a la espera de nuevas.
-Yo seguiré a Rommel- dijo Johannes Streich al tiempo que miraba el mapa de operaciones.
-Yo también- anunció Gerhard von Schwerin.
-¿Qué nos cabe esperar?, hemos trazado un buen plan, por lo que deberíamos continuarlo; todo sea por Alemania, el führer y al fin y al cabo, por nosotros mismos- Teniente Coronel von dem Borne.
-Supongo que habrá que poner en marcha los Panzer- manifestó Hans Freiherr von Funck.
-Manos a la obra, señores - Gerhard von Schwerin.
-En combate cercano, la victoria es del que tiene una bala más en el cargador - Rommel saludó y gritó- "¡Für Deutschland, für Führer und für unsere Ehre!".
Freiherr von Wechmar, Rüdiger von Wechmar, Baldassarre, Hans Freiherr von Funck, Johannes Streich, Gerhard von Schwerin y el resto de los presentes hicieron sus respectivos saludos militares, pero los primeros nombrados añadieron su toque personal al saludo.

-"Ja, Herr"- Freiherr von Wechmar.
-"Ja, Voll"- Rüdiger von Wechmar.
-"Ferrea mole, Ferreo cuore"- Baldassarre.
- "Panzerangriff"- Hans Freiherr von Funck .
- "Wenn der Angriff der Infanterie, der Commonwealth flieht"- Johannes Streich.
-"Das Schicksal wird entscheiden" - Teniente Coronel von dem Borne.
-"Nichts zu verlieren"- Gerhard von Schwerin.

-Bien, procederé a explicarles el plan- Rommel se acercó al mapa táctico y comenzó a explicar y marcar con un lápiz- La puerta de Mersa el Brega a sido derribada, hay que avanzar sobre Agedabia, la cual se encuentra a más de sesenta kilómetros, tomarla y abrir la puerta de la Cirenaica, para poder movernos por ella, el inconveniente es el amplio frente que se nos abre, pero ello ya lo hemos hablado anteriormente, por lo que la distribución será tal que así:

-Ala izquierda: ésta tiene la misión de tomar la Vía Balbia y avanzar eliminando cualquier oposición es su camino hacia Bengasi. Dicha ala estará al mando del teniente coronel Freiherr von Wechmar del 3er Batallón de reconocimiento, acompañados por la División Brescia italiana.

-Ala derecha: ésta tiene la misión de atacar a lo largo de la cuerda del arco de la Cirenaica por Ben Gania y Bir Tengedir e intentar alcanzar la costa de Derna. Dicha ala estará comandado por Schwerin, con parte de la 5ª División Ligera y un batallón de reconocimiento de la Ariete.

-Ejército central: entre dichas alas el grueso central, compuesto por el resto de la 5ª División Ligera, formado alrededor de del 5º Regimiento Pánzer del coronel Olbrich, acompañado todo ello, por el grueso de la Ariete. Éste ejército avanzarán por la Cirenaica pasando por Msus, ochenta kilómetros al noroeste de Ben Gania, y, de allí, dirigirse a Mechili.

-¿Alguna duda señores?- Rommel vio que todos negaban con la cabeza- Bien, la operación comenzará el 2 de abril; preparen a sus hombres.


2 de Abril (1941).

La operación comenzó el 2 de abril y Rommel, como era característico en su persona, se pasó muchas horas incitando a todas sus unidades para que hicieran un esfuerzo aún mayor hasta Agedabia y estaba decidido a comprobar por si mismo el estado del terreno y las condiciones por las que se verían obligados a pasar.

-Señor, nos comunican que la ruta de la columna derecha, la cual pasa por Ben Gania, es casi impracticable en sus primeras etapas.
-Muy bien, la inspeccionaremos- afirmó Rommel. En aquel momento ambos se encontraban en una avioneta Fieseler Fi 156 Storch (cigüeña), desde la cual iban controlando el avance de las tropas. Una vez llegaron al lugar, Rommel observó que era una tontería, una minucia sin importancia, por lo que decidió continuar con el plan establecido.

Por otro lado, Leon Muller y su grupo de reconocimiento avanzaban con la 5ª División Ligera, la cual avanzaba por ambos lados de la Vía Balbia hacia Agedabia. De un momento a otro, varias minas explotaron al paso de los vehículos, lo que hizo que las tropas se parasen, reparasen los daños recibidos y desactivasen o destruyesen el resto de minas, aunque por lo general causaron pocas molestias a las tropas germano-italianas, las cuales continuaron su camino, seguidos por los italianos.

-Señor, ¿a donde nos dirigimos?- preguntó Leander.
-A Agedabia, tenemos información de que posiblemente entablemos combate- afirmó Muller.
-Creo que la columna se ha detenido- dijo Max Hölz.
-Si, así es- confirmó el fusilero Adler.
-¡En marcha, muchachos!- ordenó Muller.

El pelotón bajó del Opel Blitz y se reunieron con Schwerin.

-Señores, hemos conseguido llegar por la tarde a Agedabia y necesitamos una acción rápida- explicó Schwerin.
-Entendido, ¿cuál es nuestra misi...- Muller paró de hablar y se sobresaltó, pero al instante se dio cuenta de que eran la artillería y los carros, los que habrían fuego contra las posiciones enemigas.
-Tranquilos, son de los nuestros- dijo Schwerin mientras sonreía- Bueno, al grano, deberán rodear la zona derecha, la cual está defendida por varios nidos de ametralladoras y algún que otro carro blindado. Para ello contarán con la ayuda de los italianos, los cuales les cubrirán desde esta zona, observe la fotografía.

Mapa Agedabia

Spoiler:

El pelotón de Muller, compuesto por 26 hombres; catorce fusileros, un médico, un ametrallador, cuatro cabos con subfusil, dos sargentos, un mortero (portado por dos fusileros), un operador de radio y un teniente. Todos ellos, apoyados por otro pelotón italiano, dirigido por Pietro Mascagni y acompañado de cinco carros blindados como apoyo. El grueso del grupo de dirigió a la zona asignada, en la cual había muretes de piedra, casas de adobe blancas y posiciones británicas, las cuales no dudaron en abrir fuego. Los carros italianos hacían las veces de parapeto y podíamos cubrirnos del fuego enemigo. Un nido de ametralladora británico consiguió matar a cuatro italianos que intentaron bordear por su izquierda, pero uno de los blindados italianos abrió fuego contra su posición matando a tres ingleses e hiriendo a unos cuantos. Max dispuso su Schiessbesser (lanzagranadas) y disparó una en la dirección de una sección de tropas coloniales que intentaba deshacerse de uno de los carros italianos, pero solo acabó con un cabo y dos fusileros. El resto dio caza al blindado y con varias granadas antitanque lograron reducirlo. Pietro Mascagni, siete fusileros, dos cabos y un ametrallador; habían logrado rodear la posición enemiga por la derecha y se batían contra las tropas coliniales. Pietro disparaba su Subfusil Beretta M1938A, el cual era acompañado por el fuego de sus hombres. Éstos consiguieron abatir a varios enemigos que se batían en retirada, pero en cuanto sus hombres llegaron al centro la posición inglesa, un MK2 Daimler comenzó a disparar mientras se desplaza a gran velocidad hacia ellos; varios hombres murieron y quedaron un cabo, un fusilero y Pietro, los cuales intentaron huir. Los blindados italianos seguían disparando y el grueso de los pelotones se abría camino entre la posición enemiga. El vehículo enemigo atropelló al fusilero italiano que iba con Pietro; el cabo lanzó una granada antitanque y le reventó las ruedas delanteras. El inglés que manejaba la torreta disparó al cabo italiano convirtiéndolo en un queso gruyere, por lo que Pietro coló una Granada OTO por la torreta, la cual explotó destrozando el blindado por dentro y a sus ocupantes. Leon Muller ya había tomado la posición con el resto de tropas.

-Buen trabajo, "spericolato"- dijo Muller en el poco italiano que sabía pronunciar.
-"Grazie, signore"- respondió Pietro con una sonrisa- parece ser que los italianos no somos tan malos como parecía.
-Veo que habláis mi idioma, aunque la pronunciación deje mucho que desear- dijo Muller al tiempo que se reía.
-Los alemanes y su apreciada perfección- Pietro hacía señales con las manos a los hombres para que se dirigiesen hacia el norte y en consecuencia al centro de la ciudad- debemos irnos, señor.
-Si, así es- Muller hizo los mismo y continuaron hasta el centro de Agedabia.

Cuando llegaron al centro, vieron al resto de tropas germano-italianas descansando. Ambos tenientes se acercaron a preguntar a sus superiores.

-Señor, ¿a qué se debe esta parada?- preguntó Muller.
-Hemos ganado- respondió Schwerin.
-¿Y los británicos?- preguntó Pietro.
-Han huido en desbandada- comentó Schwerin mientras bebía un vaso de Jägermeister.

Ambos oficiales quedaron sorprendidos y dieron permiso para que sus hombres descansasen.

Al atardecer, las tropas del eje habían ocupado la zona de Agedabia hasta un lugar situado a 20 Km, al este de la localidad. Los italianos se nos reunieron después. El 3 de abril, Rommel desplazó a Agedabia su puesto de mando avanzado, y procedió a observar los movimientos del enemigo, que parecía haber emprendido una retirada general, como si quisiera abandonar Cirenaica. Al parecer, tenía la impresión de que los germanos eran extremadamente fuertes, y a ella no debían ser ajenos sus tanques simulados, tanques los cuales Rommel había mandado construir con madera y contrachapado para engañar a los "pájaros" británicos de reconocimiento. Wavell empezó a preocuparse de los riesgos que corría desde el momento en que Rommel había tomado El Agheila. Neame recibió instrucciones para replegarse sobre una posición cercana a Bengasi, si se veía excesivamente presionado, pudiendo también, en caso necesario, abandonar el puerto. Poco después de la caída de Agedabia, el 2 de abril, se cursaron órdenes urgentes para el abandono de Bengasi y la iniciación de una retirada hacia el este, con idea de mantener a las fuerzas intactas. Sin embargo, en la confusión de la retirada, aquéllas pronto se verían en peligro.

3 de Abril (1941).

Leon Muller, Pietro Mascagni y lo que quedaba de sus respectivos pelotones; patrullaban al norte de Agedabia. Montaban en un Sdkfz 251, Max tenía asignada la posición de la MG-34 delantera y Adler de la trasera. Por otro lado, Muller observaba con los binoculares.

-¡Alto!- gritó Muller
-¿Qué ocurre señor?- preguntó Pietro.
-Creo ver blindados enemigos- dijo mientras el blindado se detenía.
-¿Puedo?-
-Todo suyo-

Pietro echó un vistazo por los binoculares y sonrió.

-¡"Per dio"!- dijo Pietro- son nuestros.
-¿Estáis seguro?-
-¡"Per la mia mama"!- manifestó Pietro- claro.
-No estoy seguro, pueden ser tanques incautados por los ingleses- Muller agarró al operador de radio y se puso de rodillas.- "Hallo", aquí el 5º pelotón de reconocimiento. Fuchs 1, ¿me recibe?; corto.
-Aquí Fuchs 1, adelante; corto.
-Solicito inspección aérea frente a reconocimiento de carros blindados posiblemente enemigos; corto.
-¿Puede especificar número?; corto.
-Aproximadamente veinte blindados enemigos; corto.
-Se le mantendrá al tanto; corto y cierro.

Muller colgó el micrófono en la radio y se reincorporó.

-Maldita sea, seguro que el operador era italiano- gruñó Muller.
-Pues en mi defensa y en la los italianos diré que hablaba muy bien alemán- dijo Pietro mientras se reía.

Por otro lado, a treinta y dos kilómetros de allí, se le tonificó a Rommel tal noticia, el cual envió al Teniente Berndt (Alfred Ingemar Berndt, funcionario del Ministerio de Propaganda, incorporado a las fuerzas de Rommel.) para que comprobase la autenticidad de la noticia. Berndt subió a un Kubel.

-En cuanto confirme la procedencia de los carros, volveré y seguiremos con la entrevista- dijo Berndt.
-Parece ser que a nuestro querido Goebbels, no le basta con ponerme verde, sino que además quiere conocer toda mi vida- manifestó Rommel al tiempo que se reía.
-Algo así, aunque he de mencionar que de momento sus victorias son encomiables-
-Menos parloteo y marchad al norte- ordenó Rommel al tiempo que saludaba.

El Kubel partió por la carretera de Bengasi, llegando hasta la posición de los blindados. Berndt divisó a los germanos y a sus acompañantes italianos y los saludó. Posteriormente se reunió con Muller y con Pietro, los cuales montaron en el Kubel y se acercaron a los restos. Tras haber identificado a los carros, que no eran sino vehículos abandonados por los italianos en la retirada precedente, regresaron tanto el pelotón de reconocimiento como Berndt a Agedabia. Rommel mantenía una conversación con sus oficiales sobre los prisioneros, de los cuales llevaban más o menos, 800 prisioneros. Rommel y varios de los presentes, intuían que los ingleses parecían evitar acciones decisivas, pues no conocían el potencial real de las fuerzas germano-italianas. Rommel tenía la intención de ocupar toda Cirenaica en una sola embestida. Envió a un destacamento avanzado de la Ariete en dirección a Ben Gania, bajo el mando del Coronel Fabris, mientras ordenaba a la 5.a División Ligera que siguiera con su 3er Batallón de Reconocimiento a lo largo de la Vía Balbia, hacia Bengasi.

-Señor, me preocupa el acondicionamiento de los vehículos y el suministro de combustible y munición- comentó Streich.
-No podemos perder esta oportunidad por un detalle secundario- defendió Rommel- la operación es demasiado relevante como para pararnos semanas para acondicionarlos a todos, deberemos hacerlo sobre la marcha.
-Pero señor, con el debido respeto, eso es una locura- Streich se colocó el cuello del traje-. ¿De qué nos servirá el avance si no podemos mantener el ritmo?.
-Confíe en mis hombres- Rommel le miró fijamente- ellos podrán.
-Luego no me diga que no se lo advertí-
-Buena suerte, comandante-

Ambos se saludaron y Streich marchó. Las tropas continuaron su ruta, hasta que el general italiano Zamboni quiso reunirse con él.

-Señor, el camino a partir de aquí es demasiado peligroso- Zamboni se aclaró la garganta- no deberíamos continuar.
-Maldita sea, ¿qué os ocurre a todos ahora?- Rommel se levantó de la silla y comenzó a andar por la sala- ¿acaso os da miedo el éxito?, ¿no veis que huyen en desbandada de una farsa?.
-Lo sé, señor- afirmó Zamboni- pero la ruta desde Agedabia a Giof el Matar era una verdadera trampa mortal, hemos perdido multitud de hombres cuando peleábamos contra los ingleses.
-¿Pelear?- preguntó con cinismo Rommel- más bien huir. ¿Qué ocurre?, ¿a nuestro amigo el general Gariboldi le asusta quedar como un cretino?
-Con el debido respeto, señor, no insulte a sus superiores-
-¿Superior?, superior en ineptitud- dijo Rommel con energía- Italo Gariboldi no conoce bien a los ingleses y su forma de actuar o pensar.
-¿Acaso vos si?-
-No, pero lo mio tiene éxito- respondió Rommel- igualmente iré a comprobar por mi mismo el estado de la carretera y veremos si de verdad es una trampa mortal.

El general alemán se fiaba más de su propia observación y partió con su ayudante, el Teniente Aldinger, en dirección a Giof el Matar. A los 19 Km. alcanzaron la vanguardia del Batallón italiano de Reconocimiento, mandado por Santa María, que había sido acoplado a las fuerzas de Fabris. La unidad operaba correcta y eficazmente, desplegada en formación abierta. El terreno era excelente para los vehículos y no ofrecía dificultades. Rommel decidió continuar. Al regresar a su Cuartel General, hacia las cuatro de la tarde, la 5.a División Ligera le había manifestado necesitar cuatro días para aprovisionarse de gasolina. Dicho espacio de tiempo le pareció excesivo por lo que decidió aumentar el espacio de carga por medio de la improvisación, ya que no podía construir depósitos y puntos de abastecimiento, ello le conllevaría mucho tiempo, la solución fue cursar órdenes para que se descargaran los vehículos, ello conllevó que la 5ª División quedase parada un día, y éstos fueran enviados al depósito de Arco dei Fileni, donde en veinticuatro horas cargarían suficiente gasolina, víveres y munición para el avance por Cirenaica. Aquello significaba una jornada de inmovilización, pero teniendo en cuenta que el enemigo no cesaba de retirarse Rommel consideró que era un riesgo que se podía correr. Aquella misma tarde, Rommel marchó hacia el norte para ver cómo iban las cosas en el 3er Batallón de Reconocimiento, que proseguía en dirección a Bengasi. Al alcanzarlo, en la región de Magrun, von Wechmar informó de que hasta entonces no habían establecido contacto alguno con los ingleses.

Leon Muller y su equipo acompañaban a dicho pelotón; las marchas eran largas y el calor pesado. Había pocos descansos, pero aún así su marcha no incrementaba. Antes se habían encontrado con un sacerdote italiano que había salido a su encuentro, procedente de Bengasi, les notificó que él enemigo había abandonado la ciudad. Rommel, a instancias de von Wechmar ordené que el batallón continuara su avance y así lo hizo.

-¡Señor!, ¡un vehículo alemán!- gritó Leander Schneider.
-Cierto- Leon miraba por los auriculares- pero no parecen alemanes sus conductores, es más, no circulan en nuestra dirección.
-¿Qué ocurre, signore Leone?- preguntó con interés Pietro.
-Un vehículo tripulado por enemigos-
-Eso tiene fácil solución- dijo con una sonrisa el italiano- ¡Pasolini!
-¿Signore?-
-¡Aprire il fuoco contro di esso!
-¡Sì, signore!

El carro italiano comenzó a disparar, pero los proyectiles caían junto al vehículo divisado, sin dañar su estructura, hasta que le alcanzaron cerca de las ruedas y en un giró se quedó inmovilizado. Rápidamente las tropas del eje inspeccionaron el vehículo y capturaron a los hombres de la Commonwealth que lo conducían.

-¡Carl!- llamó Muller.
-¿Señor?- preguntó Carl von Weber, operador de radio que participó con ellos en una operación y se había incorporado hace relativamente poco.
-Dijo que hablaba inglés, ¿no es así?
-"Yes"- respondió Carl.
-Pregúnteles que qué demonios hacía con un vehículo alemán-
-Why you were drive a german vehicle?-
-Because we needed to find our men-
-Dicen que conducían el vehículo porque tenían que encontrar a sus tropas-
-¿Cómo capturaron el vehículo?-
-How do you captured the vehicle?-
-We found a german chofer in the northwest of Agedabia and then was captured the german vehicle-
-Lo encontraron al noroeste de Agedabia y sorprendieron al chofer-
¿Dónde está el chofer ahora?-
-Where is the chofer?-
-Died-
-Dicen que ha muerto-
-Maldita sea- Muller estaba bastante descontento- apresadlos y llevaoslos de aquí.
-Si, señor-

Rommel, posteriormente, relataría su encuentro con ellos, pero como bien pensó, los capturarían sus tropas, el 3er Batallón de Reconocimiento. A su regreso al cuartel general, se encontró al General en Jefe italiano, Gariboldi.

-¿Cómo se atreve a seguir con esta farsa y locura?-
-¿Farsa?- preguntó con acritud Rommel- ¿acaso no estamos ganando?.
-Sus hombres se quejan del abastecimiento y hay demasiado inestabilidad y falta de seguridad en las carreteras- repochó Gariboldi-. ¡Per dio!, no tiene ni depósitos.
-Mis hombres trabajan en ello- defendió Rommel- trabajan duramente y en menos de veinticuatro horas conseguiremos el suministro de gasolina. Los ingleses huyen en desbandada, cegados por una artimaña y puede, si nos esforzamos y actuamos con cabeza, que controlemos la Cirenaica y quién sabe, quizás también Egipto.
-Es demasiado arriesgado- afirmó Gariboldi mientras daba un golpe en la mesa- las órdenes de Roma son detenerse e interrumpir la acción y no emprender ninguna otra sin mis órdenes expresas, pues primero se ha de consultar a Roma y luego a mi. ¡Maldita sea!, ¿es qué no respeta usted la cadena de mando?.
-El sudor ahorra sangre, la sangre ahorra vidas, y el cerebro ahorra ambas cosas, pero veo que ese supuesto mando, no lo tiene-
-¿Cómo se atreve a insultarme?- preguntó enérgicamente Gariboldi- es usted un loco y un inepto.
-Soy perfectamente apto para soportar la responsabilidad que conlleva la campaña en África- respondió seriamente Rommel- apelaré a Berlin.
-¡Haga usted lo que quiera!- gritó Gariboldi ante la impotencia de poder frenar a Rommel-¡no creo que ésto quedará así!.
-Señor, perdone mi intromisión- dijo el soldado germano- ha llegado un mensaje del OKH.
-Déjeme ver- Rommel leyó el mensaje con interés- debería echarle un vistazo.
-Traiga- Gariboldi fue leyendo el mensaje y su cara cambió radicalmente-
-Tranquilo- dijo Rommel con una sonrisa- seguiremos avanzando; no se preocupe por nosotros.

Gariboldi salió enfadado del puesto de mando y haciendo un vago saludo, montó en su vehículo y se dirigió a Trípoli.

-¿Qué le a ocurrido?- preguntó el teniente Aldinger.
-Parece ser que he conseguido lo que esperaba-
-Y ¿ello es?-
-Completa libertad de acción-

El batallón de von Wechmar entró en Bengasi la noche del 3 de abril, entre el júbilo y las aclamaciones de sus habitantes. Los ingleses habían incendiado todos sus depósitos. Aquel mismo día, Rommel escribió una carta a su esposa.

“3 abril 1941

Queridísima Lu:

Estamos atacando desde el día 31 con fulgurante éxito. Lo más probable es que exista consternación entre nuestros amos en Trípoli y Roma, y quizás también en Berlín. Acepté el riesgo contra todas las órdenes e instrucciones porque el momento me pareció favorable. No dudo de que todo será considerado excelente más tarde, y de que la mayoría declararán que hubiesen obrado exactamente igual en mi lugar. Hemos alcanzado ya nuestro primer objetivo, fijado para finales de mayo. Los ingleses tropiezan unos con otros en su afán por huir. Tenemos pocas bajas, y el botín no puede ser evaluado todavía. Comprenderás que la alegría me impide dormir.”

Continuará...
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyMiér 30 Ene 2013, 18:04

Que buen relato Taok, me lo he leído desde el principio felicidades Wink
Por curiosidad: ¿te has basado en las memorias de Rommel para escribirlo? Yo leí unas cuántas páginas hace tiempo y la verdad es que molaba mucho. Lo malo de esos libros es que son casi imposibles de encontrar (igual que el mein kampf de Hitler)

PD: Desde mi punto de vista Rommel fue el mejor general de la 2ªGM (luego quizá Guderian)
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MensajeTema: Re: Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller)   Deutsches Afrikakorps (DAK)-(Las aventuras de Leon Muller) EmptyMiér 30 Ene 2013, 20:13

Gracias. Si, mis fuentes son principalmente: Internet, las memorias de Rommel, Rommel el zorro del desierto (David Fraser) y mi imaginación Razz .

Cabe mencionar que las operaciones "secretas" son ficticias y por el momento no se sabe si se llevó a cabo alguna en aquel intervalo de tiempo, pues todavía quedan múltiples documentos de la IIWW sin desclasificar, por temas políticos, económicos y morales.

Yo intento hacer un relato entre lo real y lo imaginario, manteniéndose en el límite de lo posible y verídico. Hay cosas que no sabemos si se desarrollaron así, pero en eso consiste la imaginación a falta de información, buena es la imaginación Razz

PD: Si tenéis alguna duda de vehículos o armamento, mirad el primer post, viene toda la información o buscadlo en google Wink
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