AKASCHAAkascha fue un habitante del desierto de Varant en tiempos inmemoriales, habilidoso guerrero con el hacha y ferviente adorador de
Innos. Pertenecía a la civilización de los Antiguos; los mismos que construyeron la ciudad de Al Shedim y a quienes
Innos otorgó el Cetro de Varant. Cuando la guerra entre
Innos y
Beliar llegó a Varant, los Antiguos decidieron ocultar los cinco artefactos divinos de
Adanos en varios templos dispuestos para ello, con el fin de evitar que
Beliar se hiciese con ellos. Akascha recibió órdenes de ocultar uno de esos artefactos, el anillo de
Adanos, en el templo que había en el interior de la ciudad de Al Shedim. No obstante, el avance de las fuerzas de
Beliar fue tal que
Adanos hizo emerger los mares del océano para que cesase la guerra, a imagen y semejanza de lo sucedido en
Jharkendar. El quinto templo quedó inundado, así como la ciudad de Al Shedim y gran parte de Varant. Akascha, que había sido uno de los pocos supervivientes de los Antiguos, emigró al norte con la intención de ocultar el quinto artefacto. Allí, en las tierras de Nordmar, fundó el Clan del Fuego, donde predicó las palabras de
Innos y habitó hasta el fin de sus días. Fue tal el legado y la impronta que dejó, que con el paso del tiempo sería recordado como uno de los Seis Ancestros de Nordmar, junto con Angir, Berek, Snorre, Baldir y Ejnar. Parte de sus hazañas fueron recogidas en "Las Crónicas del Dominio", libro archivado en la biblioteca del monasterio de
Innos en Nordmar. Su escritura reza:
"Akascha tenía órdenes de esconder el último artefacto en el templo.
Y las aguas se encolerizaron mientras Akascha miraba.
Y el templo se hundió bajo la superficie.
Y Akascha vagó al norte.
Hasta que llegó a la inmensa cordillera montañosa de hielo eterno.
Y él fundó un clan.
Y aquél fue el Clan del Fuego"
Akascha fue enterrado en una de las zonas más septentrionales de Nordmar, en una enorme tumba excavada en la roca, junto con varios de sus leales. El sepulcro fue adornado con todo tipo de objetos, armas y ofrendas. Así mismo, se instaló un pequeño altar para que reposase su piedra de los ancestros. Estas piedras mantenían unidas a las gentes de Nordmar y les daban esperanzas. Sin embargo, varios siglos después y tras la victoria de los orcos en la Segunda Guerra Orca, todos los túmulos fueron profanados y las seis piedras robadas. Esto hizo que los ancestros volviesen a la vida en un estado de no muertos junto con el resto de sus vasallos. La piedra de los ancestros de Akascha permaneció en poder de un chamán orco hasta que éste fue asesinado por el
. Tras deshacerse de la hueste que protegía al ancestro, el
se enfrentó a Akascha, dándole muerte y otorgándole descanso eterno tras colocar su piedra en el altar. Así mismo, también recogió el viejo anillo de Adanos para poder realizar el plan de
.
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