ONAR Onar era un importante terrateniente y granjero en tiempos del
Rey Rhobar II. Poseía una vasta extensión de terreno al oeste de
Khorinis, con toda una granja y un gran número de jornaleros empleados. Esas tierras, y según él mismo cuenta, fueron heredadas de su mismo padre en su momento, (y ése del suyo) y eso hacía que el personaje se sintiese extremadamente ligado a éstas.
Sin embargo, la importancia llegó a
Onar por otros motivos: Contratando a un importante ejército de convictos recién salidos del
Valle de las Minas, plantó cara a la milicia de
Khorinis. Así pues, se opuso a pagar los impuestos pertinentes al
Rey, y obstaculizó el comercio entre las granjas circundantes y la ciudad. También extorsionó a sus vecinos haciéndoles pagar
rentas regulares a su causa, ofreciéndoles a cambio protección en contra de la milicia a cambio. Todo fue posible gracias a los mercenarios de
Lee, el hombre en quién confió para tal acción.
Por lo que sabemos,
Onar se rebeló por orden de su mujer,
María. María era una simple campesina de origen desconocido, que pasaba la mayor parte de su tiempo en sus dependencias privadas de la granja. De su unión con Onar nació una sola hija,
Elena, quién se encargaba del comercio en lugar con la llegada de los mercenarios.
Al parecer, ambas mujeres consideraban a
Onar un buen hombre y de buen carácter, cosa extraña ya que, de sus conversas con el
Héroe Sin Nombre, deducimos que era un hombre arisco e irritable. Es probable que su carácter se viese tan cambiado por el hecho de tener que imponerse entre tantos criminales rondando su tierras.
Finalmente, y cuando los
orcos invadieron
Khorinis, lo más probable es que
Onar y su familia muriesen, y que sus tierras fuesen quemadas y destruidas por el ejército enemigo.