HOSH- PAK
Hosk- Pak era un orco natural de
Khorinis que vivió durante el reinado de
Rhobar II. La
formación de la Barrera hizo que
Hosh- Pak y el resto de orcos habitantes de la
villa orca quedasen encerrados dentro del
Valle de las Minas. Previendo el inminente despertar de
Krushak y gracias a su influencia, Hosh-Pak consiguió convencer a la mayoría de chamanes para que adorasen a
Krushak. Uno de sus discípulos,
Ur-Shak, que había sido admitido en el consejo de chamanes gracias a
Hosh-Pak, se opuso al plan pues creía que
Krushak era malvado. Por ello sufrió destierro. Fue seguramente
Hosh-Pak el que ordenó a un grupo de guerreros que fuesen hasta la
vieja atalaya y acabasen con la vida del chamán exiliado.
Hosh- Pak tuvo que contemplar impotente como el
Héroe sin Nombre cruzaba su poblado gracias al
estandarte Ulu-Mulu. Seguramente no se dio cuenta de que el propósito del
Héroe era acabar con
Krushak, y si lo hizo fue demasiado tarde.
La
destrucción del Durmiente ocasionó que todo el templo se derrumbase y en consecuencia el poblado entero de los orcos quedase destruido.
Hosh-Pak pudo sobrevivir y se convirtió en el líder de los orcos. A las órdenes de los
dragones que habían acudido al valle,
Hosh-Pak fundó un nuevo poblado orco cerca del antiguo
campamento de la Hermandad, que por aquel entonces, estaba lleno de
buscadores recién poseídos. Cuando percibió la ocupación del castillo por los
paladines decidió ponerle sitio. Para impedir que cortasen sus líneas de suministro mandó erigir una gran
empalizada de madera, deficientemente construida pero resistente. Debido a la proximidad de los
Salones de Irdorath, los sitiadores fueron auxiliados constantemente con provisiones y refuerzos.
Hosh-Pak se instaló en un excelente observatorio del sitio del castillo, en un espolón encima de la cueva donde fue arrastrado
Nek por unos ratopos. Finalmente, cuando la situación se volvió demasiado insostenible, el
paladín Oric planeó una brillante estrategia militar. Encomendó al
Héroe sin Nombre, que había ido a eliminar a los
dragones, matar a
Hosh-Pak y de ese modo cortar la cabeza del ejército enemigo. Tal y como se lo había pedido, el
Héroe asesinó a
Hosh-Pak y al resto de sus guardaespaldas y consejeros. Su muerte, unida a la posterior aniquilación de los dragones, supuso un duro golpe para los orcos. A pesar de ello, los constantes refuerzos no impidieron que el castillo fuese tomado, así como el resto de la isla.
Hosh-Pak fue sucedido tras su muerte por
Ur-Shak.