BOBA
Boba fue un convicto de la
colonia penal de Khorinis que se unió al
Campamento del Pantano. Gracias a sus méritos en el Campamento y sus habilidades de combate,
Boba se convirtió en templario y fue tutelado por
Cor Angar, líder de los templarios. Su fanatismo en el
Durmiente le hizo acompañar a
Cor Kalom cuando
Y'Berion reveló que la supuesta deidad era un poderoso archidemonio.
Cor Kalom y el resto de templarios, entre los que estaba
Boba, llegaron al
templo del Durmiente a través del
pueblo orco. Fue entonces cuando todos ellos fueron poseídos por
Beliar como luego lo serían la mayoría de supervivientes del
Campamento de la Hermandad. Todos ellos perdieron su posible sentido común y se entregaron al servicio del
Durmiente.
Beliar dio a todos y cada uno de los templarios poseídos, así como a
Cor Kalom, un poder sobrenatural, llegando a ser más poderosos que
Cor Angar.
Boba fue destinado a proteger la puerta que guardaba la entrada hacia una de las últimas antesalas de la plataforma del
Durmiente. Esa puerta también protegía a uno de los cinco chamanes que custodiaba a su vez la poderosa espada
Uriziel. Todo ello se debió a que el
Durmiente le había dicho a
Cor Kalom que el
Héroe sin Nombre se aproximaba. Cuando
Boba le encontró le comunicó que había recibido la bendición del
Durmiente, sin embargo, no fue suficiente pues el
Héroe acabó con su vida.